Llorente, Juan José. ?, p. m. s. xviii – Logroño (La Rioja), 12.VI.1794 ant. Maestro de capilla, arpista y organista.
A pesar de que no se conserva ninguna composición de este autor, son varios los datos que confirman que debió de ser un apreciado maestro de capilla, estimado por los cabildos eclesiásticos de La Rioja y comarcas cercanas, donde ejerció su profesión. En la colegiata logroñesa de Santa María (La Redonda), sustituyó en el magisterio de capilla de la colegiata a José Arbeo, fallecido en diciembre de 1748. A la muerte de éste, el Cabildo nombró maestro de capilla interino a Manuel Ladrón de Guevara, hasta que en 1749 se celebraron oposiciones para ocupar la vacante. A ellas, acudieron dos opositores, aunque el Cabildo se inclinó finalmente por Llorente “por ser de más manejo en el órgano, más hábil y hecho en la composición y bastante en el arpa”, instrumento en el que el otro opositor, Miguel Jimeno, no tenía manejo alguno, a pesar de reconocer sus conocimientos en composición y órgano. Este dato parece confirmar, en un momento de franca decadencia del arpa, instrumento que había sido fundamental en la interpretación de la música religiosa a lo largo de todo el Barroco peninsular, la pervivencia de dicha práctica en la iglesia logroñesa. A Llorente se le nombró maestro de capilla con un salario de 200 ducados y la obligación de enseñar Canto Llano y Canto de Órgano a los tiples de la capilla, así como la de enseñarles igualmente a tocar el órgano “aun cuando estén de muda”.
A partir de este momento se le encuentra como censor de diversas oposiciones a magisterio de capilla; a la catedral de Santo Domingo de la Calzada acudió para censurar los ejercicios de oposición convocados a la muerte de Andrés Bas. Su informe al respecto fue leído en Cabildo el 5 de febrero de 1763 y se le dieron 97 reales de ayuda de costa por su trabajo. De esta oposición resultó elegido Diego Pérez del Camino, quien ocupó el magisterio hasta 1763. En 1772 fue llamado a juzgar los ejercicios al magisterio de la concatedral de Soria, y aunque no pudo acudir por hallarse enfermo, sí que lo haría en 1781, quedando en esta ocasión el Cabildo soriano muy satisfecho por su labor.
Durante su magisterio logroñés, debió de tener ciertos problemas con algunos miembros de la capilla, ya que en numerosas ocasiones las actas registran cómo se dirigió al Cabildo, solicitando que sus amonestaciones fuesen atendidas. De este modo, en mayo de 1770, acusó a algunos miembros de la capilla de pretender arrebatarle su puesto, incluida la enseñanza de los tiples, a lo que el Cabildo respondió con una llamada al orden, ratificando a Llorente en sus obligaciones.
Su fallecimiento se produjo hacia mediados del año 1794, ya que el 12 de junio de ese año su viuda dirigió un memorial a los capitulares, señalando los muchos y buenos servicios que su difunto marido había hecho a esta iglesia, y solicitó que se le concediese alguna cosa diaria en calidad de viudedad. El Cabildo, agradecido al maestro por su larga labor, y “supuesto ser cierto lo que en el memorial se exponía”, le concedió dos reales diarios. Tras su muerte, el magisterio logroñés fue ocupado por Julián Prieto, quien renunció al mismo en 1794, siendo sustituido por el gran Mateo Albéniz.
Bibl.: J. López-Calo, La música en la catedral de Santo Domingo de La Calzada, Logroño, Consejería de Educación, Cultura y Deportes, 1988; J. Garbayo, “Llorente, Juan José”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. VI, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, pág. 966; M. Sáez de Ocáriz y Ruiz de Azúa, La música en los archivos de la Catedral de Santo Domingo de la Calzada (siglos xvi-xix), Logroño, Asociación Pro-Música Fermín Gurbindo, 2001.
Javier Garbayo Montabes
