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Juan de Montaño Blázquez

Biografía

Montaño Blázquez, Juan de. España, c. 1600 – La Habana (Cuba), 19.VI.1656. Gobernador y capitán general de la isla de Cuba.

Desde joven se inició en la carrera de las armas, y se encontró en las guerras de Flandes, de Italia y de la campaña de Portugal. Cuando era un veterano, con el grado de mariscal de campo, fue nombrado gobernador y capitán general de la isla de Cuba, para reemplazar al fallecido Francisco Gelder, tomando posesión de dicho cargo el 8 de junio de 1655 ante el Ayuntamiento de La Habana, que inscribió en su acta la descripción de “Gran soldado” para su nuevo gobernador.

Con Montaño llegó como teniente general y auditor el licenciado Diego Rancel.

En la primavera de 1655, una escuadra inglesa de cincuenta y seis navíos de guerra, mandada por William Penn, con cuatro mil soldados regulares mandados por el coronel Venebles, y reforzados con cinco mil filibusteros y un numeroso grupo de barcos de transporte, intentó atacar a la isla de La Española y fue rechazada. Entonces se dirigió a la desguarnecida isla de Jamaica, que contaba con unos mil setecientos vecinos, y no tenía minas ni especiería, y la ocupó por la fuerza de las armas. El ingenuo gobernador, Juan Ramírez de Arellano, salió a recibirles y parlamentar con ellos y cayó muerto de un tiro.

Corría el año 1655. Esta conquista se ha calificado por los historiadores de “vergonzosa”. Llegadas las noticias a Cuba, se aprestó a la defensa. Montaño reunió a los notables y capitulares de La Habana el 10 de septiembre y les anunció que la escuadra inglesa pronto atacaría Cuba. Armó milicias, abasteció castillos, acopió ganado y víveres, pidió dinero a las cajas de México, y expidió cinco patentes de corso, una de ellas a Thomé Rodríguez, nombrado capitán de la gente de mar de la costa del sur de Cuba. El gobernador de Santiago, Pedro Bayona Villanueva, ayudó mucho. Montaño avisó a México y a España del peligro. El virrey de México mandó trescientos infantes y 150.000 pesos fuertes; así Montaño pagó atrasos a sus tropas. No había en Cuba un solo vecino que no viviese armado. Pero el ataque a Cuba no se produjo.

Emprendió la gran obra de las murallas de La Habana, que llevaba veinte años como “plan sin ejecutar”.

Creó un impuesto sobre el vino con tal objeto y pidió caudales a las cajas de México. Madrid le pedía informes sobre fortificaciones de Matanzas, mientras él pedía caudales para las murallas de La Habana.

Montaño cayó enfermo en la Semana Santa de 1656 y, sin nombrar sucesor provisional, falleció el 19 de junio de 1656.

 

Bibl.: A. de Alcedo, Diccionario Geográfico-Histórico de las Indias Occidentales, ó América [...], vol. I, Madrid, Benito Cano, 1786, pág. 703; J. de la Pezuela, Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico, de la Isla de Cuba, vol. I, Madrid, Imprenta del Establecimiento de Mellado, 1863, pág. 183 [de la Introducción]; vol. IV, Madrid, Imprenta del Banco Industrial y Mercantil, 1866, pág. 102; Historia de la Isla de Cuba, vol. II, Madrid, C. Bailly-Baillière, 1868, págs. 118- 132; F. Calcagno, Diccionario Geográfico Cubano, New York, Imp. y Lib. de N. Ponce de León, 1878, pág. 432; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, vol. XVI, Madrid, Espasa Calpe, 1913, pág. 830; E. S. Santovenia, Historia de Cuba, vol. II, La Habana, Editorial Trópico, 1943, págs. 187-188; Historia de la Nación Cubana, vol. I, La Habana, Editorial Historia de la Nación Cubana, 1952, págs. 107 y 143; R. Guerra, Manual de historia de Cuba, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 1971, pág. 114.

 

Fernando Rodríguez de la Torre