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Francisco Javier Llorente

Biografía

Llorente, Francisco Javier. Logroño (La Rioja), s. m. s. xviii – 1812. Maestro de capilla.

Debió de nacer en Logroño y bautizarse en la colegiata de La Redonda, porque en un memorial dirigido al Cabildo de la misma se llama a sí mismo “hijo de la pila”. Era hijo de Juan José Llorente, maestro de capilla de la colegiata de La Redonda desde 1749 a 1794. No hay noticias de que entrara como tiple o mozo de coro en la capilla de música. En 1776 el maestro de capilla pidió el puesto de segundo organista para su hijo, a lo que el Cabildo accedió. De 1777 a 1782 ocupó la plaza de organista en la iglesia de Palacio de Logroño. En 1783 debió de ocupar la plaza de maestro de capilla del real monasterio de Las Huelgas en Burgos. Esto parece inferirse de los diversos datos que ofrecen las actas capitulares de la colegiata de La Redonda. Que tenía ese puesto se sabe por un memorial que en 1792 su padre dirigió al Cabildo. Y también se sabe que en marzo de 1783 se le dio licencia a Juan José Llorente para ir a Burgos con su hijo.

En 1791 pretendió el canonicato cuarto de obtación en la colegiata de La Redonda. Después de ser examinado en Gramática y en Moral, se eligió al otro pretendiente, Juan Lombardi. En agosto de 1792 su padre, Juan José Llorente, dirigió al Cabildo un curioso memorial. En él decía que “deseando para su consuelo que su hijo Francisco Javier Llorente, presbítero capellán y maestro de capilla en el real monasterio de las Huelgas de Burgos”, se opusiera al canonicato cuarto de obtación que se hallaba vacante, le consignaba 40 ducados al año, a fin de elevarle la renta hasta que ascendiera a canónigo cuarto de frutos. En el caso de que falleciera antes de tener lugar este ascenso, el canónigo Juan José Tobar, “por un efecto de su bondad e inclinación a dicho mi hijo, consiente graciosamente se imponga sobre su casa la expresada carga por el tiempo y para los casos que quedan insinuados”. El Cabildo accedió a la petición. El primer día de septiembre de 1792 opositaron al canonicato Francisco Javier Llorente y Ventura Zara, eligiendo el Cabildo al primero, al que “le dieron la posesión, que tomó quieta y pacíficamente con todas las solemnidades necesarias”.

En 1794 murió su padre Juan José Llorente. En agosto de ese año escribió Julián Prieto, entonces músico de la catedral de Pamplona, pretendiendo la plaza. El Cabildo se la concedió, aunque poco después renunció a ella. En septiembre de ese año se dio la plaza a Mateo Albéniz, maestro de capilla en San Sebastián. Éste desempeñó el cargo tan sólo un año. La plaza quedó vacante hasta diciembre de 1795, cuando Pedro Ignacio Pérez fue elegido organista y maestro de capilla. Parece que Francisco Javier Llorente desempeñó las funciones de maestro de capilla durante el tiempo en que el cargo estaba vacante, puesto que a fines de 1795 dice en un memorial que había “trabajado cinco motetes nuevos en este año con el esmero y mayor cuidado que me ha sido posible”. También se encargó de recoger el archivo de música que tuvo que entregarle Mateo Albéniz tras su despedida. Parece que llevó el archivo a casa, seleccionó obras y las ordenó. Al devolver el archivo al Cabildo, éste notó que faltaban obras y le recriminó. Llorente se defendió diciendo que no tenía necesidad de robar ninguna obra, puesto que las tenía mejores en su casa, y, además, tenía “la suficiente habilidad, y nada necesaria en el día” para “componer música de toda especie”.

Ascendió a canónigo cuarto de frutos en 1801. En 1806 ascendió a canónigo de media ración, por ser el canónigo cuarto de frutos más antiguo. En 1809 ascendió a canónigo de ración entera, por ser el canónigo de media ración más antiguo. Poco después el Cabildo le mandó a Albelda (La Rioja), blanqueándole la casa en que iba a residir. El día 18 de agosto de 1810 se leyó una carta suya informando que estaba encarcelado en Burgos y pidiendo que el Cabildo intercediese por él. El Cabildo decidió enviar al señor maestrescuela, Severo Lafuente, para que suplicara al gobernador de Burgos la libertad de Llorente. Poco después volvió libre pidiendo perdón a sus hermanos canónigos. El 23 de mayo de 1812 se anunció que un canonicato de ración entera estaba vacante por muerte de Francisco Javier Llorente.

 

Obras de ~: Se conservan 26 obras en el archivo diocesano de Logroño.

 

Bibl.: J. Garbayo, “Llorente, Juan José”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. VI, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, pág. 966.

 

Raúl Angulo Díaz