Venegas, Francisco de. Granada, ú. t. s. XV – Coro (Venezuela), 1.I.1537 sup. Alcalde de Maracaibo, teniente general gobernador interino de Venezuela.
No hay datos sobre su vida anterior, salvo que era granadino. Aparece en la historia de Venezuela como alcalde de Maracaibo. Se hallaba ausente, en una expedición al interior, cuando llegó a Maracibo, en julio de 1532, un explorador llamado Esteban Martín, que pidió a Hernando de Castillo, “lugarteniente de Venegas”, socorros para Alfinger. Fueron inútiles, ya que Alfinger murió en 1533 por una flecha envenenada luchando con los indios herragos. Su tropa nombró capitán a Pedro de San Martín que envió sus soldados por tierra a Maracaibo “y con uno de los bergantines envía a llamar a Francisco de Venegas para conferenciar con él sobre la nueva situación…” (J. Friede, pág. 210).
El 24 de abril de 1533, Venegas, con sesenta soldados, salió en búsqueda del oro mandado por Espira (Georg Hohermuth) y del único superviviente de los que con Vascuña lo traían. “A [Francisco] Martín lo encontró haciendo vida de indio; el oro nunca apareció” (L. A. Sucre). Martín hizo un relato ante el escribano Juan de Villegas: “El dicho del cristiano que estaba entre los indios, que quedó del capitán Vascuña”.
En octubre de 1535, Nicolás Federmann abandonó Coro. Designó a su teniente (general) a Francisco de Venegas, escribiendo su nombre en el poder en blanco que le había dejado Espira para esta ocasión. Conocemos sus actos como gobernador por los juicios de residencia contra Federmann y contra él mismo. En el primero se acusa a Federmann “de haber elegido a Francisco Venegas como teniente de Coro, a pesar de ser notoriamente cruel e injusto para con los españoles” (J. Friede, pág. 291). Añade J. Friede (pág. 286) que “a las grandes desavenencias [en Coro] con Federmann se sumaron las que tuvo la vecindad con su teniente Francisco de Venegas que, igualmente, se convirtió en un personaje odioso según se desprende de la extensa residencia que después le tomó el doctor Navarro”.
Realizado este juicio de residencia cuando ya era difunto, se le acusó de numerosos cargos, entre ellos, sin poder nombró cinco capitanes enviándolos a expediciones contra indios; maltrataba y castigaba a los soldados; azotó a Juan de Valdivia por transmitirle quejas de indios de Xunara; son abundantes los malos tratos a la población indígena; “a las indias las consideraba el teniente como cosas propias”; fundía oro a escondidas; hacía ordenanzas del Cabildo sin intervención de éste; incumplía las Reales Órdenes de impedir el comercio de trueque con los indios; estaba amancebado, etc. Cada acusación probada generaba multas de 100, 50, 40 pesos, etc.
Francisco de Venegas falleció el 1 de enero de 1537, según L. A. Sucre (1928), fecha que no acepta J. Friede (1961) que la sitúa hacia “mediados de 1537”, dato que parece equivocado, pues el 6 de julio de 1537 la Audiencia de Santo Domingo nombraba al doctor Antonio Navarro como juez y gobernador interino, en sustitución de Pedro de Cuevas, el sucesor de Venegas.
Bibl.: J. de Oviedo y Baños, Historia de la Conquista y Población de la provincia de Venezuela…, ed. de C. Fernández Duro, Madrid, Luis Navarro, 1885; L. A. Sucre, Gobernadores y Capitanes Generales de Venezuela, Caracas, Lit. y Tip. del Comercio, 1928, pág. 29; VV. AA., Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana…, vol. LVII, Madrid, Espasa-Calpe, 1929, pág. 1.065; G. Morón, Los Orígenes Históricos de Venezuela, I. Introducción al siglo XVI, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) - Instituto “Fernández de Oviedo”, 1954, págs. 241, 281; J. Friede, Los Welser en la conquista de Venezuela…, Caracas - Madrid, Edime, 1961, págs. 38, 40, 193, 201, 210, 212, 220, 277-279, 286, 291, 296, 359-367, 504, 536 y 549-550; Historia de Venezuela, Caracas, Madrid, Edime, 1968, fasc. 15, pág. 417; G. Morón, Historia de Venezuela, vol. IV, Caracas, Italgráfica Impresores Editores SRL., 1971, pág. 108; L. Vaccari San Miguel, Sobre Gobernación y Residencias en la Provincia de Venezuela (siglos XVI, XVII, XVIII), Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1992, pág. 193.
Fernando Rodríguez de la Torre
