Bar Bóo, Xosé. Vigo (Pontevedra), 25.IX.1922 – Santiago de Compostela (La Coruña), 22.II.1994. Arquitecto, urbanista, inventor y diseñador.
Este arquitecto vigués vivió su infancia y adolescencia en el seno de una familia que propició su temprana vocación por la arquitectura, el diseño y las artes aplicadas, lo que permitió que, a los catorce años, diseñara para su casa funcionales e innovadores muebles multiusos integrados en los muros, mesas y estanterías de cristal con barras metalizadas, según la ideología de Breuer. Perdió a su padre prematuramente, por lo que siempre estuvo muy unido a su madre. Tuvo tres hermanos y una hermana.
Cursó sus estudios medios en Vigo y su carrera de arquitecto en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, desde donde, tras obtener el título en 1957, regresó a su ciudad natal para empezar a trabajar. En 1958 se casó con Macamen Blanco Gracia, gran conocedora de su obra, que lo apoyó a lo largo de su vida. Tuvieron tres hijos. Se doctoró en 1964 y en 1973 fue fundador del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia. Como gran conferenciante, impartió cursos y seminarios sobre arquitectura, integración de las artes plásticas y el mueble en el espacio arquitectónico, así como sobre tradición y tecnología de la piedra, ecología y urbanismo; destacó especialmente su labor en esta última especialidad. Realizó casi toda su obra, personal y siempre distinta, que abarca casi cuatro décadas, en el sur de Galicia, donde introdujo las nuevas corrientes europeas que marcaron el despegue hacia una nueva línea arquitectónica de diseño racionalista. Este ideal de renovación fue compartido por su compañero de escuela, el arquitecto Andrés Fernández-Albalat Lois, que, en la misma época, también introdujo con sus obras las modernas tendencias en La Coruña.
En el estudio de la obra de Xosé Bar Bóo se distinguen tres etapas evolutivas. La primera discurre entre 1957 y 1963 y se inicia con las grandes innovaciones que aportó a la arquitectura, que se fueron enriqueciendo con diversas invariantes, fruto de posteriores investigaciones, manifestadas a través del minucioso y cuidado diseño con el que controló rigurosamente todo el proceso constructivo de sus obras sin dejar nada a la improvisación. Su punto de partida fue rutilante porque, ya su primera obra, el edificio Bar Bóo de 1957, diseñado antes de terminar su carrera, está considerado como su obra más emblemática con la que pasó a formar parte de la arquitectura contemporánea y figura en el Catálogo del Comité Ibérico de Documentación y Conservación del Movimiento Moderno (Docomomo). Este edificio supuso la introducción de una nueva corriente arquitectónica en la ciudad de Vigo, inspirada en las tendencias de matiz racionalista formuladas por los pioneros del Movimiento Moderno, con unas constantes propias sobre las que evolucionó a lo largo de su carrera. Construye la fachada principal a base de vanos acristalados, jardineras y amplios paramentos de rojizo granito pulido que descubren, con su disposición, la relación entre la estructura externa y la compleja y variada distribución funcional que alberga en su interior. Diseñó las plantas diáfanas y llenas de luz, divididas con muebles tabique y desdobladas en varios niveles, intercomunicados por rampas o por diversos tipos de escaleras, tema recurrente de investigación que le conducirá a realizar algunas con valor escultórico. Introdujo la simbología del hogar en torno a la chimenea, otra de sus constantes, a la que dio a lo largo de su vida un valor plástico a través de variadísimos diseños. Otra gran innovación para su época en la ciudad fue la incorporación de un patio-jardín interior al que se asoman las estancias.
Coherente con la evolución social que se estaba produciendo y con los planteamientos formulados por los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) sobre viviendas mínimas, materializó las primeras propuestas de vivienda unifamiliar en las casas Couto, Saldaña y Cendón de 1958. A pesar de la escasez de medios empleados, de ellas emana una serenidad y un perfecto equilibrio entre las masas cúbicas de hormigón sobre un zócalo granítico, sus techumbres planas y sus fachadas con rasgamientos acristalados que permiten, desde el interior, ver el paisaje como si fuera un cuadro. Las tres han sido objeto de estudio y de reiteradas publicaciones en libros y revistas, al igual que la Casa Vázquez (1963), que diseñó con atrevidas terrazas.
La segunda etapa se sitúa entre 1964 y 1983, años de despegue industrial en los que realizó una serie de edificios que son exponentes de los principios éticos que lo guiaron a la hora de diseñarlos, porque están enfocados a humanizar los lugares de trabajo con una línea innovadora, funcionalista y, en cierto modo, organicista, animado por los mismos deseos sociales que en estos casos habían guiado a los grandes maestros de la Bauhaus a quienes tanto admiraba. Realizó las fachadas de los edificios de viviendas siempre distintas, con una simetría asimétrica, acentuando sus volúmenes con jardineras, celosías, amplias terrazas y, a pesar del movimiento que de ellas se desprendía, lograba una sensación de orden y mesura. Las revestía de materiales de texturas y colores diferentes otorgándoles gran protagonismo cromático, como en los edificios Cooperativa de San José Obrero (1969) y Vicente Suárez (1972). En esta segunda etapa desarrolló una variada tipología de viviendas unifamiliares y, tratando de paliar los inconvenientes climáticos, las orientaba y abría hacia zonas favorables a la vez que preservaba su intimidad siguiendo los ideales de su maestro espiritual, Frank Lloyd Wright. En cada una definía los deseos y la personalidad de cada propietario y, simbolizando que la casa es un refugio, protegía sus estructuras de mampostería o de hormigón visto, a las que daba un tratamiento escultural, con amplias cubiertas de múltiples facetas abiertas con lucernarios, para que fueran sus propias formas, texturas y colores, los determinantes de su gran expresividad. Estas techumbres, apoyadas sobre puntos invisibles, parecen flotar sobre los muros de los que se separan por acristalamientos horizontales continuos, como se ve en las casas Horyaans (1972) y Ana Míguez (1977), entre otras.
En la tercera etapa (1985-1993) desarrolla una de sus grandes obras, el edificio de los Juzgados de La Coruña, de 1985, situado en un lugar muy visible y bordeado por una arteria principal de entrada a la ciudad. A partir de la fachada principal, formada por dos amplios paramentos graníticos unidos en un vértice, al que se opone un atrio acristalado, se desarrollan los cuerpos laterales del edificio que son recibidos por una rotonda de cristales tintados. De su interior, diáfano y fácil de comprender pero lleno de carga simbólica y filosófica, destacan la blanca columna de mármol que simboliza la Ley y la Justicia, cincelada por Xuxo Vázquez Pardo, y la escalera helicoidal.
Xosé Bar Bóo fue un arquitecto erudito, un humanista filósofo de la arquitectura que, atraído también por la aeronáutica, dio un gran sentido dinámico-espacial a estructuras, volúmenes y formas, en especial las circulares. Fue un investigador infatigable del comportamiento de los materiales y del equilibrio entre la masa, la luz y el color. Al igual que Antonio Palacios investigó con los materiales propios del país empleando en su arquitectura el granito rosa y gris de O Porriño en forma de “pastas”, lo que llegará a ser uno de sus signos distintivos. Como diseñador e inventor, patentó una amplia gama de mobiliario multiusos y elementos constructivos: escaleras de muy variados modelos, diferentes tipos de persianas y un eficaz sistema de anclajes para sujetar los aplacados de piedra en muros trasventilados. En 1988 fue reconocido entre los cincuenta mejores arquitectos de España y su obra ha sido objeto de una tesis doctoral y de reiteradas publicaciones en libros y revistas nacionales y extranjeras.
Obras de ~: Edificio Bar Bóo, Vigo, 1957; Casa Couto, Vigo, 1958; Casa Saldaña, Vigo, 1958; Casa Cendón, Vigo, 1958; Casa Ferro, Vigo, 1962; Casa Vázquez, Vigo, 1963; Edificio Plaza de Compostela, Vigo, 1963; Plaza de Abastos, Gondomar (Pontevedra), 1964; Sanatorio Neuropsiquiátrico “El Pinar”, Vigo, 1965; Edificio Patronato de Casas Militares, Pontevedra, 1966; Servicio Oficial Pegaso, Vigo, 1966; Policlínico CIES, Vigo, 1967; Iglesia Parroquial Nuestra Señora de las Nieves, Vigo, 1968; Edificio Cooperativa de San José Obrero, Vigo, 1969; Casa Horyaans, Vigo, 1972; Edificio Vicente Suárez, Vigo, 1972; Casa Mújica, Vigo, 1973; Casa López Veiga, Vigo, 1976; Casa Ana Míguez, Vigo, 1977; Reforma del pazo As Barreiras, Salvaterra do Miño (Pontevedra), 1977; Casa Samuel Janeiro, Vigo, 1979; Restauración del Santuario de la Peregrina, Pontevedra, 1981; Complejo Aurelio Pérez, Vigo, 1982; Edificio de Juzgados, La Coruña, 1985; Viviendas Pareadas Ahijón, S.A., Vigo, 1986; Casa Hortensia Escribano, Vigo, 1987; Casa Porfirio González Gradín, O Porriño (Pontevedra), 1991.
Escritos: “Escaleras prefabricadas sistema Bar Bóo”, en Hogar y Arquitectura (HA), 32 (1961), págs. 59-64; “Persianas prefabricadas sistema Bar Bóo”, en HA, 33 (1961), págs. 15- 20; “Casa Ferro, Edificio de viviendas Avda. Alcázar de Toledo, Edificio de viviendas Corujo, Casa Ibáñez Aldecoa, Edificio Compostela, Sanatorio Neuropsiquiátrico ‘El Pinar’, Taller Oficial Pegaso, Plaza de Abastos”, en Arquitectura, 117 (1968), págs. 25-37; “Bloques de viviendas para militares en Pontevedra”, en Asinto, 67 (1970), págs. 60-83; “Casa de vacaciones en Playa de Patos, Vigo, 1972”, en Nuevo Ambiente, 20 (1973), págs. 53-54; con X. Garrido, A. Baltar, X. Riera y A. Enríquez, “Plan General de Ordenación del Municipio de Bayona”, en Ciudad y Territorio, 1975, págs. 149-162; “Edificio de viviendas en Vigo”, en Obradoiro, 0 (1978), págs. 70-79; “Alocución inaugural, de las I Xornadas de Arquitectura Galega”, en Obradoiro, 1 (1978), pág. 3; “Viviendas subvencionadas en Vigo”, en Arquitectura, 212 (1978), pág. 13; “Proyecto de 143 viviendas en el Polígono de Esteiro, Ferrol, La Coruña”, en Viviendas, 1984, págs. 40-43; “Biblioteca Antonio Palacios Ramilo, Porriño 1970”, en Obradoiro, 12 (1985), págs. 17-20; “Complejo en Urbanización Beamonte, Vigo”, en Informes de la Construcción, 379 (1986), págs. 13-19; “Edificio Bar Bóo”, en Catálogo de la Exposición Antropología e Memoria. Visâo Actual da Arte Galega, Lisboa, Fundación Calouste Gulbenkian, 1987; “Reflexións sobre a construcción con pedra natural”, en Obradoiro, 17 (1990), págs. 94-121; con C. Portela, “Plan especial para a Illa de S. Simón”, en Obradoiro, 18 (1991); “Juzgados de La Coruña”, en Oficinas, 179 (1992), págs. 45- 51; “La grieta acristalada. Nuevos Juzgados de La Coruña”, en Arquitectura Viva, 41 (1993), págs. 78-81.
Bibl.: C. Areán, “El Arte en España y Portugal durante el siglo actual”, en El Arte y el Hombre, Barcelona, Planeta, 1977, págs. 470-520 y 526; D. Villalaín, “Entrevista con Xosé Bar Bóo”, en Grial, 106 (1990), págs. 183-191; J. Fernández Madrid, “La piedra y los arquitectos de hoy: dos actitudes”, en Boletín Académico, 12 (1990), págs. 8-9; A. Paradela, “Los Juzgados de La Coruña, la resistencia de un edificio sobrio”, en Arte y Cemento, 32 (1991), págs. 54-67; I. Seara Morales, “Bar Bóo, J.”, en Proyecto Galicia, La Coruña, Hércules, 1993, págs. 362-368; A. Capitel, Arquitectura Española del siglo XX. Summa Artis: historia general del arte, XL, Madrid, Espasa Calpe, 1995, pág. 413; M. A. Baldellou, “La primera generación. Los pioneros”, en Lugar, Memoria y Proyecto, Galicia 1974-1994, Madrid, Electa, 1995, págs. 21-23 y 72-75; A. Garrido Fenés, “La Arquitectura de Xosé Bar Bóo”, en Revista de Estudios Provinciais, 12 (1996), págs. 177-231; “1922-1994. Xosé Bar Bóo: Un Arquitecto para la Historia”, en Festa da Palabra Silenciada (Vigo), 1998, págs. 40-45; J. Garrido Rodríguez y J. R. Iglesias Veiga, Vigo. Arquitectura Urbana, Vigo, Fundación Caixa Galicia y Concello de Vigo, 2000, págs. 482 y 484; A. Garrido Fenés, La obra de Xosé Bar Bóo. Una arquitectura a la medida del hombre, La Coruña, Fundación Pedro Barrié de la Maza, 2002; F. Agrasar Quiroga, “Xosé Bar Bóo”, en Artistas Gallegos. Arquitectos, Vigo, Nova Galicia, 2002, págs. 316-363; Guía de Arquitectura de Vigo 1930-2000, Vigo, Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, 2003; VV. AA., La creación de lo necesario. Aproximación al diseño del siglo XX. Museo de Arte Contemporánea de Vigo, 2 de abril ó 13 de xuño de 2004, catálogo de exposición, Vigo, Fundación MARCO, 2004, págs. 163-167.
Alicia Garrido Fenés