Rozas, Andrés de. Burgos, f. s. XVI – ?, 1648 post. Secretario.
Andrés de Rozas era originario de la región de Burgos.
Nació a finales del siglo XVI y murió después de 1648, aunque el estado actual de la investigación no permite determinar las fechas de nacimiento y fallecimiento con mayor precisión.
Toda su carrera se desenvolvió en las redes burocráticas del aparato administrativo polisinodial español.
Cuando el arzobispo de Burgos Fernando de Acevedo ascendió en 1615 a la presidencia del Consejo de Castilla, Rozas se convirtió en su secretario personal; en 1618 Rozas también fue nombrado “secretario del Rey” Felipe III. Más tarde fue secretario del Consejo de las Órdenes y, a partir de 1628, secretario del Consejo de Indias, responsable de Nueva España. Aquel año también ingresó en la Orden de Santiago.
Sus cualidades no se le escaparon a Olivares, el privado de Felipe IV. Al reorganizar su secretaría personal después del fallecimiento de su secretario Francisco de Alvis en octubre de 1624, el conde duque escogió Andrés de Rozas como uno de sus tres colaboradores más íntimos. Conforme a la “Instrucción a los secretarios” de 1624, publicada por J. H. Elliott y J. F. de la Peña, a Rozas se le confió el cuidado de todos los asuntos relacionados con “las provincias de Italia, Flandes, Alemania, Inglaterra y los Consejos de Estado, Italia y Flandes y más o menos lo que yo ordenare”. Sus dos colegas en la secretaría personal del conde-duque fueron Francisco Gómez de Lasprilla, encargado de toda la correspondencia relacionada con la Corte, y Antonio Carnero, competente de todos los asuntos internos y las funciones desempeñadas por Olivares en el gobierno y en la Corte. Los tres secretarios de Olivares también llevaban el título de “secretario del rey”, de modo que la relación personal que existía entre el privado y Felipe IV, también se reflejaba en el nivel de las secretarías.
En 1630 se llevó a cabo una reforma en la Secretaría de Estado y Andrés de Rozas fue nombrado secretario de estado competente para el Norte, Pedro de Arce para los asuntos de Italia y Jerónimo de Villanueva para todo lo relativo a la política interior de España. Los tres secretarios que constituían juntos el eje del engranaje administrativo de toda la política madrileña se veían como hechuras del conde duque, que les concedía en su momento todo tipo de favores. En 1640, por ejemplo, Olivares les había adjudicado sendos asientos en los consistorios municipales, que a su vez había recibido de las Cortes de Castilla. En aquella ocasión, Rozas recibió un puesto en Murcia.
Durante los últimos años de gobierno de Olivares, Andrés de Rozas perdió poder e influencia. Parece ser que había perdido el apoyo político del conde duque, incluso según algunas fuentes de la Corte madrileña, Rozas llegó incluso a participar en la caída del conde duque en 1643, organizando una conspiración con el conde de Oñate para eliminar definitivamente a Olivares. En todo caso, después de la desaparición del conde duque, Rozas volvió al primer plano ya que en 1643 Felipe IV le nombró secretario del Despacho.
Esta función implicaba la gestión del acopio burocrático inmediato al Monarca y le convertía en una de las figuras clave del gobierno. Mantuvo este cargo hasta 1648, cuando le sucedió Fernando Fonseca Ruiz de Contreras. De los avatares de Andrés de Rozas posteriores a 1648 no constan datos.
Bibl.: H. Lonchay, J. Cuvelier y J. Lefèvre, Correspondance de la Cour d’Espagne sur les affaires des Pays-Bas au XVIIe siècle, Bruxelles, 1923-1937; M. Van Durme, Les Archives générales de Simancas et l’histoire de la Belgique, IX-XIXe siècles, Bruxelles, Académie Royale de Belgique, 1964-1990; J. A. Escudero, Los secretarios de estado y del despacho, Madrid, Instituto de Estudios Administrativos, 1976; J. H. Elliott y J. F. de la Peña, Memoriales y cartas del conde duque de Olivares, Madrid, Alfaguara, 1978; J. H. Elliott, The Count-Duke of Olivares. The Statesman in an Age of Decline, New Haven-London, Yale University Press, 1986; A. Minguito Palomares, Linaje, poder y cultura: el gobierno de Íñigo Vélez de Guevara, VIII conde Oñate, en Nápoles (1648-1653), Madrid, Universidad Complutense, 2002; Nápoles y el Virrey, conde de Oñate. La estrategia del poder y el resurgir del reino (1648-1653), Madrid, Sílex, 2011.
René Vermeir