Sarría, Francisco Javier. España, p. m. s. XVIII – México, 1795 post. Minero español difusor de la química moderna, fundador y director de la Real Lotería de la Nueva España.
Francisco Javier Sarría llegó a la Nueva España a principios de 1767, traía recomendaciones para colocarse en el real servicio, dirigidas al virrey marqués de Croix y a José de Gálvez. Para alcanzar su meta, Francisco Javier pensó en establecer una lotería; sin embargo, como no poseía la información suficiente para ponerla en marcha, a principios de 1768 viajó a España para conseguirla con licencia del virrey. En su destino, se trasladó a Madrid y le expuso su proyecto a Miguel Múzquiz, secretario de Estado y del Despacho de Hacienda. Este último se lo comunicó al Monarca y obtuvo su aprobación para ejecutarlo.
Provisto con la información sobre la organización y funcionamiento de las loterías de Ámsterdam y Londres, Sarría regresó a la Nueva España en abril de 1769. Ya en la capital, recibió el encargo del virrey de elaborar el plan de la nueva renta, imprimir los billetes y habilitar la casa donde se ubicaría; trabajos que culminaron con la fundación de la Real Lotería el 25 de octubre de 1770.
Bajo la dirección de Sarría, la Lotería funcionó de manera exitosa y para junio de 1778 había ingresado a las cajas reales más de 358.000 pesos. Pero las cosas se complicaron al año siguiente, cuando Francisco Javier Gamboa juez conservador de la Lotería, denunció un faltante en ella. Sarría, junto con el contador, el oficial colector y tesorero, y el segundo oficial, fueron hallados culpables y sufrieron prisión y la subasta de sus bienes para pagar el descubierto que rebasaba los 25.000 pesos. En este proceso fueron embargados los bienes de la hacienda Panuaya, propiedad de Sarría, incluidos los enseres personales, la ropa y las alhajas de su esposa Teresa Saldívar. No obstante, la clemencia del Monarca alcanzó a los inculpados; quienes fueron exonerados y restituidos a sus puestos, incluso con la facultad para demandar la mitad de los sueldos no recibidos y las cantidades erogadas para cubrir el faltante, como fue el caso del director.
Otro aspecto relevante de la vida de Sarría está ligado a su actividad como minero. Ello le permitió adquirir conocimientos de química y metalurgia, los cuales plasmó en dos obras que alcanzaron las prensas novohispanas: el Ensayo de metalurgia y el Suplemento al Ensayo de metalurgia. Si bien, estos textos son concisos y no profundizan en sus contenidos, ambos fueron importantes en su momento ya que tuvieron la clara intención de hacer llegar a una mayor audiencia las bases teóricas de las operaciones más utilizadas en la minería novohispana.
Según Sarría, la aparición de su Ensayo de Metalurgia en 1784, estaba justificada por la falta de libros sobre el tema y la antigüedad de los existentes. En él describió los estados, propiedades y combinaciones de los metales, de acuerdo a autores modernos muy acreditados y a su experiencia de tres años en los reales de minas de Guanajuato y Zacatecas. El Ensayo también dejó para la posteridad, un testimonio del uso de las teorías del flogisto y de las afinidades en la explicación de las operaciones metalúrgicas, así como una descripción clara y apretada de los aspectos más sobresalientes del beneficio de los minerales.
Sarría publicó en 1791 el Suplemento al Ensayo de Metalurgia y en su elaboración contó con la ayuda de Fausto de Elhuyar, director del Tribunal de Minería.
La obra reviste gran importancia, por ser la primera escrita en castellano y editada en México, que explica de manera sistemática la nueva teórica de Lavoisier y sus colaboradores. Su realización formó parte de la estrategia preparada por De Elhuyar, Sarría y Vicente Cervantes para difundir de manera amplia la nueva química y exponer a la opinión pública las ventajas del método de amalgamación de Born, que la comisión minera alemana comandada por De Elhuyar intentaba introducir sin éxito en las minas del virreinato.
El libro hace frente a las críticas en contra de los trabajos de la comisión, que no habían podido superar los resultados obtenidos por los métodos de amalgamación empleados por los mineros novohispanos. Conviene resaltar que el Suplemento de Sarría, constituye un eslabón de la red científica internacional formada en torno a la difusión de la nueva química, que en el caso de la Nueva España, primer productor de plata a nivel mundial, tuvo lugar casi en forma simultánea a su aparición en Europa.
Sarría se integró a la comunidad científica ilustrada del virreinato. Como propietario de minas en Real de Pánuco mantuvo estrecha relación con miembros prominentes del gremio minero como Joaquín Velázquez de León, Fausto de Elhuyar, José Ignacio Bartolache y el mismo Gamboa. Hizo otro tanto en el área sanitaria: en 1788 asistió a la Cátedra de Botánica de Vicente Cervantes y hay registro de su trato con algunos médicos como Esteban Morel, José Luis Montaña y Daniel O’Sullivan; quienes testificaron sobre la deteriorada salud del director de la Lotería ante las autoridades, a fin de ayudarlo a obtener una licencia para trasladarse a España, además de su jubilación. Esta última le fue concedida y notificada en julio de 1795, e incluyó el goce de la tercera parte de su salario y el uso del uniforme de ministro de la Real Hacienda.
Obras de ~: Ensayo de metalurgia o descripción por mayor de las catorce materias metálicas, del modo de ensayarlas, del laborío de las minas, y del beneficio de los frutos minerales de plata, México, Felipe de Zúñiga y Ontiveros, Calle del Espíritu Santo, 1784; Suplemento al Ensayo de Metalurgia, México, Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1791.
Bibl.: E. Trabulse, Francisco Javier Gamboa un político criollo en la ilustración novohispana (1717-1794), México, El Colegio de México, 1985; P. Aceves, Química, botánica y farmacia en la Nueva España a finales del siglo XVIII, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, 1993; Negociando un nuevo lenguaje para la química: el Suplemento al Ensayo de Metalurgia de Francisco Xavier Sarría, en Las ciencias químicas y biológicas en la formación de un mundo nuevo, Estudios de Historia Social de las Ciencias Químicas y Biológicas, n. 2, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, 1995, págs. 83-92; Manuscrito: La ciencia moderna en México: el caso de la química (1706-1804), en proceso de edición.
Patricia Aceves Pastrana
