Sans de Cardona Vilaragut, Juan. Juan Vilaragut. Señor de la baronía de Olocau, Llanera, Cairent y Carbonell. Valencia, 14.X.1562 – Palma de Mallorca (Islas Baleares), 22.XI.1610. Virrey.
Hijo de Jorge Sans de Cardona y de Francisca Vilaragut, nació en la ciudad de Valencia el 14 de octubre de 1562. Como cabeza de uno de los linajes que lideraban los servicios militares y políticos de la nobleza valenciana a la Corona, fue titular de los señoríos de Olocau, que había sido vinculado por su antepasado Antonio Vilaragut Visconti en 1398, y Llanera, que heredaba por vía paterna, en el Reino de Valencia. De su matrimonio con la noble valenciana Juana Pardo de la Casta nacieron cinco hijos: Alonso, el primogénito, Vicente, Ángela, Francisca y María.
Siguiendo la trayectoria familiar y contando con el favor del poderoso duque de Lerma, durante su valimiento desarrolló una fulgurante carrera militar y política al servicio de Felipe III que se inició en 1597 al ser nombrado cabo y gobernador de la Caballería de la parte de poniente del Reino, especializándose en la represión de las luchas de bandos, auténtico cáncer de la sociedad valenciana seiscentista, y con tribuyendo a pacificar las comarcas del sur del Reino con notable éxito. Estos servicios fueron recompensados por el Monarca que, en 1600, le concedió la merced de nombrarle gentilhombre de boca, siendo una de las personalidades del Reino que, ese mismo año, acompañó al duque de Lerma a Vinarós para dar la bienvenida a la Reina, en nombre del Rey, cuando fue a Valencia para contraer matrimonio.
Con todo, las instituciones delegadas de la Corona en el Reino de Valencia no fueron el único escenario empleado por el noble valenciano para prestar sus servicios al Monarca. En 1602, desde el seno de las instituciones forales, concretamente en las Juntas del Estamento del Reino, destacó por su labor encaminada a la conclusión del servicio que Felipe III había demandado a los valencianos a finales del año 1601. Así, en la Junta del Estamento Militar celebrada el 15 de febrero de 1602 fue nombrado electo para reconocer las fuerzas y facultades de la Generalitat para hacerlo efectivo, mientras que en la del 1 de mayo de ese mismo año volvió a recibir la confianza de sus pares para gestionar el servicio, demostrando durante todo el proceso un gran interés por la defensa de los intereses regios. Insaculado por el Monarca para ocupar cargos en la Generalitat, fue contador en los años 1602, 1603 y 1604, quedando impedido para concurrir a los mismos a partir del 3 de mayo de 1604 al ser designado por el Monarca lloctinent de general governador de la ciudad y Reino de Valencia, oficio que juró en el mes de junio. De nuevo, el Monarca lo reclamaba para desempeñar tareas gubernativas y de administración de justicia, desde donde don Juan contribuyó a la pacificación de las luchas de bandos en las que estaba inmersa la nobleza valenciana.
Definitivamente, toda esta trayectoria quedó finalmente recompensada al ser nombrado virrey de Mallorca, tomando posesión del cargo el 18 de noviembre de 1606. Felipe III se servía de don Juan, entrenado en la represión del bandidaje en el Reino de Valencia, para mejorar el grave problema de orden público que padecían sus territorios mallorquines, a la vez que premiaba su carrera. Su actuación política en este ámbito fue eficaz. Consiguió reducir la delincuencia y pacificar el Reino, si bien los beneficios fueron efímeros ya que a su muerte el bandidaje resurgió con fuerza. Del mismo modo, su actividad fue importante en el orden económico, destacando la inspección que llevó a cabo en la Procuración Real del Reino de Mallorca, contribuyendo a atajar la corrupción. Pero con el nombramiento de Vilaragut, Lerma contaba, además, con un hombre de su confianza como máxima autoridad de unas islas que iban a jugar un papel clave en una de las mayores empresas que abordó la Monarquía hispánica durante el Seiscientos: la solución final al problema morisco. Por ello, su virreinato también estuvo marcado por la organización de levas de soldados destinados a participar en la logística de la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia, ya que en 1609 se enviaron a Alicante desde la isla trescientos soldados con este fin. Además promovió la emigración de mallorquines para repoblar la comarca de la Marina del Reino de Valencia.
Por otro lado, desde su posición de poder en la isla, desarrolló una notoria actividad privada en beneficio propio, siendo especialmente destacable su intervención como procurador en diferentes negocios que miembros de la nobleza valenciana tenían en la isla, mediando en el rescate de cautivos en Berbería e intentando atraer población mallorquina a su despoblada baronía de Olocau, que había quedado vacía de vasallos tras el extrañamiento morisco.
Bibl.: G. Escolano, Década primera de la historia de la insigne y coronada ciudad y reino de Valencia, Valencia, Pedro Patricio Mey, 1610; A. Campaner y Fuertes, Cronicon Mayoricense: Noticias y relaciones históricas de Mallorca desde 1229 á 1800, Palma de Mallorca, Juan Coloma y Salas, 1881; P. Piferrer y J. M. Cuadrado, Islas Baleares, Barcelona, Daniel Cortezo y Cía., 1888; J. Juan Vidal, El sistema de Gobierno en el Reino de Mallorca (siglos xv-xvii), Palma de Mallorca, El Tall, 1996; Els virreis de Mallorca (ss. xvi-XVII), Palma de Mallorca, El Tall, 2002.
Paz Lloret Gómez de Barreda
