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María Díaz de Haro

Biografía

Díaz de Haro, María. Señora de Vizcaya. ?, c. 1315 – Palencia, 16.IX.1349. Dama noble.

Hija de Juan el Tuerto e Isabel de Portugal, nieta de María Díaz de Haro, también conocida como María de Haro. Siendo aún niña sufrió la muerte de su padre por orden de Alfonso XI. Por eso, para evitar que la ira regia alcanzara a la joven heredera, los fieles del difunto señor de Vizcaya la trasladaron de Portugalete, donde se hallaba refugiada, a Bayona. Estando en esta ciudad fue desposada con Juan Núñez de Lara III (1331), quien pugnó por la devolución de las propiedades que el Monarca había incautado. Este matrimonio contravenía las directrices canónicas por el parentesco existente entre ambos esposos, aunque al final lograron la preceptiva dispensa pontificia.

En 1334, María recibió de su abuela homónima el gobierno del señorío, justo cuando su marido se hallaba enfrentado con el Rey de Castilla, quien atacó sus dominios apoyado por un sector de la oligarquía alavesa y vizcaína. Al poco tiempo se hizo con el control de las principales poblaciones, entre ellas Bilbao y Bermeo, aunque no llegó a someter las fortificaciones de la región. La resistencia de Juan Núñez desde sus posesiones castellanas obligó al Monarca a regresar a estos territorios, ocupándose de rendir al magnate y, una vez sometido y renovada su fidelidad, se le permitió recuperar Vizcaya.

Prueba de ello es la concesión de fuero a Villaro (1338) y otras localidades, o la mediación en diversos conflictos entre habitantes de las villas, los hidalgos del interior e incluso poblaciones ajenas al señorío, como los enfrentamientos entre sus villas cantábricas y las de Biarritz y Bayona (1344). En este marco se desarrolló la progresiva delimitación de los distintos ámbitos espaciales y jurisdiccionales del señorío.

La muerte de María Díaz de Haro II no supuso un quebranto para el gobierno de los vizcaínos, entregado a Juan Núñez de Lara III como viudo y tutor de su descendencia. Sin embargo, su óbito en 1350 despertó las apetencias de Pedro I de Castilla, quien trató de apoderarse de su legítimo heredero, Nuño de Lara.

Al fallecer éste, fue su hermana Juana quien se hizo cargo del señorío, aunque la falta de descendencia y las intrigas cortesanas llevaron la inestabilidad a estas latitudes. Aparte de los ya citados, fueron hijos suyos Lope e Isabel de Haro y Lara.

 

Bibl.: C. Rosell (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla, Madrid, M. Rivadeneyra, 1875 (Biblioteca de Autores Españoles, vol. 68); E. J. de Labayru, Historia general del señorío de Bizcaya, Bilbao, Casa editorial La Propaganda, 1895-1903; M. Gaibrois de Ballesteros, María de Molina tres veces reina, Madrid, Espasa Calpe, 1967; G. Monreal Cía, Las instituciones públicas del Señorío de Vizcaya (hasta el siglo xviii), Bilbao, Diputación de Vizcaya, 1974; S. de Moxó, “La sociedad política castellana en la época de Alfonso XI”, en Cuadernos de Historia, 6 (1975), págs. 187-326; VV. AA., Congreso de estudios históricos sobre Vizcaya en la Edad Media, San Sebastián, Editorial Eusko Ikaskuntza, Sociedad de Estudios Vascos, 1986; J. A. García de Cortázar y Ruiz de Aguirre, “El señorío de Vizcaya: personalidad y territorialidad en la estructura institucional de un señorío bajomedieval”, en Poderes públicos en la Europa Medieval: principados, reinos y coronas: XXIII Semana de Estudios Medievales de Estella, Pamplona, Gobierno de Navarra, Fondo de Publicaciones, 1997, págs. 117-148.

 

Antonio Sánchez de Mora