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Joaquín Martínez de Zúñiga Díaz

Biografía

Martínez de Zúñiga Díaz, Joaquín. Aguilar de Codes (Navarra), 10.VI.1760 – Manila (Islas Filipinas), 7.III.1818. Agustino (OSA), historiador.

Fueron sus padres Esteban Martínez de Zúñiga y Josefa Díaz de Harraza. Perteneciente a una familia de saga levítica, encaminó su juventud hacia la vida religiosa, por lo que vistió la librea agustiniana en el real colegio seminario de los filipinos de Valladolid el 25 de enero de 1778, ciudad en la que acabó sus estudios eclesiásticos y dio comienzo su labor de cátedra explicando Filosofía y Teología hasta que salió para Filipinas. A pie de barco, la descripción que dejaron los oficiales de aduanas fue la siguiente: “Pequeño, de cuerpo robusto, color moreno claro, pelo negro, ojos pardos; una cicatriz en la frente y barba partida”.

Salió de Cádiz para la Nueva España el 7 de noviembre de 1784. Su estancia en México se prolongó por espacio de un año a la espera del navío San José, que le trasladó hasta Manila, donde amarró el 3 de agosto de 1786.

Su primera ocupación al llegar a las islas fue el aprendizaje del tagalo, por lo que fue destinado a Batangas y luego a Tambobong. En octubre de 1790 tomó posesión del curato de Hagonoy y justo un año después del de Calumpit. De éste pasó al de Parañaque, y en 1792 fue nombrado secretario de la provincia (1792- 1794), después definidor (1794-1798) y calificador del Santo Oficio (1795). Volvió al priorato de Parañaque (1797-1798; 1812-1818) y también regentó los de Malate (1798-1802) y Pasig en Tagalos (1802- 1806). En los comicios celebrados en el convento de San Agustín de Manila en abril de 1806 fue elegido prior provincial nemine discrepante, gobernando la provincia con aquel celo e inteligencia que eran de esperar de su probada virtud y de sus muchas letras.

Tres décadas rodando por el archipiélago ejercitándose en labores de párroco y en responsabilidades de gobierno. Tiempo suficiente para empaparse de la historia y geografía de una tierra tan querida para él y que en gratitud dejará escritas dos obras de valor todavía imperecedero: la Historia y el Estadismo de las Islas. De la primera hubo quien dudó de su paternidad, suficientemente esclarecida por el filipinólogo Pardo de Tavera. De la publicación del segundo hay que lamentar las mutilaciones que hizo su editor W. Retana mermándola de sus muchas riquezas. De una y de otra se han hecho varias ediciones, y las últimas traducciones al inglés en los años 1966 y 1973 en Manila muestran su vigencia. Santiago Vela y Retana asevera que “por su cualidad de escritor de obras concienzudamente trabajadas sobre el Archipiélago filipino, es uno de los más notables de nuestra Provincia de Filipinas y sin disputa de los que han alcanzado mayor celebridad en España, sobre todo desde la publicación de su Estadismo, y en el extranjero, por su Historia de las islas, traducida al inglés, siendo cotizadas así la edición castellana como la inglesa a muy subidos precios. De su fama en las Islas de Legazpi no tenemos por qué hablar, pues sus citas se consideran las más autorizadas sobre cualquier asunto que se quiera ventilar, y ya aun antes de darse a luz su Estadismo se explotaba en su original y con sus noticias ya reproduciéndolas según se encontraban en el manuscrito, o ya extractando páginas, párrafos o capítulos se escribían y publicaban trabajos, sirviendo inclusive para componer obras de mucho fuste, conocidas y celebradas por su importancia”.

El editor del Estadismo prologa que “las páginas de estos Viajes no son una topografía más o menos pintoresca, sino una considerable suma de noticias, observaciones y consejos, que hacen del Estadismo obra única en la Biblioteca Filipina. La historia del comercio es por demás curiosa; notables las reflexiones acerca de la agricultura y su porvenir; exactísimos los retratos morales de indios, mestizos, chinos y españoles concusionarios, y sobresalientes los varapalos a los vicios de la Administración y las demasías de sus funcionarios”.

Su óbito fue en el convento de San Agustín de Manila el día 7 de marzo de 1818.

 

Obras de ~: Invención de la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Bven Svceso de Parañaque. Memorables svcesos que ha obrado Dios por esta Santa Imagen. Novena a la misma Señora, Manila, 1798; Historia de las Islas Philipinas, Sampaloc, 1803; Estadismo de las Islas Filipinas ó mis viajes por este país, Madrid, 1893.

 

Bibl.: G. Cano, Catálogo de los Religiosos de N. P. S. Agustín de la Provincia del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas desde su establecimiento en estas Islas hasta nuestros días, con algunos datos biográficos de los mismos, Manila, Imprenta de Ramírez y Giraudier, 1864, pág. 209; E. Jorde, Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila, Colegio de Santo Tomás, 1901, págs. 346-348; G. de Santiago Vela, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, t. V, Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1920, págs. 308- 317; M. Merino, Agustinos evangelizadores de Filipinas (1565-1965), Madrid, Ediciones Archivo Agustiniano, 1965, págs. 104-105; I. Rodríguez, Historia de la Provincia Agustiniana del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas, t. III, Manila, Ediciones Estudio Agustiniano, 1967, págs. 346-364; I. Rodríguez y J. Á lvarez, Al servicio del evangelio. Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas, Valladolid, Ediciones Estudio Agustiniano, 1996, págs. 230-231.

 

Isacio Rodríguez Rodríguez, OSA

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