Villava y Villalba, Francisco Antonio. ?, m. s. XVII – m. s. XVIII. Platero.
Avecindado en Arnedo (La Rioja) en 1699, a partir de 1712 fue vecino de Logroño. Se casó con una hija del espadero Andrés Ruiz de Villalba y tuvo un hijo de nombre José Francisco, también platero, casado con una hermana del platero Santiago Ruiz, cuñada de otro platero logroñés, Miguel Aguado Inzay.
De personalidad dada a la controversia, en 1697 su suegro le liberó de la cárcel, donde se encontraba acusado de estupro y agresiones, y años después, en 1747, sería él quien intercedía por la libertad de su criado José Baio, que llegaría a ser el platero más afamado de la segunda mitad del siglo XVIII, reivindicando ante S.M. su exención del servicio de armas y generando un pleito con la ciudad de Logroño por calumnias, no consiguiendo sino una orden real reprobando su actuación. Era por entonces fiel contraste de la platería, cargo municipal que consiguió en 1738 y que ejerció hasta su muerte en 1748, siendo aprobado por el ensayador mayor José García Caballero. Había accedido a él tras ejercer desde 1736 como sustituto del contraste Dionisio Martínez de Bujanda, puesto que consiguió por una amplia mayoría de votos, teniendo que demostrar que había obtenido el título de maestro platero en Burgos en 1712. También fue polémico su trabajo de contraste, al examinar a plateros por su cuenta en 1742, lograr de la Junta de Comercio y Moneda la revocación en 1743 del nombramiento de Antonio Lanciego como contraste suplente en caso de ausencia y enfermedad, y cobrar en 1747 más de lo estipulado por el refino de los pesos y medidas, labor pareja a la de marcador de oro y plata en el sistema municipal logroñés. No obstante, fue uno de los plateros que consiguió la creación del Gremio, Hermandad y Congregación de plateros de Logroño en 1738, acogiéndose a las ordenanzas de la madrileña de 1695.
Su actividad profesional conocida se centra en La Rioja. En 1726 tomó por aprendiz a Martín García Hervías y en 1747 trabajaba en su taller José Baio. La primera obra documentada fue la confección de dos relicarios, uno de santa Bárbara y otro de san Pío, para la parroquia de Murillo de Río Leza en 1699. En 1710 concertó una lámpara para la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles de la colegial de Logroño y en 1712, una custodia con pedrería para la parroquia de San Vicente de la Sonsierra. También realizó distintos arreglos y labores de limpieza en la platería de las parroquias de Jubera y Clavijo. Asimismo, fue tasador de los bienes de plata del conde de Murillo, José Ramírez de Arellano, y del administrador de las rentas reales de la ciudad, José del Barrio.
Su marca “VILL/AVA”, sola, se conserva en cuatro cetros de la concatedral de Logroño, que realizó en 1729, de estructura arquitectónica, con dos cuerpos octogonales cubiertos por cúpula gallonada, decorados con asas y apliques de cobre dorado con relieves de los evangelistas, santos, castillo e Inmaculada. Esta marca junto a la de la ciudad se encuentra en un relicario de Muro de Cameros, en la que pudo actuar como contraste y, tal vez, como artífice. También utilizó la marca BILL/ABA, que aparece con la de Logroño en un cáliz del Museo Diocesano de Calahorra y en una custodia en sol de Aldeanueva de Cameros, probables obras suyas, dado el sistema de marcaje de este centro. Así mismo, se conserva con la del platero Antonio Lanciego en un relicario de Pipaona, por lo que es posible que fuese la que utilizó en su periodo de contraste entre 1738 y 1748, ya que fue Lanciego quien le sustituyó en el cargo a su muerte, modificando la marca de localidad.
Obras de ~: dos relicarios, parroquia de Murillo de Río Leza (La Rioja), 1699; Cuatro cetros, iglesia de Santa María la Redonda, Logroño, 1729.
Bibl.: M. B. Arrúe Ugarte, La platería logroñesa, Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1981; M. C. García Gainza (dir.), Catálogo Monumental de Navarra. I. Merindad de Tudela, Pamplona, 1981; J. M. Cruz Valdovinos, “Platería”, en Historia de las artes aplicadas e industriales en España, Madrid, Cátedra, 1982; M. B. Arrúe Ugarte, Platería riojana (1500-1665), Logroño, Instituto de Estudios Riojanos, 1993.
Begoña Arrúe Ugarte
