Valle de la Cerda, José. ¿Cuenca?, 1601 – Zafra (Badajoz), 21.X.1644. Monje benedictino (OSB), teólogo, catedrático, obispo de Almería y Badajoz.
Parece ser que nació en Cuenca, aunque hay quienes sitúan su nacimiento en Valladolid o Madrid. Su padre, Luis Valle de la Cerda, era contador mayor del Consejo de la Cruzada, y su madre se llamaba Luisa de Alvarado, miembros ambos de pudientes familias.
Estudió en la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), pero abandonó los estudios para ingresar en el Monasterio Benedictino de San Martín de Madrid, donde tomó el hábito en 1618. Una vez profeso, pasó a los colegios de la Orden a fin de cursar la Filosofía y Teología, y fue maestro de estudiantes (1629-1633), regente (1633-1635) y abad (1635-1637) del Colegio- Monasterio de San Vicente de Salamanca, ciudad en cuya Universidad se graduó en Teología en 1633, ocupando en ella las Cátedras de Santo Tomás, Durando y Prima.
En 1623 fue fundado en Madrid el Monasterio de Benedictinas de San Plácido por el protonotario de Aragón, Jerónimo de Villanueva, y por Teresa Valle, hermana de fray José. Ésta como superiora y otras dos hermanas suyas como monjas formaron parte de la nueva comunidad, que en 1628 se vería envuelta en un escandaloso pleito ante la Inquisición. Es posible que fuera su hermano quien las defendiera ante el Tribunal en Toledo. A pesar de este suceso, fray José, ayudado seguramente por sus familiares, fue presentado para el obispado de Almería por Felipe IV el 4 de abril de 1637. Confirmado por Urbano VIII el 16 de noviembre del mismo año, fue consagrado en Madrid, haciendo su entrada en Almería el 25 de octubre de 1638.
Estando en su diócesis auxilió al duque de Nájera y a sus hombres, que habían sufrido las consecuencias de una tormenta que destrozó su flota. El Rey, enterado del caso y agradecido, lo presentó al obispado de Badajoz el 5 de noviembre de 1639, siendo aceptado por el Papa el 17 de diciembre del año siguiente. El 6 de julio de 1641 entró en su nueva diócesis, donde hubo de sufrir las consecuencias de la guerra con Portugal.
Mientras realizaba la visita pastoral, murió en Zafra, el 21 de octubre de 1644, siendo enterrado en la colegiata de dicha ciudad.
Muy alabado en su tiempo como hombre sabio y virtuoso, sus obras teológicas fueron repetidamente impresas, siendo considerado eminente mariólogo. A su conocimiento profundo de los escritos de los santos padres unía un dominio nada común de las lenguas hebrea y griega.
Obras de ~: Concio in divi Gregorii Magni laudem coram Salmanticensi Academia eius festum faustim celebrante, Salamanca, Antonia Ramírez, 1629; Maria effigies revelatioque Trinitatis et atributorum Dei, Almería, 1640; In sacram Iudith historiam commentarius litteralis et moralis, Almería, 1641.
Bibl.: J. Pérez de Urbel, Varones insignes de la Congregación de Valladolid, Pontevedra, Museo Provincial, 1967, págs. 100- 101; P. Guerin, “Valle de la Cerda, José”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. IV, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Enrique Flórez, 1975, pág. 2711; M. Álamo, “La Cerda, Joseph de”, en M. Villers (dir.), Dictionnaire de spiritualité, vol. IX, Paris, Beauchesne, 1976, cols. 32-33; E. Zaragoza Pascual, Los Generales de la Congregación de San Benito de Valladolid (1613-1701), Silos, Stvdia Silensia VIII, 1982, págs. 470-471; K. Reinhardt, Bibelkommentare spanischer Autoren (1500-1700), vol. I, Madrid, CSIC, 1990, págs. 118-119.
Miguel C. Vivancos Gómez, OSB