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Antonio Molinero Pérez

Biografía

Molinero Pérez, Antonio. Ávila, 10.VI.1908 – Sevilla, 4.III.1983. Arqueólogo y veterinario.

Ingresó en la Universidad en Salamanca, en 1925, como estudiante de Medicina, y pasó posteriormente a la Escuela Superior Veterinaria de León, donde se graduó como doctor. En 1933 ingresó en el Cuerpo Nacional Veterinario, siendo destinado a la Estación Pecuaria Regional de León, y posteriormente a la aduana de Irún y a Tarragona, donde tuvo oportunidad de colaborar con Juan Serra Vilaró, director del Museo de la Necrópolis Cristiana. En 1936 volvió a su Ávila natal y en 1939 fue nombrado inspector provincial veterinario de Segovia, donde permaneció hasta 1959, fecha en que se trasladó a la Jefatura Provincial de Ganadería de Lérida, y en 1965 a la Jefatura de Sevilla, en la que se jubiló, aunque siguió residiendo en la capital andaluza hasta su muerte, en 1983.

Fue hijo de un erudito local, Jesús Molinero Fernández (1874-1925), miembro del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, archivero municipal, de la Diputación y de la “Universidad y Tierra de Ávila”, conservador inspector de Monumentos de Ávila y miembro destacado de su Comisión de Monumentos, lo que le obligó a ocuparse de los yacimientos abulenses, tarea en la que su hijo Antonio le acompañó con frecuencia, proporcionándole ya desde niño un profundo conocimiento del patrimonio provincial, tanto de sus monumentos como de sus archivos y yacimientos arqueológicos.

A Antonio Molinero, coincidiendo con su cargo de inspector veterinario, se le encomendó, en 1941, la Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas de Segovia, y poco después también la de Ávila, ya que su trabajo le obligaba a viajar con frecuencia por los pueblos de ambas provincias, y le daba oportunidad, en contacto con campesinos y ganaderos, de recoger noticias sobre la existencia de hallazgos arqueológicos, documentarlos y ejercer sobre ellos el correspondiente control.

En 1943 se le nombró director de Excavaciones del Plan Nacional de Segovia y Ávila, lo que le permitió excavar en algunos yacimientos, sobre todo de la Edad del Hierro y de época visigoda, aquéllos por lo general en compañía de Juan Cabré Aguiló, y estos últimos solo, aprovechando la invitación del comisario nacional, el profesor Julio Martínez Santa Olalla.

Entre los años 1940 y 1960 excavó las grandes necrópolis visigodas de Duratón, Madrona, Ventosilla y Tejadilla y Espirdo. Dio a conocer asimismo, en 1950, la necrópolis tardorromana de Roda de Eresma.

Entre los yacimientos de la Edad del Hierro merece destacarse la necrópolis céltica de Las Erijuelas de San Andrés, en Cuéllar (Segovia), y la de Chamartín de la Sierra (Ávila), en la que trabajó durante varios años junto a Juan Cabré y su hija Encarnación. Fue asimismo el primero en llevar a cabo excavaciones en El Raso de Candeleda (Ávila), poblado fortificado y necrópolis, de cuya existencia le había dado noticias un joven erudito local, Fulgencio Serrano Chozas.

Sus actividades arqueológicas merecieron que fuera nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia y de la de Historia y Arte de San Quirce, del Instituto Arqueológico Alemán y de la Asociación de Arqueólogos Portugueses. Se le concedió asimismo la Medalla de la Orden al Mérito Civil de Alfonso X el Sabio.

Todos los hallazgos procedentes de sus excavaciones, así como la documentación correspondiente, se guardan en los Museos Arqueológicos de Segovia y Ávila.

 

Obras de ~: “La Necrópolis Visigoda de Duratón (Segovia). Excavaciones del Plan Nacional de 1942 y 1943”, en VV. AA., Acta Arqueológica Hispánica, IV, Madrid, Ministerio de Educación Nacional, 1948; “Excavaciones Arqueológicas Antiguas y Modernas en Duratón (Segovia)”, en Estudios Segovianos, 2-3, Segovia, Instituto Diego de Colmenares, 1949; con J. Cabré Aguiló y M.ª E. Cabré de Morán, El castro y la necrópolis del Hierro Céltico de Chamartín de la Sierra (Ávila), Acta Arqueológica Hispánica, V, Madrid, Ministerio de Educación Nacional, 1950; “Una Nueva Necrópolis Visigoda en la Provincia de Segovia: Madrona”, en Archivo Español de Arqueología, XXV (1952), págs. 191-193; “Una Necrópolis del Hierro Céltico en Cuéllar (Segovia)”, en VV. AA., II Congreso Nacional de Arqueología, Madrid, 1951, Zaragoza, 1952, págs. 337-354; “Ventosilla y Tejadillo (Segovia)”, en Noticiario Arqueológico Hispánico, II (1953), págs. 156-167; Los yacimientos de la Edad del Hierro en Ávila y sus excavaciones arqueológicas, Ávila, Diputación Provincial, 1958; Aportaciones de las Excavaciones y Hallazgos Casuales (1941-1959) al Museo Arqueológico de Segovia. Excavaciones Arqueológicas en España, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1971.

 

Bibl.: Marqués de Lozoya, “Prólogo”, en A. Molinero Pérez, Aportaciones de las Excavaciones y Hallazgos Casuales (1941-1959) al Museo Arqueológico de Segovia. Excavaciones Arqueológicas en España, op. cit.; F. Fernández Gómez, Mª. T. López Fernández y M.ª R. López Fernández, “A propósito de una exposición. Los pioneros de la Arqueología en El Raso de Candeleda”, en Cuadernos Abulenses, 13 (1990), págs. 43-77.

 

Fernando Fernández Gómez