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Rafael González Villar

Biografía

González Villar, Rafael. La Coruña, 6.X.1887 – 12.III.1941. Arquitecto.

Descendiente de una familia de farmacéuticos, tras acabar los estudios de bachillerato en 1902, gracias a sus buenas dotes para el dibujo comenzó al año siguiente a estudiar la carrera de Arquitectura en Madrid, a la vez que colaboraba en revistas gráficas. Finalizada su carrera en 1911, al ser el primero de su promoción, la beca de viaje de fin de estudios le permitió conocer la arquitectura modernista de capitales europeas como París y Bruselas. De regreso a su ciudad natal, se integró en el ambiente cultural promoviendo diferentes exposiciones de arte, como la primera Exposición de Arte de La Coruña (1912), que sirvió de ensayo para las sucesivas exposiciones de arte gallego celebradas en esta misma ciudad (1917 y 1923) y Madrid (1918 y 1928); en dichas exposiciones intervino como miembro del Comité Organizador junto a los pintores Fernando Álvarez de Sotomayor y Francisco Llorens, y el arquitecto Antonio Palacios. Casado en 1912 con Antonia Sainz de Varanda Lavaggi, su repentino fallecimiento un año más tarde le dejó al cuidado de su hija Antoñita. En 1914 accedió al cargo de presidente de la Asociación de Arquitectos de Galicia, lo que supuso otro espaldarazo para su futura proyección, logrando que el Ayuntamiento coruñés le encargara varios proyectos para escuelas municipales; en esta misma etapa se presentó en 1915 a la Exposición Nacional de Bellas Artes con un proyecto de “Hotel Particular” que recibió una Segunda Medalla de Honor.

A partir de 1916 extendió su ámbito de actuación a la localidad coruñesa de Betanzos, cuyo Ayuntamiento le encargó, primero, el proyecto para las escuelas municipales y, luego, la Casa del Pueblo, ambas financiadas por el filántropo Jesús García Naveira.

Con motivo de estas obras entabló relación con los industriales y banqueros José y Enrique Núñez, para quienes diseñó en 1923 el inmueble de sus almacenes y casa de banca; también en su compañía participó como arquitecto y socio en proyectos para el ocio, como el salón Marineda (1917) y un gran casino-hotel (1920), ambos en La Coruña y que no llegaron a realizarse. En años sucesivos continuó vinculado al Ayuntamiento de Betanzos, que requería sus servicios como asesor y proyectista para obras como el Palco de la Música (1926) o la pavimentación del Cantón y plaza del Campo. Paralelamente, sus contactos con el ambiente regionalista le llevaron a aceptar en 1919 la presidencia de la sociedad folclórica Cántigas da Terra, y un año más tarde a participar en la organización de la Exposición Regional de La Habana y la Exposición de Arte Gallego de Buenos Aires. Como empresario reformó su chalet Rialeda para convertirlo en restaurante, además de participar en la compra de dos locales coruñeses de hostelería, el Kiosko Alfonso y el Gran Café Bar, que le sirvieron de base para fundar, en 1924, la sociedad “Cafés y Bars, S.A.”. En cuanto a sus actividades políticas, colaboró desde su creación en el semanario republicano Acción Coruñesa (1920- 1922), con artículos sobre arquitectura y caricaturas.

En 1922 decidió presentarse al concurso para construir la nueva sede del periódico americano Chicago Tribune, con un proyecto de rascacielos ecléctico que no obtuvo premio ni mención, pero que fue la única representación española junto al arquitecto bilbaíno Pedro Guimón Eguiguren. En ese mismo año accedió a la presidencia de la sociedad recreativa Circo de Artesanos, sin duda la más influyente de la ciudad y auténtico cenáculo político, donde organizó un ciclo de conferencias sobre temas gallegos y una exposición artística iberoamericana. Reconociendo estas aportaciones en favor de la cultura gallega, en 1923 fue designado miembro de la Academia Provincial de Bellas Artes, institución que llegaría a presidir en 1927, en unos años en los que su prestigio profesional e intelectual había alcanzado unánime reconocimiento. En 1929 se presentó al proyecto de faro monumental en homenaje a Colón en la República Dominicana, con una variante de un anterior proyecto de Monumento a las Víctimas del Mar, realizando también diseños para el Museo y Archivo de Bellas Artes en La Coruña, que no llegó a ser construido.

A partir de la década de 1930, el agitado contexto político de la Segunda República se complicó en el panorama local con la crisis de la construcción y la llegada de jóvenes arquitectos racionalistas, lo que coincidió con las dificultades que atravesaban sus negocios de hostelería. Por ello se vio abocado a participar en obras menores, de viviendas periféricas de gran modestia, derivando hacia planteamientos más funcionales y abandonando su ideario regionalista.

Con el estallido de la Guerra Civil se posicionó con el bando nacional, como lo demuestra su proyecto de Monumento Conmemorativo del Movimiento Nacional de Salvación. En febrero de 1940 fue nombrado arquitecto municipal interino del Ayuntamiento de La Coruña, cargo al que tuvo que renunciar en el mismo año por sus problemas de salud. Fue, además, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de La Coruña, desde 1934 hasta su fallecimiento, miembro de la directiva de la Asociación Provincial de la Cruz Roja, y promotor de la Asociación de Artistas de La Coruña (1934).

Su arquitectura arranca del eclecticismo asimilado durante sus años de formación en Madrid, todavía con incorporación de motivos ornamentales modernistas, pero combinados con un tratamiento de masas y siluetas evidentemente deudor de la Secesión vienesa. Buen conocedor de la arquitectura europea a través de sus viajes y por las revistas a las que estaba suscrito, sus primeros proyectos coruñeses se caracterizan por una arquitectura sobria y compacta, delimitando claramente el papel de la ornamentación y elementos modernistas, como en el Kiosco Alfonso del paseo de Méndez Núñez (1912) o en el chalet Rialeda (1913). Dotado de una gran capacidad para acomodar el formato y lenguaje de sus edificios a sus condiciones de ubicación e importancia urbana, en el proyecto para la casa Molina (1915) adaptó la solución de remate con rotonda y cubierta afrancesada que Antonio Palacios había introducido años antes en la casa Palazuelo de Madrid, logrando una imagen enfática y contundente, muy apropiada para un solar orientado hacia uno de los principales ejes urbanos de La Coruña. La influencia de Palacios será visible también en otros proyectos no ejecutados como el Gran Casino Hotel (1920), revestido con elementos neorrenacentistas, y especialmente el rascacielos presentado al concurso para el Chicago Tribune (1922).

A partir de 1923 su producción abre una nueva etapa con la interpretación de elementos de la arquitectura vernácula gallega, de nuevo siguiendo otra vía abierta por Antonio Palacios, si bien en el caso de González Villar se tratará de un regionalismo que no se cierra a las influencias eclécticas y de la arquitectura centroeuropea, como se aprecia en la sede de la Banca Núñez de Betanzos (1923). La defensa teórica de esta arquitectura regionalista la explicitó en una conferencia pronunciada en 1925, en la que defendió la inspiración de la arquitectura en el ambiente y condiciones de cada país, excitando la práctica del “regionalismo estilístico”, que él mismo materializó en un proyecto de Casa en el campo gallego presentado en 1926 a la Exposición Nacional de Bellas Artes. Los matices expresionistas y déco que también aparecen en los proyectos de esta década definen sus proyectos más personales, como el chalet Companioni (1927), iniciando, a continuación, una progresiva transición hacia el racionalismo, con viviendas desornamentadas y funcionales, muchas de ellas destinadas a pisos de alquiler. Sin embargo, para proyectos de mayor empaque, como los cines Avenida y Capitol de La Coruña y Betanzos respectivamente, todavía recurrirá a las atractivas molduraciones del déco, por lo que no se puede considerar que su asimilación del racionalismo llegara a ser completa.

 

Obras de ~: Kiosco Alfonso, paseo de Méndez Núñez, La Coruña, 1912; Chalet Rialeda, Perillo-Oleiros (La Coruña), 1912-1913; Monumento a Concepción Arenal, La Coruña, jardines de Méndez Núñez, 1914; Casa Molina, calle Santiago 2, La Coruña, 1915; Casa del Pueblo, Betanzos (La Coruña), 1918; Café Kiki, luego edificio Castromil, Santiago de Compostela, 1922 (desapar.); Banca Núñez, Betanzos (La Coruña), 1923; Chalet Companioni, Ciudad Jardín, La Coruña, 1927; Villa Molina, Ciudad Jardín, La Coruña, 1928; Cine Avenida, Cantón Grande, La Coruña, 1937; Viviendas de alquiler, calle Ramón de la Sagra, La Coruña, 1939; Cine Capitol, calle Ángeles, n.º 5, Betanzos (La Coruña), 1940.

 

Bibl.: VV. AA., Rafael González Villar e a súa época, Santiago de Compostela, Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG), 1975; X. L. Martínez Suárez y X. Casabella López, Catálogo de Arquitectura. La Coruña, 1890-1940, La Coruña, COAG, 1989, pág. 240; A. Garrido Moreno, El arquitecto Rafael González Villar, La Coruña, Diputación Provincial, 1998; “Rafael González Villar”, en Artistas Gallegos. Arquitectos. Arquitectura modernista, ecléctica e rexionalista, Vigo, Nova Galicia edicións, 2002, págs. 19-57.

 

Jesús Ángel Sánchez García

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