Ayuda

Jacinto de Lariz

Biografía

Lariz, Jacinto de. España, p. m. s. xvii – Perú, f. s. xvii. Militar, gobernador, caballero de la Orden de Santiago.

Se desconocen sus datos de filiación y el lugar exacto de su nacimiento. Fue soldado en las guerras de Italia y Flandes, donde conquistó el grado de maestre de campo. Era caballero de la Orden de Santiago, y fue nombrado gobernador de Buenos Aires por renuncia de Rodrigo de Mendoza, tras la muerte de Ventura de Moxica, el 2 de mayo de 1645. Tomó el camino de Perú, siguió por el mar hasta desembarcar en Concepción de Chile, desde allí atravesó la cordillera de los Andes. Llegó a Buenos Aires el 9 de junio de 1646 y fue recibido con todos los honores propios de su magistratura.

Lamentablemente, el gobierno de Lariz fue fecundo en incidencias desagradables, que comenzaron con algunas faltas de cortesía cometidas contra el obispo de la Mancha y Velazco. Prisiones de subdiáconos y desobediencias en el protocolo culminaron con el cierre del seminario recién creado por el obispo. Tres días después el obispo excomulgó al gobernador Lariz por sus nefastas acciones. Estos hechos trajeron, por parte del gobernador, represalias contra el clero, al punto de creerse que el gobernador tenía alteradas las facultades mentales. Este estado deplorable en las relaciones entre ambas majestades continuó escandalizando a la ciudad durante varios meses, hasta que, a petición de la Audiencia de Charcas, hubo el obispo de levantar la excomunión el 17 de enero de 1651, aunque volvió a pronunciar anatema hasta por tercera vez. Durante los siete años de gobierno cometió Lariz numerosas arbitrariedades y abusos, impidiendo la reunión normal del cuerpo capitular, persiguiendo a sus componentes y faltándole el respeto en todas las ocasiones que pudo, hasta obligarles a rapar las barbas, cejas y bigotes.

Un indio llamado Buenaventura denunció ante el gobernador la existencia de minas de oro en poder de los jesuitas. Lariz organizó de inmediato una expedición a la provincia del Guayrá, acompañado por algunos vecinos y unos cuarenta soldados, pese a la resistencia de los capitulares que le negaron todo su apoyo.

El gobernador aplicó al indio severos tormentos para obtener información sobre las supuestas minas, pero terminó comprobando la falsedad de los datos.

En la larga lista de atropellos, Lariz llegó a extorsionar a los capitanes de navíos que llegaban al puerto de Buenos Aires, comisionando mercaderías y apoderándose de las embarcaciones en provecho personal; destituyó a empleados pese al nombramiento real que ostentaban, reemplazándolos por sus amigos; persiguió a los portugueses afincados en Buenos Aires y los desterró a las ciudades de Córdoba y Chile, apoderándose de sus bienes y negándoles justicia, pese a las resoluciones de la Real Audiencia que los amparaba; sustituyó la moneda valorizada por el virrey de Perú, de quien dependía la gobernación de Buenos Aires, por otra de menor valor, aprovechándose de la diferencia en beneficio propio.

Cometió insolencias a la ciudad, a la moral y al vecindario; llegó a dormir desnudo en la entrada del fuerte, vivió amancebado con varias mujeres, con quienes tuvo varios hijos naturales. Por momentos actuaba como un demente y sus facultades mentales parecían alteradas gravemente. Finalmente fue sustituido por el maestre de campo Pedro de Baygorri, con encargo de tomarle residencia, en la cual salió condenado el 27 de julio de 1653 al pago de una fuerte suma, confiscación de sus bienes, destierro, suspensión y privación del oficio. El Consejo de Indias lo condenó, en sentencia del 10 de marzo de 1659, a destierro perpetuo de Indias, confiscación de sus bienes, que sumaban entonces 114.759 pesos, de los cuales ingresaron al Tesoro Real 30.265 pesos y la parte restante se destinó al pago de las costas y resultas de la condena. Terminado el proceso, Lariz fue remitido preso a Perú, por el camino de Chile, enviándose las actuaciones por Potosí.

 

Bibl.: E. Peña, Don Jacinto de Lariz, turbulencias de su gobierno en el Río de la Plata, 1646-1653, Madrid, Librería General de Victoriano Suárez, 1911; E. Udaondo, Diccionario Biográfico Colonial Argentino, Buenos Aires, Huarpes, 1945, págs. 479-480; R. A. Molina, Diccionario Biográfico de Buenos Aires, 1580-1720, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 2000, págs. 388-389.

 

Sandra Fabiana Olivera