Ayuda

Ángel Rodríguez Prada

Biografía

Rodríguez Prada, Ángel. Cobreros (Zamora), 24.II.1859 – Aldaz (Navarra), 21.X.1935. Agustino (OSA), profesor, publicista, astrónomo, director del Observatorio Astronómico Vaticano.

Abrió los ojos a la vida en el pueblo sanabrés de Cobreros (Zamora) y fueron sus padres Vicente e Ignacia. En una idílica casona del campo sanabrés nació en 1859, en el seno de una familia de labradores. Todavía hoy es visible la construcción, de fábrica de sillares del siglo XVIII, junto de la calle Principal de la localidad, en dirección a Avedillo de Sanabria, orientación sudeste; a la construcción principal se han ido integrando otras sin desvirtuar el carácter original. Todas ellas pertenecen aún a los descendientes de un hermano de José y Ángel Rodríguez de Prada.

Sus padres, Vicente e Ignacia, le educaron en la fe cristiana. Prudente y juicioso desde su infancia, se inclinó por los derroteros de la vida consagrada ingresando en el Real Colegio Seminario de los Filipinos de Valladolid, donde emitió su primera profesión el 7 de agosto de 1879.

A la ribera del Pisuerga comenzó sus estudios filosóficos, pero se trasladó al Monasterio de Nuestra Señora de La Vid (Burgos) para cursar la Teología. Su formación eclesiástica la alternó con su afición a las estrellas, lo que le llevó a montar una estación meteorológica en el Convento vitense. Y así nació su primero ensayo Descripción de los extraños fenómenos crepusculares que presentó en 1884 en el Certamen convocado por la Academia Gaditana de Ciencias y Artes y mereció el aplauso de los asistentes.

En junio de 1884 recibió el presbiterado y concluyó el currículo teológico y fue destinado al Colegio Alfonso XII para explicar Matemáticas. Simultaneó la docencia a los jóvenes con la carrera de Ciencias Físico- Matemáticas, en la que se doctoró el año 1892.

Con este título y el de lector de provincia (1891) pasó a Valladolid y luego a la Universidad de María Cristina.

Son años fecundos en investigación que reconocerá la Sociedad Astronómica de Francia al nominarle como miembro.

En 1895 se afilió a la recién erigida provincia matritense, de la que fue nombrado definidor. En 1896 fue destinado a Guernica para activar las obras de construcción e inaugurar dicho colegio, en el que, con ayuda de la Diputación Provincial, logró instalar también un observatorio meteorológico. Allí escribió La religiosa en soledad (1897), unos ejercicios espirituales inspirados en los que impartiera el agustino italiano Nicola Chiesa en Salamanca. De aquella época son también sus artículos en la Revista Agustiniana, que aunaban rigor científico con carácter divulgativo. Por aquellos años su hermano José fue destinado a Filipinas, lo que motivó una interesante relación epistolar entre ambos.

De su pluma, afirma J. Rodrigo, siguen saliendo “artículos claros y sabrosos sobre cuestiones científicas en la Revista Agustiniana y luego en La Ciudad de Dios, de la que fue algún tiempo director [1906]; tratados de cuestiones varias, todas importantes, expuestas con acierto y ánimo de hacerlas asequibles a la mayoría de los hombres no versados en esos estudios; su actividad pasmosa en publicar trabajos en que resplandece la luz del sabio y la fe del creyente, llevan el nombre del padre Ángel Rodríguez a centros intelectuales de España y el Extranjero y, de un modo particular, a las esferas del Vaticano”. Fue en noviembre de 1898, con apenas 39 años, cuando el papa León XIII lo nombró director del Observatorio del Vaticano, estando al frente de la Specola Vaticana siete años y dando a la imprenta estudios importantes. Sucedía en el cargo a nada menos que el famoso barnabita italiano Francesco M. Denza, artífice de la refundación de la Specola Vaticana, en 1891, tras su confiscación en 1870 por el naciente reino de Italia. Le avalaba su reputación científica, basada en sus obras y en las prestigiosas sociedades a las que pertenecía.

Aquella nueva responsabilidad fue la plataforma que permitiría la proyección internacional de sus trabajos. Bajo su dirección. el centro, recién instalado en la Torre de los Vientos, aumentó la fiabilidad de sus predicciones meteorológicas y las teorías de Rodríguez de Prada sobre la previsión del tiempo fueron mundialmente reconocidas.

Su condición de español en un entorno italiano le valió algunas rivalidades que, por cansancio, motivaron su renuncia al cargo en 1905, máxime tras el fallecimiento de su valedor, el propio papa. Le sucedió en 1906 el jesuita norteamericano Johann G. Hagen, venido desde la Universidad de Georgetown. Aun así, lo dejó todo preparado para que en 1909 se instalara en la torre adyacente al palacete de León XIII una cúpula de 8,8 metros.

En 1901 prologó el libro de su hermano Memorias de un prisionero durante la revolución filipina, en el que José Rodríguez de Prada relataba sus vivencias durante la revolución filipina de 1896-1898.

Fue el superior general de los agustinos quien solicitó sus servicios y le destinó a España en 1905. Tres años más tarde presidió el capítulo de su provincia y en 1910 se le despachó el título de comisario general de los agustinos de Polonia, por lo que viajó a Cracovia para convivir y afrontar con los agustinos polacos tiempos arduos. Ese mismo año fue recibido como miembro de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias. También lo era de la Sociedad Agrícola de Palencia. En 1913 tornó a El Escorial y en 1916 repitió cargo de director en el Colegio de Guernica.

El Septentrión fue escenario de los últimos años de su vida, pues en 1920 pasó a la residencia agustiniana de Portugalete (Vizcaya) y al año siguiente al pueblo navarro de Aldaz como capellán de las agustinas contemplativas del Convento de la Santísima Trinidad.

Los últimos catorce años de su vida los pasó al abrigo del retiro y la quietud de aquella capellanía de clausura. Lejos del mundanal ruido, sus aportaciones literarias se centraron en el campo de la espiritualidad e historia agustinianas. Falleció en Aldaz el 21 de octubre de 1935, “junto al sagrario de un convento modelo de monjas agustinas, sirviéndolas de capellán con toda solicitud y amor de padre”.

Hoy en día, en un antiguo corral de la casa familiar de Cobreros, junto con otros enseres personales”, se guarda aquel antiguo baúl de madera que le acompañó en sus viajes por todo el mundo.

 

Obras de ~: Atracción universal. Discurso leído en el ejercicio del Doctorado en la Sección de Ciencias Físico-matemáticas, Valladolid, 1892; Cuestiones científicas, Valladolid-Madrid, 1892; Elementos de Matemáticas: Aritmética, Valladolid-Madrid, 1893; Elementos de Matemáticas: Álgebra, Valladolid-Madrid, 1893; Elementos de Matemáticas: Geometría, Valladolid- Madrid, 1893; Climatología. Estudio del clima de Valladolid, según las observaciones meteorológicas efectuadas en el Observatorio de los PP. Agustinos Filipinos, desde el año 1878 al 1892, Madrid, 1894; La Religiosa en soledad. Ejercicios espirituales tomados de los que para religiosos escribió el M. R. P. M. Nicolás Chiesa, Agustino, Salamanca, 1897; “Prólogo”, a J. Rodríguez de Prada, Memorias de un prisionero durante la revolución filipina, 1901; Publicazioni della Specola Vaticana, Roma, Tip. Vaticana, 1905; 3 vols.; La creación del mundo según san Agustín, intérprete del Génesis, Madrid, 1906; Breve estudio acerca de los movimientos de traslación de las Depresiones barométricas en el SW de Europa, Madrid, 1908; El terciario de la Orden de San Agustín. (Extracto del Manual de los Terciarios de la Orden Agustiniana), El Escorial, 1915; Estudio comparativo del estado atmosférico de Europa, día a día, según un período de 20, desde el 1º de septiembre de 1913 al 20 de enero de 1914, Madrid, Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, 1917; Sobre el clima de Vizcaya, según los datos recogidos en el Observatorio de PP. Agustinos del Colegio de Guernica, Madrid, 1919; El problema de los períodos geológicos, glaciales e intermedios, durante la época cuaternaria, Madrid, Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, 1919; Resumen de las profecías, símbolos y figuras del Antiguo Testamento, referentes a Jesucristo y su Iglesia, cotejadas con su cumplimiento según el Testamento Nuevo, Pamplona, 1923; Sobre la teoría relativista propuesta por el Dr. A. Einstein, Madrid, 1923; Curso elemental de astronomía, El Escorial, 1927; La M. R. Madre Josefa de la Presentación, fundadora de las Agustinas Ermitañas de la Sma. Trinidad de Aldaz, Pamplona, 1927; La Orden Agustiniana durante quince siglos. Flores y frutos espirituales cultivados en el jardín eremítico, Pamplona, 1927; El Libro Manual de los Hermanos Legos y de las Hermanas de Velo Blanco de la Orden Agustiniana, Logroño, 1928; Una gloria vallisoletana. Resumen de la vida y virtudes de la Sierva de Dios R. M. Agustina de la Consolación Sáez, natural de Valladolid, Reformadora de la Comunidad y Monasterio de Agustinas de Sancti Spiritus, de Valladolid (12 de Abril de 1847: + 27 de Septiembre de 1910), El Escorial, 1929; Premio y recuerdo del amor de Jesús a los niños de primera comunión. Conferencia dedicada a los mismos, El Escorial, 1934; Visiones sobrenaturales de la R. M. María de los Dolores de Jesús y Urquía, Religiosa del convento de Agustinas de Aldaz (Navarra), El Escorial, 1935.

 

Bibl.: E. Jorde, Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila, Tipografía del Colegio de Santo Tomás, 1901, págs. 781-784; G. de Santiago Vela, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, VI, Madrid, Imprenta del Colegio de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1922, págs. 639-650; Analecta Augustiniana, 15 (1933-1936), págs. 244-245; J. Rodrigo, “El P. Ángel Rodríguez”, en Vergel Agustiniano, 8 (1935), págs. 545-547; Ciudad de Dios, 178 (1965), págs. 668-680; A. Manrique, “Rodríguez de Prada, Ángel”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, III, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1973, pág. 2105; S. Folgado, “La producción literario-cultural de los agustinos en el Real Colegio de Estudios Superiores María Cristina del Escorial (1892-1985). Índice bibliográfico”, en Anuario Jurídico Escurialense, 17-18/II (1985), págs. 468-478; I. Rodríguez y J. Álvarez, Labor científico-literaria de los agustinos españoles (1913-1990), t. I, Valladolid, Estudio Agustiniano, 1992, págs. 460-465; J. Rúa, “Ángel Rodríguez de Prada”, en Diario de León, 11 de abril de 1995; M. González, Autores Agustinos de El Escorial. Catálogo bibliográfico y artístico de los religiosos de la Provincia Agustiniana Matritense (1895-1995) (=Biblioteca “La Ciudad de Dios”), El Escorial, Ediciones Escurialenses, 1996, págs. 903-922; H. Ramos Pérez, “Fray Ángel Rodríguez de Prada”, en La opinión de Zamora, 1 de febrero de 2010; S. Rodríguez López-Ros, “Un astrónomo sanabrés en el Vaticano”, en La Opinión de Zamora, 27 de septiembre de 2015, págs. 1-3; A. V. Carrascosa, “Católicos y científicos: Ángel Rodríguez de Prada”, en Revista Ecclesia, 27 de diciembre de 2018 [en línea], disponible en https://www.revistaecclesia.com/catolicos-y-cientificos-angel-rodriguez-de-prada-osa-por-alfonso-v-carrascosa-cientifico-del-csic/; S. Rodríguez López-Ros, “Ángel Rodríguez de Prada”, en Vislumbres de España, Italia e Iberoamérica, Roma, Embajada de España en Italia, 2020, págs. 249-253; S. Rodríguez López-Ros, “Ángel Rodríguez de Prada, director del Observatorio Astronómico del Vaticano en el siglo XIX-XX”, en Anuario del Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, 35 (2020), págs. 245-254.

 

Jesús Álvarez Fernández, OSA

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares