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Ricardo Duque de Estrada Martínez de Morentin

Biografía

Duque de Estrada Martínez de Morentin, Ricardo. Conde de la Vega del Sella (VIII). Pamplona (Navarra), 11.I.1870 – Nueva de Llanes (Asturias), 28.IX.1941. Naturalista, prehistoriador (descubrió y sistematizó la cultura asturiense) y político.

Sus padres, Ricardo Duque de Estrada Bustamante, VII conde de la Vega del Sella, concejal del Ayuntamiento de Tolosa (Guipúzcoa) (1869), cuya corporación municipal se había adherido a la causa revolucionaria del momento, y Francisca Martínez de Morentin Galarza, hija de Antonio Martínez de Morentin Arrevillaga (1816-1873), abogado y significado en Pamplona por sus cargos políticos desde el partido liberal; en 1872 son perseguidos por sus ideas e incluso ocupada su residencia de Tolosa por don Carlos y su Cuartel General, viéndose urgidos a exiliarse en Bayona (Francia), cuando Ricardo apenas tiene dos años. Estudió en el Colegio de Saint Bernard, de manera que su primera lengua y formación fue francesa, lo que le benefició para su posterior carrera de investigador, pues la ciencia prehistórica era pionera en Francia. En 1876 falleció su padre. La madre sola tuvo que hacer frente a la educación de su hijo y sus dos hermanas, pero sin dificultades económicas.

Cuando Ricardo tenía alrededor de quince años, la familia retornó a España y fijó su residencia en San Sebastián, donde el joven conde obtuvo el título de bachillerato, que le permitió estudiar Derecho en la Universidad de Oviedo, licenciándose en julio de 1883. Nunca ejerció la abogacía.

Los años de universitario marcaron definitivamente su vocación y su vinculación a Asturias. Compaginó su carrera universitaria con el estudio de la climatología, zoología y botánica e incluso llevó a cabo experimentos agrícolas, sin escatimar esfuerzos ni medios económicos. Realizó numerosos viajes científicos a Francia, Bruselas y Noruega y formó una biblioteca con volúmenes de aquellos temas que le interesaban.

Todo ello con la incomprensión de su familia y entorno, que juzgaban debería hacer algo de más relevancia social. Fijó su residencia y centro de estudios en Nueva de Llanes que, años más tarde, sería lugar de encuentro de geólogos y prehistoriadores españoles y extranjeros atraídos por su persona e investigaciones.

Contrajo matrimonio en 1901 con María del Rosario Vereterra y Armada, marquesa de Gastañaga y Deleitosa, que aceptó el modo de vida y dedicación de su marido. Los inviernos los pasaba en Oviedo y esto le permitió dedicarse a la política regional desde el partido conservador, siendo diputado provincial por el distrito de Llanes-Cangas de Onís (1904, 1905 y 1909), vicepresidente de la Diputación Provincial de Oviedo (1907) y presidente (1909), y senador por la provincia de Oviedo (1914). Pero la política no consiguió apartarle de su verdadera vocación ya determinada por la prehistoria. Años más tarde pasó a vivir en Madrid durante el período escolar.

En 1912 se creó la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas (CIPP) dependiente de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, figurando, desde sus inicios, el conde de la Vega del Sella —que en el ámbito de la ciencia utilizó su título de nobleza, creado por Felipe IV en 1647— entre sus miembros; hecho decisivo para el nacimiento de la prehistoria como ciencia en España.

Eduardo Hernández-Pacheco, Juan Cabré Aguiló, Ignacio Bolívar Urrutia y el dibujante Francisco Benítez Mellado, a quienes en 1914 se unió el alemán Hugo Obermaier, formaron una comunidad científica que descubrió, excavó y estudió yacimientos paleolíticos en Asturias y Cantabria, entre otras zonas de la Península. La comisión tuvo un medio de divulgación propia, las Memorias, publicaciones de los resultados de las investigaciones. En ellas está editada la mayor parte de las investigaciones del conde, que logró descubrir la secuencia cultural del Paleolítico cantábrico más completa, hasta el momento, a partir de la excavación de Cueto de la Mina, Posada de Llanes (Asturias) (1014-1915) y además la dio a conocer en el Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, celebrado en Valladolid en 1915 y estableció la correlación con el Paleolítico francés. Asimismo, definió una cultura nueva preneolítica, que denominó Asturiense. Entre los cargos que desempeñó figuran los de presidente de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, profesor honorario del Museo Nacional de Ciencias Naturales, vocal del Patronato de Historia Natural y del Patronato para el Fomento de las Bibliotecas, Archivos y Museos Arqueológicos. A su muerte, la Real Academia de la Historia hizo constar en acta (Oficio de 4 de octubre de 1941) “su sentimiento por la pérdida de tan ilustre historiador”.

 

Obras de ~: con E. Hernández-Pacheco y J. Cabré, Las pinturas rupestres de Peña Tú, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1914 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 2); La Cueva del Penicial (Asturias), Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1914 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 4); “Avance al Estudio del Paleolítico Superior en la Región Asturiana”, en Actas del Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias (Valladolid, 1915), Madrid, 1915, págs. 139-160; con E. Hernández- Pacheco, H. Obermaier y P. Wernet, Nomenclatura de voces técnicas y de instrumentos típicos del Paleolítico, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1916 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 10); Paleolítico de Cueto de la Mina (Asturias), Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1916 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 13); con H. Obermaier, La Cueva del Buxu (Asturias), Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1918 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 20); El Dolmen de la Capilla de Santa Cruz (Asturias), Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1919 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 22); El Paleolítico de Cueva Morín (Santander) y Notas para la climatología Cuaternaria, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1921 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 2. Serie Prehistórica); “Cultivo de patatas en tierra de brezo”, en Asturias Agraria, 5 (1922) págs. 66-69; El Asturiense. Nueva industria preneolítica, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1923 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 32. Serie Prehistórica); “El Cuaternario y su Climatología”, en Boletín del Centro de Estudios Asturianos, 7 (1925), págs. 35-50; 8 (1925), págs. 42-55; “La transición al Neolítico en la Costa Cantábrica”, en Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, IV (1925), págs. 165-172; “La piedra dolménica de Pola de Allande (Asturias)”, en Jahrbuch für Prähistorische & Ethnographiche Kunst (1926), págs. 55-63; Teoría del glaciarismo cuaternario por desplazamientos polares, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1927 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 35. Serie Paleontológica, n.º 7); “La industria asturiense y el ídolo prehistórico de Peña Tú”, en Ibérica, XXVII. 683 (1927), págs. 392-393; “El problema que plantea a la economía asturiana la competencia de las manzanas de California”, en Diario Región (Oviedo), 24 de febrero de 1929; “El Museo Etnográfico. Dice el Sr. Conde de la Vega del Sella”, en Diario El Carbayón (Oviedo), 25 de febrero de 1929; “El diagnóstico de las pinturas rupestres”, en Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural, XV (1929), págs. 781-789; “Los enterramientos de Cañada de Alba”, en Actas y Memorias de la Real Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, VII (1929), págs. 19- 22; Las Cuevas de La Riera y Balmori (Asturias), Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1930 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 38. Serie Prehistórica); “Asturienses, capsienses y vascos”, en Homenagen a Martins Sarmento. Guimarâes, 1933, págs. 405- 410; “La Gruta de Contencher, estación Musteriense (estudio bibliográfico)”, en Las Ciencias, I, 2 (1934), 8 págs. (tirada aparte); “Consideraciones al trabajo de A. Dubois y H. G. Stehlin (La Grotte de Contencher station moustérienne”, en Las Ciencias, II, 1 (1935), 9 págs. (tirada aparte); “Les peintures rupestres schématiques de la Peninsule, t. III (Sierra Morena) (recensión), en Las Ciencias, II, 1 (1935); La Cueva del Penicial y El Asturiense, ed. de M.ª del C. Márquez Uría, Gijón, Auseba, 1991.

 

Bibl.: E. Hernández-Pacheco, “Estado actual de las investigaciones en España respecto a Paleontología y Prehistoria”, en Actas del Congreso de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias (Valladolid, 1915), t. 1, Madrid, 1915, págs. 117-176; H. Obermaier, El hombre fósil, Madrid, Museo Nacional de Ciencias Naturales, 1915 (trabajos de la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas, 9) (ed. dedicada al conde de la Vega del Sella); h. Breuil, “Vega del Sella, Conde de la. Paleolítico de Cueto de la Mina (Asturias) (recensión)”, en L’Anthropologie, 28 (1917), págs. 446- 449; E. de Eguren y Bengoa, Discuso leído en la Solemne Apertura del Curso Académico de 1919-20, Oviedo, Est. Tipográfico de Adolfo Brid, 1919; H. Breuil, “Nomenclatura de voces técnicas y de instrumentos típicos del Paleolítico (recensión)” y “Vega del Sella, Conde de la. El Paleolítico de Cueva Morín, y Notas para la climatología cuaternaria” (recensión), en L’Anthropologie, 33 (1923), pág. 576 y 210-211, respect.; E. Jalhay, “Uma nova teoria sôbre o glaciarismo cuaternario”, en Brotéria (1927), págs. 71-88; R. de Serpa Pinto, “Vega del Sella, Conde de la. Teoría del glaciarismo cuaternario por desplazamientos polares (recensión)”, en Trabalhos de Sociedade Portuguesa de Antropología e Etnologia, IV (1928), págs. 96- 97; C. Suárez (Españolito), Escritores y artistas asturianos. Índice bio-bibliográfico, t. III, Madrid, Imprenta Sáez, 1936; J. Martínez Santa-Olalla, “El Conde de la Vega del Sella”, en Atlantis, Actas y Memorias de la Sociedad Española de Antropología, Etnografía y Prehistoria, XVI, 3-4 (1941), págs. 402- 405; E. Hernández-Pacheco, “El Conde de la Vega del Sella (Homenaje póstumo)”, en Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, XL (1942), págs. 173-184; R. Menéndez Pidal (dir. e intr.), Historia de España, t. I, Madrid, Espasa Calpe, 1947; M. C. Márquez Uría, “Trabajos de campo realizados por el Conde de la Vega del Sella”, en Boletín del Instituto de Estudios Asturianos, 83 (1974), págs. 811-831; “El Conde de la Vega del Sella (1870-1941) y la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas en 1907-1987”, en J. M. Sánchez Ron (coord.), La Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones científicas 80 años después, vol. II. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1988; M. C. Márquez Uría, “Obermaier y el Conde de la Vega del Sella, el paradigma científico”, en A. Moure Romanillo (ed.), El hombre fósil 80 años después. Homenaje a Obermaier, Santander, Universidad de Cantabria, 1996.

 

María del Carmen Márquez Uría

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