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Miguel Vallejo Berlanga

Biografía

Vallejo Berlanga, Miguel. Miguel de San José. Madrid, 29.IX.1682 – Baza (Granada), 18.V.1757. Trinitario descalzo (OSTD), comisario y procurador general, general de la Orden, obispo de Guadix-Baza, teólogo, canonista, escritor.

Aprendió la Gramática Latina en Madrid con el jesuita Antonio de Goyeneche. Allí vistió el hábito de trinitario descalzo el 8 de abril de 1697 y, después de haber pasado parte del noviciado en Torrejón de Velasco, profesó el 30 de noviembre de 1698. Cursados los estudios superiores con singular aprovechamiento, fue nombrado lector de Filosofía y luego de Teología en su Colegio de Alcalá de Henares. En la Orden tuvo también los siguientes oficios: secretario del ministro general, procurador general en Roma durante tres trienios (dos seguidos, 1716-1722 y 1725-1728) —donde asimismo fue censor de la Universidad de La Sapienza—, ministro del Convento de San Carlino (1716-1719), y comisario de Italia (1722-1728). En Roma fundó el Colegio Apostólico de Santa Maria alle Fornaci (1720) para la conversión de los cismáticos y los herejes, y el de Palestrina, en el Véneto (1723), para redimir a los cautivos de la República. También promovió los Conventos de Forlì (1725), Rocca di Papa (1725), Pelestrina, en el Lazio (1726), y Cortona (1727). En 1722 fue nombrado ministro de la casa de Toledo, pero no aceptó el cargo. Vuelto de Italia a España en 1728, fue ministro provincial de la provincia del Espíritu Santo (1732-1735), definidor de la misma (1738-1740), comisario general de la familia trinitaria intrahispana (1740-1743), definidor general (1743-1747) y, finalmente, ministro general (1747-1750).

Siendo procurador en Roma, obtuvo en breve tiempo el decreto sobre la identidad del cuerpo de san Juan de Mata (6 de septiembre de 1721), que fue cedido a los trinitarios descalzos de Madrid, y evacuó felizmente otros muchos negocios que allí se ofrecieron a la Orden; puso en curso y buen estado las causas de beatificación de Juan Bautista de la Concepción, Miguel de los Santos y Tomás de la Virgen. Sus consejos eran estimados por los cardenales, los príncipes y los mismos Papas. Ya en Madrid (1728), el arzobispo de Toledo cardenal Luis Jaime de Borbón le nombró su teólogo consultor. Inocencio XIII le encomendó gravísimos negocios. Pero fue Benedicto XIV quien mejor conocía la integridad y sabiduría del padre Miguel, pues eran íntimos amigos desde los tiempos en que aquél, antes de acceder al pontificado, fue Promotor de la Fe.

Benedicto XIV, hacia 1745, le llamó a Roma para consultar con él los negocios más importantes que se le ofrecían, en especial los relacionados con España; raro era el domingo que no lo recibiera en privada y larga audiencia. Para demostrarle su gratitud, dicho Papa le donó, el 6 de mayo de 1748, el sarcófago que durante 442 años había guardado los restos de san Juan de Mata y que hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Madrid. Y, a propuesta del Rey de España Fernando VI, el 19 de febrero de 1750 lo nombró obispo de Guadix-Baza. Recibió la consagración episcopal en la iglesia romana de San Carlino de manos del cardenal Portocarrero. Gobernó óptimamente su diócesis, calmó las enemistades, compuso los litigios y gastó toda su hacienda en subvenir a los monasterios pobres, a las viudas, huérfanos y necesitados.

Sus últimas palabras antes de morir fueron: “Virgen prudentísima, ¡ay de mis pobres!”. Examinó el culto que, especialmente en La Peza, se venía tributando al mártir trinitario Marcos Criado, autorizando su continuación (1753) y solicitando lo mismo a Benedicto XIV, cosa que también el Papa concedió, el 15 de septiembre de 1757. Este eminente teólogo, canonista y literato de fama europea se granjeó los odios jansenistas y regalistas. Entre sus escritos destacan los cuatro tomos de Bibliographia critica sacra et prophana, obra comparable a la de Nicolás Antonio o Pérez Bayer como referencia valiosa en los estudios bibliográficos.

 

Obras de ~: Estudio de la verdad contra el demasiado aprecio de la opinión, Madrid, Imprenta de Blas de Villanueva, 1715 (Madrid, Antonio Marín, 1767); Notitia captivorum in Tartaria redemptorum a Sac. Ordine Excalceatorum SS. Trinitatis, Roma, 1720; Relazione degli schiavi riscattati in Algeri per li RR. PP. Trinitari Scalzi di Spagna l’anno 1720, Roma, 1721; Quexa cristiana y religiosa dada en escrito al R.P.M.Fr. Joseph Nicolás Cavero, Madrid, 1731; Bibliographia critica sacra et prophana in tres tomos et volumina seu partes quatuor et grandi operi adumbratum provectorum lexicon sive idioma sapientum inscripto, Madrid, Antonio Marín, 1740-1742, 4 vols. (reimpr. en 2 vols., Pamplona, Analecta, 2001); Crisis de critices arte sive Tractatus de vetere et nova critice, Madrid, Antonio Marín, 1745; Respuesta a una carta del Dr. D. Joseph Cevallos en asuntos de varios escritos sobre el terremoto, Granada, 1756 (que motivó otros escritos en su contra); Chronología sacra, s. l., s. f. (inéd.); Adumbratum sapientium idioma seu Lexicon, s. l., s. f., 24 vols. (inéd.) (desapar. durante la francesada).

 

Bibl.: J. de S. Antonino, Oración fúnebre a la buena memoria del Ilmo. y Rmo. Sr. D. Miguel de San José, Madrid, 1757; J. Criado y Domínguez, “Un sabio español del siglo XVIII, Fr. Miguel de S. José”, en La Cruz, t. II (1893), págs. 410-440; A. de la Asunción, Diccionario de escritores trinitarios de España y Portugal: [Con un apéndice latino de escritores de toda la orden], t. I, Roma, Fernando Kleinbub, 1898-1899, págs. 464- 493 y 538; VV. AA., Ministrorum Generalium O.SS.T. series, Isola del Liri (Italia), Macione & Pisani, 1936, págs. 180-183; B. Porres Alonso, “Miguel de San José”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. III, Madrid, Instituto Enrique Flórez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1972, pág. 1484.

 

Bonifacio Porres Alonso, OSTD

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