Tineo y Fuertes, Juan Antonio. Galicia, c. 1700 – La Habana (Cuba), 21.VII.1746. Mariscal de campo, gobernador y capitán general de la isla de Cuba desde el 23 de abril de 1746 hasta su muerte, el 21 de julio del mismo año.
“Oriundo de una casa antigua de Galicia”, dice Pezuela, sin más datos. Desde sus primeros años, y poco después de la creación del Regimiento de Guardias Españolas, entró en tan distinguido Cuerpo, estando presente en las campañas de África del Norte, Sicilia y península italiana. Cuando ascendió a capitán de Granaderos, se encontraba ya debilitado por sus heridas y constitución enfermiza. Pronto ascendió a brigadier y se le confió el mando de la plaza de Ceuta, donde rechazó varios ataques de los moros, contrayendo nuevos méritos de guerra. En 23 de noviembre de 1745 fue promovido al empleo de gobernador y capitán general de la isla de Cuba. Proseguía la guerra con Inglaterra y era menester que el marqués de la Ensenada buscara el apoyo de Tineo, a quien estimaba mucho, a pesar de su estado enfermizo. Se dio a la vela y tuvo una muy difícil navegación, arribando a diferentes puertos y variando de ruta por temor a caer en manos de los ingleses. Así que no arribó a La Habana hasta el 23 de abril de 1746, día en que tomó posesión de su cargo.
Por su constitución enfermiza y no poder firmar a causa de su tembloroso pulso se le autorizó, por una gracia especial, a servirse de una estampilla, privilegio al que hasta entonces solamente se había concedido a autorizados y muy contados personajes. Sus dolencias le impidieron desplegar sus singulares cualidades.
Renovó y expidió gran número de patentes de corso.
Apreció de inmediato los numerosos defectos de las murallas y castillos de La Habana, y proyectó su mejora, que no pudo llevar a cabo. Proyectó fundar un hospicio para mujeres recogidas. Al notar que su enfermedad se deterioraba se vio obligado a entregar la gobernación a su teniente rey, el coronel Diego de Peñalosa (véase) el día 5 de julio de 1746.
Tineo se retiró a una quinta llamada de San Juan, sita a una legua de La Habana, propiedad de los religiosos bethlemitas, “y en lugar de mejorarse con la mudanza de aires”, dice Pezuela, falleció allí el 21 del mismo mes. Apenas setenta y cuatro días duró su corto mandato. Consagró las últimas semanas de su vida a dictar para el Rey una memoria sobre las defensas de la plaza, con un plano que hizo levantar, documentos estos que no se han encontrado.
La gobernación de la isla continuó interinamente bajo el mando de Peñalosa hasta que el 9 de julio de 1747 tomó posesión el nuevo gobernador y capitán general de la isla Francisco Cajigal de la Vega.
Bibl.: J. de la Pezuela, Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico, de la Isla de Cuba, vol. I, Madrid, Imprenta del Est. de Mellado, 1863, pág. 191; vol. IV, Madrid, Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, 1866, pág. 593; F. Calcagno, Diccionario Biográfico Cubano, New York, Imprenta y Librería de N. Ponce de León, 1878, pág. 615; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana [...], vol. XVI, Madrid, Espasa Calpe, 1913, pág. 832; P. J. Guiteras, Historia de la Isla de Cuba, vol. II, La Habana, Cultural, 1928 (2.ª ed.), pág. 128; Historia de la Nación Cubana, vol. II, La Habana, Ed. Historia de la Nación Cubana, 1952, págs. 28- 29 y 203; R. Guerra, Manual de historia de Cuba [...], La Habana, Ed. de Ciencias Sociales, 1971, pág. 151.
Fernando Rodríguez de la Torre
