Sallés Barangueras, María del Carmen. Santa María del Carmen de Jesús. Vic (Barcelona), 9.IV.1848 – Madrid, 25.VII.1911. Religiosa, fundadora de las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza (RCM), santa.
Segunda de diez hermanos, nació en una familia muy cristiana. Bautizada el 11 de abril de 1848, fue educada en el Colegio La Enseñanza, de Manresa, dirigido por las religiosas de la Compañía de María.
Durante su infancia y adolescencia formó parte de la asociación de Hijas de María y se dedicó a atender ancianos y enfermos. A los dieciséis años de edad manifestó su intención de ser religiosa y quiso ingresar en un monasterio de capuchinas, pero sus padres hicieron todo lo posible para disuadirla e inclinarla hacia el matrimonio, ya que deseaban que se casara con un joven, perteneciente a una familia de la alta industria manresana, que la quería como esposa. Con la ayuda del jesuita padre Antonio Goberna, y siguiendo sus consejos, ingresó en el noviciado de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, de Barcelona, donde comenzó su noviciado el 9 de agosto de 1869, precisamente cuando el mencionado jesuita era director espiritual de esta comunidad; vistió el hábito en 1871, pero no llegó a profesar en ella porque, después de haber reflexionado durante varios meses sobre el misterio de la Inmaculada Concepción, preservada del pecado original desde el principio, pensó que era mejor dedicarse a la educación de las niñas desde su primera infancia.
Siguiendo el consejo de su director espiritual, Sebastián Aliberch Molas (Barcelona, 1834-Vic, 1913), canónigo de Vic, ingresó en 1873 en un instituto dedicado a la educación: las Terciarias Dominicas, fundadas hacía poco tiempo por el dominico beato Francisco Coll, que se llamaron más tarde de la Anunciata, y comenzó un largo período de formación espiritual centrada en la devoción imitativa de María, en el misterio de su Inmaculada Concepción; en la educación como “obra de redención”, basada sobre la prevención; en una cultura lo más amplia posible y en una sólida educación en la fe, para integrar responsablemente a la mujer en la familia y en la sociedad, todo ello con fidelidad total a la jerarquía eclesiástica e integración plena en la vida de la Iglesia. Pero como parecía que esta congregación no tenía una plena configuración jurídica —no vistieron el hábito hasta la Restauración de 1876—, ni, por entonces, el mismo criterio acerca de la educación femenina, decidió separarse de las dominicas en febrero de 1892, y acompañada por tres religiosas que la siguieron —Candelaria Boleda, Emilia Horta y Remedios Pujals—, se trasladó a Madrid, donde se entrevistó con el sacerdote gallego Celestino de Pazos (1855-1898), célebre orador sagrado y polemista, que era deán de Zamora y a quien ya había conocido en Vic y Barcelona. Éste le aconsejó que fundara una nueva congregación y la envió a Burgos, donde era arzobispo su amigo Manuel Gómez Salazar y Lucio Villegas (1824-1893), quien la animó para fundar las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza. Con la bendición del prelado, el 15 de octubre de 1892 se instalaron en una casa que él mismo les facilitó en Burgos; el 7 de diciembre del mismo año aprobó el arzobispo la fundación del nuevo instituto consagrado a la enseñanza de las niñas y a difundir la devoción a la Inmaculada, y nombró a la fundadora superiora general vitalicia.
A pesar de las dificultades iniciales, generadas por su separación de las religiosas de la Anunciata, la nueva fundación se consolidó rápidamente siguiendo dos etapas: primero se establecieron en Burgos, Segovia y Madrid, y se llamaron Concepcionistas de Santo Domingo, debido a la devoción que la fundadora tenía por dicho santo. Pero, posteriormente, cambió el nombre con el de Concepcionistas de la Enseñanza; en fechas más recientes se pasó al que actualmente tienen —Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza—, a la vez que se fueron extendiendo por las zonas más necesitadas de Andalucía y de La Mancha. La congregación recibió la primera aprobación de la Santa Sede el 19 de septiembre de 1908 y el 17 de enero de 1910 fue agregado a la Orden de San Agustín, ya que las religiosas adoptaron la Regla de este santo.
Al morir dejó fundadas trece casas-colegios y admitidas un total de ciento sesenta y seis religiosas. El instituto continuó al extenderse por Brasil, Japón, Estados Unidos y otros países de Hispanoamérica, Asia y África. El 2 de diciembre de 1945, la Santa Sede aprobó temporalmente las constituciones y el 7 de diciembre de 1954 de forma definitiva. El 5 de marzo de 1951 fue abierto el proceso ordinario para la beatificación de la fundadora, ceremonia realizada por Juan Pablo II el 15 de marzo de 1998. El 9 de abril de 1999, el Ayuntamiento de Vic, en sesión plenaria la declaró “Ciudadana Ilustre”.
María del Carmen Sallés fue canonizada por el papa Benedicto XVI en Roma el 21 de octubre de 2012.
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Vicente Cárcel Ortí
