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Diego del Corro y Carrascal

Biografía

Corro y Carrascal, Diego del. Extremadura, c. 1625 – Quito (Ecuador), 9.III.1673. Inquisidor de Cartagena de Indias, presidente de Santa Fe y de Quito.

Hijo de Gonzalo Fernández del Corro, natural de Fuente de Cantos, familiar del Santo Oficio de la Inquisición, y de María Carrascal, natural de Valencia del Ventoso. Sus abuelos paternos fueron Rodrigo García Guerrero y Beatriz Domínguez del Corro, ambos naturales de la villa de Fuente de Cantos y ella era hermana de Juan de Escobar del Corro, fiscal del Consejo de la Suprema y General Inquisición (13 de febrero de 1644) y luego su consejero (21 de febrero de 1646). Sus abuelos maternos fueron Gonzalo Rodríguez Carrascal, natural de Valencia del Ventoso, y Catalina Muñoz, natural de la villa de Monasterio.

Una vez graduado de bachiller en Cánones ingresó al Colegio de Santa María de Jesús de Sevilla (21 de agosto de 1647) y en ese mismo año obtuvo los grados mayores de licenciado en Cánones (18 de noviembre de 1647) y de doctor en la misma facultad (24 de noviembre de 1647) En 1650 fue nombrado inquisidor del Tribunal del Santo Oficio de Cartagena de Indias y pasó a su destino con licencia de embarque concedida el 13 de mayo de 1652 y catorce años más tarde, tras la muerte del presidente de la Real Audiencia de Santa Fe, licenciado Egues y Beaumont, se hizo cargo de la presidencia interina (12 de junio de 1666) manteniéndose en ella hasta mediados del año siguiente, época en la cual informaba a la Corte sobre una serie de faltas de la Audiencia y, sobre todo, de la inconveniencia de que permaneciera en ella el oidor Francisco de Leyva, no sólo porque se había ganado la voluntad de sus compañeros, sino porque mantenía comercio ilícito por interpósitas personas.

Sobre consulta de la Cámara de Indias (3 de abril de 1669) fue nombrado presidente de la Real Audiencia de Quito, oficio del que se le despachó título pocos días después (13 de abril de 1669) y del que tomó posesión en el año siguiente (20 de septiembre de 1670), dándosele comisión para que visitase al oidor Luis de Losada y Quiñones, a la sazón situado en Quito; en relación con lo que obró en este negocio se elevaron una serie de quejas a la Corona porque no había reparado los agravios cometidos por el oidor, ya que “el dicho presidente era muy amigo del susodicho”.

Durante el año 1671 se ocupó en enviar socorros al puerto de Guayaquil para procurar su defensa frente a las noticias que le había comunicado el virrey del Perú de la presencia de doce bajeles ingleses en las costas de Valdivia en la capitanía general de Chile y en el año siguiente fue destinado a servir, interinamente, la presidencia de la Real Audiencia de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, la que, sobre consulta de Cámara (14 de junio de 1672), se le concedió en propiedad, pero no llegó a disfrutarla debido a su muerte.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5430, n. 2, r. 6; Contratación, 5794, l. 1, fols. 26v.-207r.; Quito, 13, r. 2, n. 4; Quito, 13, r. 14, n. 61; Quito, 14, r. 3, n. 11 y 27; Santa Fe, 29, r. 8, n. 58 y 68; Archivo Histórico Nacional (Madrid), Inquisición, leg. 1419, exp. 9; Archivo Histórico de la Universidad de Sevilla, S.º 18, pza. 2; S.º 58, fol. 213; lib. 628, fols. 258v.-259r.

F. González Suárez, Historia general de la República del Ecuador, t. IV, Quito, Imprenta del Clero, 1893, págs. 275- 278; J. T. Medina, Biblioteca Hispano-Americana, t. III, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1900, págs. 95-96 y 153; E. Schäfer, El Consejo Real y Supremo de las Indias. Su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la Casa de Austria, t. I, Sevilla, Universidad, 1935, págs. 512 y 546; J. Barrientos Grandon, “Estado moderno y judicatura letrada en Indias. Colegiales del de Santa María de Jesús de Sevilla en plazas togadas”, en Ius Fugit, 3-4 (1994-1995), pág. 302.

 

Javier Barrientos Grandon