Villalba y Toledo, Diego de. Ávila, c. 1610 – Sevilla, c. 1680. Caballero de la Orden de Santiago, gobernador del Nuevo Reino de Granada.
Hijo de Gil González de Villalba y de Beatriz Rengifo, ambos naturales de Ávila. Sus abuelos paternos fueron Gil González de Villalba y Juana de Toledo y los maternos lo fueron Cristóbal Rengifo y Estefanía de la Cerda. Hermano suyo era el bailío de Lora fray Martín de Villalba.
Inició sus servicios en 1632 en la Armada de la guarda de la carrera de las Indias y, ya con el hábito de la Orden de Santiago (1637), pasó a la Villa y Corte (1639) y allí fue nombrado capitán de caballos corazas de la Orden de Santiago (25 de junio de 1640) y pasó a Cataluña donde se halló en todas las acciones de su compañía hasta que el duque de Medinaceli le dio licencia para regresar a la Corte (10 de enero de 1642) y a los pocos meses sentó plaza de alférez en el Regimiento del Príncipe y pasó a Aragón con su compañía y en el año siguiente se agregó a una compañía de Infantería de las del tercio de Martín de Mujica, hallándose en el sitio y socorro de la ciudad de Lérida donde “le dieron dos mosquetaços que le dejaron sin esperanças de vida” (1646) y en dicha guerra perdió a un hermano y a su cuñado el marqués de Sofraga.
En reconocimiento a sus servicios se le concedió el puesto de gobernador de La Habana (1647) y pasó a su destino dejando a su mujer en los Reinos de España, pues se hallaba próxima a dar a luz, y por esta razón ella realizaría el viaje con licencia que se le otorgó en el año siguiente (4 de julio de 1648).
Durante su gobierno organizó una expedición de tres bajeles para desalojar, como lo hizo, a los enemigos que se hallaban en posesión, desde hacía nueve años, de la isla de Ruatán, levantó a su costa una compañía de infantería para socorrer el presidio de La Florida amenazado por los indios rebeldes, y debió enfrentar el azote de una epidemia de fiebre amarilla que asoló la isla de Cuba (1649). Poco tiempo después fue suspendido de su gobierno (1654) y en el viaje de regreso a los reinos de España padeció un naufragio y el ataque de ingleses, quienes le condujeron prisionero a Inglaterra, desde donde sólo después de un tiempo logró regresar a Madrid.
Una vez fenecida su residencia y dado libre de los cargos que se le habían puesto (1657), solicitó que se le concediera el gobierno de Guatemala que se hallaba vacante, pero no lo consiguió, si bien años más tarde se le hizo merced de los empleos de gobernador y capitán general del Nuevo Reino de Granada (12 de octubre de 1666) y de presidente de su Real Audiencia de Santa Fe y en el año siguiente se le dio licencia para que embarcara rumbo a aquel destino en compañía de su hijo homónimo (12 de enero de 1667).
Fue suspendido de sus empleos por el visitador del Nuevo Reino de Granada, por auto fechado en la ciudad de Santa Fe (7 de septiembre de 1672), para ponerle los cargos y poco tiempo después ordenó el visitador recluirle en la villa de Leiva y, finalmente, fue condenado por el Consejo de Indias en 17.300 pesos y se dio orden al oidor Mateo de la Cuenca Mata para que los cobrase, y en su ejecución ordenó el embargo de los bienes y la detención del antiguo gobernador que ya se encontraba en Cartagena de Indias, de viaje a los reinos de España, pero no pudo cobrar nada pues: “no le hallaron bienes algunos ni he podido descubrir los tenga en estos reynos, antes sí me consta se halla en ellos en la mayor miseria y pobreza que es decible” (1678).
Contrajo matrimonio con Juana Girón y Salamanca, hija de Sancho de Salcedo Girón, natural de Talavera de la Reina, marqués de Sofraga, caballero de la Orden de Alcántara (1608) y de Inés Rodríguez de Salamanca, natural de la ciudad de Burgos y muerta bajo testamento otorgado en Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, hija que era de Juan Rodríguez de Salamanca, regente del Consejo de Italia (1623). De esta unión nació Diego de Villalba Toledo y Girón, bautizado en Ávila (25 de julio de 1646), caballero de la Orden de Santiago (1666).
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5.428, n. 2, r. 10; Contratación, 5.540, A l. 1, fol. 37v.-38r.; Contratación, 5.794, l. 2, fol. 294r.-295v.; Escribanía, 77B, 78 A y B y 786C; Indiferente General, 113, n. 163; Santa Fe, 58, n. 41, 48; Santa Fe, 59, n. 11; Santo Domingo, 102, r. 4, n. 22, 35; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Órdenes Militares, Expedientillos, 4.158; Santiago, exp. 8.895.
E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias. Su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la Casa de Austria, I, Sevilla, Universidad, 1935, pág. 545.
Javier Barrientos Grandon