Fernández de Fuenmayor Figueroa, Ruy. Santo Domingo (República Dominicana), 1602 – Caracas (Venezuela), 1651. Militar criollo, general de las Galeras en la isla La Española, gobernador y capitán general de la provincia de Venezuela durante los años 1637 a 1644.
Hijo de Fernández de Fuenmayor y de Juana Figueroa, fue uno de los pocos criollos que obtuvieron la gobernación de Venezuela. Empezó su carrera militar en España, la continuó en Puerto Rico y, vuelto a La Española desempeñó, joven, el cargo de general de las Galeras. Organizó, en 1635, una operación militar por sorpresa contra los bucaneros ocupantes de la isla de la Tortuga, tradicional baluarte de la piratería en las Antillas. Bien organizado el plan de ataque por Fuenmayor, logra un completo éxito y se apodera de la isla, reintegrándola a la Corona de España. Respaldado con este triunfo, viaja a España, y Felipe IV firma el 26 de noviembre de 1636 dos cédulas, con los nombramientos de Fernández de Fuenmayor como gobernador de Venezuela y como capitán general de la provincia de Venezuela. El historiador venezolano J. Llavador (1969) publicó el texto literal de ambas cédulas reales. La más extensa, la de gobernador, comienza de la siguiente forma: “Don Phelipe, etc. Por quanto por haverse cumplido en tiempo porque yo prouei a françisco nuñez Melian por mi governador de la provincia de Venezuela combiene nombrar a persona que le subseda y sirva el dicho cargo de la experiencia partes y calidades necesarias y teniendo consideración a las que concurren en la de vos el capitan Rui fernandez de fuenmayor y a lo bien que aveis servido y esperando que lo continueis en lo que se os encargare con la finalidad cuidado y diligençia que se Requiere tengo por bien y es mi merçed que agora y deaqui adelante por tiempo y espaçio de sinco años mas o menos el que fuere mi voluntad seais mi governador de la provincia de benezuela en lugar del dicho françisco nuñez melian que al presente lo es della demas de los quales sinco años os señalo dos meses para tomar posesion del dicho oficio y an de correr desde el dia que os hiçieredes a la vela en uno de los puertos de Sanlucar de Barrameda o Cadiz para seguir vuestro viaje y que vos y no otra persona alguna useis el dicho cargo en todas las ciudades villas y lugares que al presente estan pobladas y adelante se poblaran en la dicha provincia...”.
Tomó posesión solemne el 28 de octubre de 1637 y halló empobrecida la población por varias causas, según escribió al Rey el 2 de febrero de 1638: la reciente epidemia de viruelas, plagas que destruyen la cosecha de cacao; además, viven con amenaza constante de los piratas. El gobernador luchó contra estas calamidades: aisló a los enfermos; ante la impotencia contra la plaga del campo, se buscó una invocación celestial: Nuestra Señora de las Mercedes, y el domingo 20 de junio de 1639, el cabildo hizo un voto anual. Respecto a los piratas, organizó tropas de mar y tierra (solicitó al Rey cañones, arcabuces, pólvora), pues su estrategia no era defenderse sino atacarlos, ya tenía experiencia en ello. En medio de sus ocupaciones, contrajo matrimonio el 19 de noviembre de 1640 con la gentil caraqueña Leonor Jacinta Vásquez de Rojas, hija de un maestre de campo, descendiente de los fundadores de Caracas.
El 20 de diciembre llega un nuevo obispo, fray Mauro de Tovar, “joven, fogoso, de espíritu invasor, tiránico, fanático [...], con talento, honrado y ambicioso” (L. A. Sucre, 1928). Fernández, a su vez “altivo, orgulloso por sus victorias, investido del poder Real, marino y militar acostumbrado a mandar y ser obedecido”, no toleró invasión en sus competencias, pronto saltó la chispa y sobrevino un rompimiento.
De las personas se pasa a las banderías, y los dos cabildos luchan entre sí; hay una sorda guerra entre dos bandos. Mas, de pronto, a las ocho y media del martes 11 de junio de 1641, la tierra tiembla, se derrumban las casas y templos, mueren más de doscientas personas y hay centenares de heridos; el obispo y el gobernador se portan como héroes, auxilian a las víctimas, recorren la ciudad cuadrillas de salvamento, se construyen rústicos hospitales, ambos cabildos rivalizan en atender a los necesitados. Parecía que la desgracia (“el terremoto de San Bernabé”) había conseguida la paz. No fue así. Se reedificó La Guaira, pero un meditado proyecto de trasladar la ciudad a la sabana del Chacao es impugnado por el obispo en términos casi bélicos. A insultos y pendencias se suceden cárceles y excomuniones. La lucha llega a tal extremo que enterada del escándalo la Audiencia de Santo Domingo, ésta manda a Caracas un juez pesquisidor; la cosa era más grave de lo que se imaginaba la Audiencia. Un asesino pagado, dícese que por el padre Sobremonte, del cabildo eclesiástico, mata al juez a cuchilladas. Se predica en los templos contra Fuenmayor; el alférez Buenaventura de Cabrera promueve un motín contra el gobernador y anima a una multitud: “¡Mátenlo!”.
Se sofoca el motín, se calman los ánimos y, de nuevo, acontecimientos externos hacen parar esta grave situación civil: los piratas holandeses aparecen en el lago de Maracaibo, arrasando las ciudades; allí va el militar Fuenmayor, fleta los barcos necesarios y con dos compañías llega al lago. El enemigo intenta huir y él lo persigue, se refugia en la isla de Bonaire. Fuenmayor lo vence. Al regreso amaga con cañonazos la isla de Curazao y regresa triunfante a Caracas. En diciembre de 1642, La Guaira es atacada por la fuerte escuadra del corsario inglés William Jackson, con un millar de hombres. En la defensa de La Guaira le ayuda el obispo Tovar, que troca la mitra por un casco y aparece al frente de unos clérigos montados en mulas; vencen a los piratas, causándoles pérdidas humanas y de navíos, y los hacen huir. Los dos hombres, incorregibles, a los pocos días mantienen una agria disputa (N. E. Navarro, 1951: 133-135). Cumplido su mandato, Fuenmayor pasa el poder a su sucesor, Marcos Geldre. Se queda a vivir en Caracas y en 1651 muere asesinado por Fernando García, contador de la Real Hacienda.No se sabe cómo sucedió pero hay conjeturas, no demostradas, de que pudo ser en un duelo.
Obras de ~: Auto del Gobernador, 4 de enero de 1643; Respuesta del Obispo, del mismo día, por N. E. Navarro, págs. 133- 135; Relacion de los sucesos de la Armada inglesa que acometio el puerto de la Guaira i defensa que en el se hizo por el General Ruy Fernandez de Fuenmayor [...], Maracaibo, 12 de Abril de 1643, Madrid, Real Academia de la Historia, t. 119-A, fols. 194- 214v. (col. Muñoz) (L. G. Castillo Lara, 1978, págs. 287- 311).
Bibl.: R. M. Baralt, Resumen de Historia de Venezuela [...], vol. I, Paris, Imprenta de H. Fournier y C.ª, 1841, pág. 442; J. de Oviedo y Baños, Historia de la Conquista y Población de la provincia de Venezuela [...], ed. de C. Fernández Duro, Madrid, Luis Navarro, 1884, vol. I, pág. 17, y vol. II, pág. 41; L. A. Sucre, Gobernadores y Capitanes Generales de Venezuela, Caracas, Litografía y Tipografía del Comercio, 1928, págs. 129-137; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, vol. LVII, Madrid, Espasa Calpe, 1929, pág. 1066; N. E. Navarro, Anales Eclesiásticos Venezolanos, Caracas, Tipografía Americana, 1951 (2.ª ed.), págs. 133-135; G. Díaz Manuel, El agresivo Obispado Caraqueño de Don Fray Mauro de Tovar, Caracas, 1956; A. de Egaña, Historia de la Iglesia en la América Española [...], Hemisferio Sur, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, págs. 562-564; M. Briceño Perozo, Documentos para la Historia de la Fundación de Caracas [...], Caracas, Archivo General de la Nación, 1969, págs. 44, 48-50, 58-59, 87, 89, 97-98, 101- 102, 109, 117- 118, 124, 174, 181, 215, 271, 305-306, 326-327, 347, 352, 361, 372-373, 376, 386, 390, 400, 417, 419, 451 y 454; J. Llavador Mira, La Gobernación de Venezuela en el Siglo xvii, Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1969, págs. XIII, 8, 11, 21, 26, 41-42, 47-48, 52, 54-55, 62, 76, 79, 87, 157- 161 y 238; G. Morón, Historia de Venezuela, Caracas, Italgráfica Impresores, Editores, SRL, 1971, vol. III, págs. 147-151, y vol. IV, págs. 179 y 455; L. G. Castillo Lara, Las acciones militares del Gobernador Ruy Fernández de Fuenmayor (1637- 1644), Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1978; VV. AA., Diccionario de Historia de Venezuela, vol. II, Caracas, Fundación Polar, 1988, pág. 163; L. Vaccari San Miguel, Sobre Gobernadores y Residencias en la Provincia de Venezuela (siglos xvi, xvii, xviii), Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1992, págs. 28, 91, 94, 113-114 y 194; VV. AA., Gran Enciclopedia de Venezuela, Caracas, Ediciones Globe, 1998, vol. VIII, pág. 89, y vol. IX, págs. 53 y 55.
Fernando Rodríguez de la Torre