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Gonzalo Martín de Trujillo

Biografía

Martín de Trujillo, Gonzalo. Trujillo (Cáceres), f. s. XV – Isla de la Gorgona (Colombia), 1528. Soldado de la hueste de Pizarro en el segundo viaje descubridor.

No ha sido fácil ubicar la trayectoria de este conquistador, pues cronistas tardíos como el Inca Garcilaso de la Vega, Agustín de Zárate y fray Antonio de la Calancha lo confunden con otros personajes. Al publicarse recientemente la tercera parte de la Crónica del Perú, de Pedro Cieza de León se ha podido obtener información, escasa pero cierta, de Gonzalo Martín de Trujillo.

Se sabe que pasó al Nuevo Mundo con licencia de la Casa de Contratación de Sevilla, fechada en agosto de 1515. Ya era, pues, hombre baqueano en “entradas”, “rancherías” y otras formas de ganarse modestamente la vida cuando el año 1526 sentó plaza para participar en el segundo viaje descubridor de Francisco Pizarro. Fue uno de los empecinados que permaneció junto a su jefe y con él y sus pocos compañeros pasó a la isla de la Gorgona. No cabe duda de que fue uno los “Trece” que más tarde serían honrados en la Capitulación de Toledo, pero, cuando este documento se redactó, Gonzalo Martín de Pizarro había muerto y por eso su nombre no aparece en él.

En la Gorgona, Gonzalo Martín de Trujillo sufrió una grave enfermedad, sin duda producto de tantas penalidades o es posible, también, que el organismo del soldado extremeño ya estuviera muy debilitado por tantos años de vida precaria en tierras de clima señaladamente agresivo. Pizarro y algunos más salían a pescar en una canoa para llevar alimento de mejor calidad a los más débiles y enfermos. Igualmente se internaban en el monte para cazar animales que pudieran saciar el hambre que arrastraban desde muchos meses atrás. Cuando llegó la carabela de Bartolomé Ruiz y Pizarro decidió seguir navegando con rumbo al sur, tuvo que enfrentar un grave problema: tres hombres no estaban en condición física de acompañarlo. Uno era Gonzalo Martín de Trujillo y los otros dos Cristóbal de Peralta y Martín de Paz, respectivamente. Se reunió un consejo con todos los presentes y acordaron que se quedaran los enfermos en la Gorgona al cuidado de los indios e indias amigos que había embarcado Bartolomé Ruiz. Por suerte pudieron dejarles buena cantidad de alimento.

La despedida fue muy emotiva y Pizarro prometió, como en efecto lo haría, que de todas maneras los recogerían una vez terminada su exploración. Como se sabe, ésta fue exitosa y al tomar contacto con los pobladores de Tumbes y bajar a tierra les dio la certeza de que estaban bien encaminados. Cuando la carabela de Bartolomé Ruiz volvió a la Gorgona se dieron con la triste nueva que Gonzalo Martín de Trujillo había muerto y sus restos quedaron sepultados en esa isla que, junto con la del Gallo, les dejaban tan atribulados recuerdos.

 

Bibl.: C. Bermúdez Plata, Catálogo de pasajeros a Indias durante los siglos XV, XVII y XVIII, Sevilla, Imprenta de la Editorial La Gavidia, 1940; A. de Zárate, Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú, Lima, Librería e Imprenta de D. Miranda, 1944; G. Inca de la Vega, Los Comentarios Reales de los Incas, Lima, Librería Internacional del Perú, 1960; P. Cieza de León, Crónica del Perú (Tercera Parte), Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Academia Nacional de la Historia, 1989.

 

Héctor López Martínez