Arroyo Villaverde, Trinidad. Palencia, 26.V.1872 – Ciudad de México (México), 28.IX.1959. Oftalmóloga.
Fue una de las primeras mujeres que hizo el bachiller en su ciudad natal antes de estudiar medicina en la Universidad de Valladolid, donde fue alumna libre entre 1889 y 1895. Cuando comenzó sus estudios universitarios catorce mujeres habían obtenido ya títulos universitarios en España, la mitad de ellos en Medicina.
Su trayectoria académica estuvo facilitada por el apoyo de su familia. Su padre, propietario de una tintorería, solventó con éxito las trabas administrativas que, desde 1888, encontraba cualquier mujer para estudiar en la universidad, y su hermano Benito fue su compañero de estudios tanto en Valladolid como en Madrid, donde ambos realizaron sus estudios de doctorado en 1895.
Trinidad empezó en Madrid su formación oftalmológica con el doctor Santiago de los Albitos y Fernández (1845-1908), director desde 1877 del Asilo de Santa Lucía y profesor en la Escuela Libre de Oftalmología del Instituto Oftálmico Nacional. Según manifestó ella misma en una entrevista en 1912, el gusto por la oftalmología se le había despertado mientras cursaba en Valladolid la asignatura de Cirugía del profesor Sagarra Lascurain. La cirugía la atraía, pero creía que, a diferencia de la oftalmología, las convenciones sociales le impedirían, por ser mujer, practicarla y gozar de una buena clientela. En 1896 defendió su tesis de doctorado acerca del efecto de ciertos preparados para uso oftalmológico sobre el normal funcionamiento de la musculatura ocular y fue la tercera y última tesis de autoría femenina leída en España durante el siglo XIX.
Con esta primera investigación inició una línea de trabajo propia sobre los efectos analgésicos del clorhidrato de codeína y la dionina, cuyos resultados publicó en revistas y actas de congresos especializados.
En 1898 regresó a su ciudad natal, donde abrió consulta de oftalmología con su hermano y comenzó una exitosa práctica que se extendió por pueblos y ciudades cercanos, adonde se desplazaba periódicamente para operar. Contrajo matrimonio en 1902 con el doctor Manuel Márquez (1872-1962), un compañero de estudios que se inició en la oftalmología gracias a su influencia y que, en 1911, llegó a ser el primer catedrático de esta especialidad en la Universidad Central (Madrid). A partir de su matrimonio, Trinidad Arroyo comenzó a presentarse públicamente y a firmar sus trabajos como Trinidad Arroyo de Márquez. Junto con su esposo mantuvo en Madrid una floreciente consulta privada entre 1911 y 1936, al tiempo que compartían su actividad docente universitaria y su trabajo asistencial. Arroyo fue profesora auxiliar en la Facultad de Medicina y, de hecho, la primera mujer miembro de su claustro.
Trabajó también en el Real Hospital del Buen Suceso y en el Consultorio de Niños de Pecho y Gota de Leche de Madrid.
Fue una de las primeras mujeres que gozó en España de una práctica médica larga y reconocida. Asumió su carácter de precursora apoyando muchas iniciativas a favor de la mejora social y la educación sanitaria de las mujeres. Fue fundadora del Lyceum Club de Madrid, presidenta de honor de la Asociación de Médicas Españolas que fundara Elisa Soriano Fischer en 1928, y colaboradora científica de la revista La Medicina Social Española (1916-1920) en su sección “Notas feministas: De la mujer para la mujer” que dirigía la ginecóloga valenciana Concepción Aleixandre (1862-1952).
En junio de 1936 inició, junto a su esposo, un éxodo que los llevó a Valencia y Barcelona para concluir en México en 1939. Allí continuó practicando su especialidad y viajó una sola vez a España, en 1955, para legar todos sus bienes a una fundación de apoyo a estudiantes de bachiller en Palencia y a estudiantes de medicina en Valladolid.
Obras de ~: Músculos intrínsecos del ojo en estado normal y patológico: acción de los medicamentos, memoria de doctorado, Madrid, Establecimiento Tipográfico del Hospicio, 1896; “Notas clínicas: Sobre la adrenalina en oftalmología”, en Archivos de Oftalmología Hispano Americanos (AOHA), 2 (1902), págs. 372- 373; “Sobre la analgesia ocular local producida por el clorhidrato de codeína sobre el ojo”, en AOHA, 10 (1910), págs. 142-143; “Del empleo preferente de la atropina en las úlceras corneales”, en M. Márquez y T. Arroyo de Márquez, Trabajos oftalmológicos: comunicaciones presentadas a los congresos II Español de Cirugía [...], XI Internacional de Oftalmología [...] y XVI Internacional de Medicina [...], Madrid, Casa Vidal, c. 1910.
Bibl.: M. G. García del Carrizo, “Aproximación a una palentina ilustre: doctora Trinidad Arroyo de Márquez”, en VV. AA., Actas del II Congreso de Historia de Palencia, t. IV, Palencia, Diputación Provincial, 1990, págs. 71-80; C. Flecha García, Las primeras universitarias en España: 1872-1910, Madrid, Narcea, 1996; A. de Juan castrillo, La colegiación femenina. Las primeras mujeres del Colegio Médicos de Palencia, Palencia, Colegio Oficial de Médicos, 1998; C. López de Letona, Trinidad Arroyo Villaverde y la oftalmología española, San Sebastián, Instituto Universitario de Oftalmología Aplicada, 1999; L. E. Otero Carvajal, “La destrucción de la ciencia en España”, en Historia y comunicación social, n.º 6 (2001), págs. 149-186.
Teresa Ortiz Gómez
