Fito Zapatero, Tomás. Fuentesecas (Zamora), 15.VIII.1850 – Madrid, 12.IV.1905. Agustino (OSA), comisario procurador en la Corte.
Nació el 15 de agosto de 1850 en Fuentesecas (Zamora). Hijo único del matrimonio formado por Florencio y Vicenta.
A las puertas del Real Colegio Seminario de Agustinos de Valladolid llamó siguiendo su impulso de ingresar en la vida regular. El rector fray Manuel Díaz le dio la librea agustiniana el 30 de julio de 1866.
Su profesión solemne la emitió en el monasterio de Santa María de La Vid (Burgos), el 13 de noviembre de 1871, ante el prior fray Fernando Magaz.
A la vera del Pisuerga inició su carrera eclesiástica, pero la concluyó en Filipinas. Tonsurado con las órdenes menores, se embarcó en el vapor San Buenaventura, que zarpó de Cádiz el 4 de junio de 1872 y atracó en Manila el 27 de julio siguiente.
Sus primeros esfuerzos se encaminaron a culminar su preparación teológica y luego a imponerse en la lengua pampanga, región a la que fue destinado, concretamente al pueblo de Malagang, para ejercer la cura pastoral. Luego pasó a la villa de Tarlac (1875), donde alzó el convento y comenzó la edificación de la iglesia con materiales fuertes. Según testimonio del polígrafo Santiago Vela, pasó “dejando en ambos pueblos gratísimos recuerdos de su abnegación y apostólico celo por el bien de sus administrados”.
La obediencia le puso alas para regresar a la Península como prior del monasterio de La Vid (Burgos) (1883-1885), a orillas del Duero, donde llevó una vida a la vez quieto y en marcha, acorde con el verso machadiano, conjugando el ambiente retirado de aquel claustro con el impulso de los estudios de los candidatos agustinos que se preparaban para afrontar un futuro retador.
En 1885 fue nombrado director del Colegio Alfonso XII en El Escorial y luego presidente de la Casa- Enfermería de Gracia, en Barcelona. Su experiencia en el trato con los jóvenes y su simpatía pesaron a la hora de elegirle maestro de novicios del Real Seminario de Valladolid (1889-1897).
En 1897 pasó a integrar los cuadros de mando de la provincia de Filipinas y fue nombrado comisario procurador en la Corte de Madrid, definidor y a gozar del título de exprovincial, desempeñándolos todos ellos con aquel celo que era de esperar de su ilustración y las relevantes dotes de gobierno que le adornaban.
En esta última época publicó dos Estados generales de los Religiosos Agustinos Calzados de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús en Filipinas, con algunas repeticiones y lagunas, pero que en conjunto constituye una exposición documentada de los trabajos de dicha congregación religiosa en la Península y en el archipiélago magallánico, destacando la reseña del impulso literario y científico dado por los agustinos en Filipinas, que contaban con ciento cincuenta y seis escritores entre historiadores, estadistas, gramáticos, etnógrafos y literatos. Los periódicos madrileños La Época y El Universo se hicieron eco de estas publicaciones y refrendaron que “todos los que han escrito sobre Filipinas, tanto nacionales como extranjeros, han tenido que acudir a los escritores agustinos, de cuya Orden han hecho, incluso los más hostiles a la Iglesia y a la vida monástica, los mayores elogios”.
En su cometido como comisario-procurador, en abril de 1898 firmó un valiente documento, junto a otros representantes de las órdenes religiosas, en el que protestaban por la campaña de desprestigio que contra tales corporaciones se estaba llevando a cabo en Filipinas ante la pasividad del Gobierno.
Su muerte acaeció en Madrid el día 12 de abril de 1905.
Bibl.: E. Jorde, Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila, Tipografía Colegio de Santo Tomás, 1901, pág. 569; “Adm. R. P. ExProv. Fr. Thomas Fito”, en Analecta Augustiniana, 1 (1905-1906), págs. 80-81; G. de Santiago Vela, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, II, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del S. C. de Jesús, 1915, págs. 498-500; M. Merino, Agustinos evangelizadores de Filipinas (1565-1965), Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del S. C. de Jesús, 1965, pág. 161.
Jesús Álvarez Fernández, OSA
