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Andrés de Montamarta

Biografía

Montamarta, Andrés de. Montamarta (Zamora), s. m. s. XV – ?, p. m. s. XVI. Regidor, encomendero.

Llegó a La Española en 1493 en el segundo viaje de Cristóbal Colón. La flota que llevaba el almirante era mayor y esta vez zarpó de Cádiz. En la expedición ya no sólo viajaron marineros, como en el viaje descubridor, ahora iban caballeros, artesanos y campesinos empujados por el deseo de aventura y de enriquecimiento fácil. En total partieron diecisiete barcos y mil doscientos hombres rumbo al Catay y el Zipango.

De Canarias a las Antillas tardaron veintiún días por una ruta más rápida, la de los alisios (dirección Oeste cuarta del Suroeste). Pasaron por todas las pequeñas islas que forman el archipiélago de las Antillas, hasta llegar a La Española, donde se encontraba destruido el fuerte de Navidad y muertos los hombres que allí estaban.

Entonces Colón decidió fundar La Isabela, la primera villa hispana en América. El nombre era en homenaje a la Reina y se encuentra en la costa norte a 19º 53’ 18” de latitud Norte y a 71º 04’ 43” de longitud Oeste. Se celebró una misa con trece sacerdotes como ceremonia, se construyó una iglesia rústica, un hospital, una casa fortificada para el almirante, mientras que las de los colonos eran de paja, madera y tierra batida. Montamarta fue, por tanto, fundador de La Isabela, pero la villa fue abandonada a los pocos años.

Andrés de Montamarta aparece como vecino de la villa de la Vera Paz el año de 1514, cuando se produjo el repartimiento general de dicho año. Este nuevo repartimiento se hizo bajo la influencia directa de los dominicos por las quejas de anteriores repartos. El zamorano recibió en encomienda treinta y seis naborías de casa que registró, más seis niños, más el cacique Bernardino con trece personas de servicio y cuatro niños que no lo son. Los españoles que recibían más indígenas eran los más importantes.

Montamarta fue, sin duda, un hombre importante en la naciente sociedad de La Española, pues fue llamado a declarar en el interrogatorio de los padres jerónimos. El mismo se llevó a cabo el 18 de abril de 1516 a todos los regidores de la isla. Por aquel tiempo Andrés de Montamarta era regidor de la Vera Paz y tuvo que contestar a las siete preguntas jeronimianas sobre los caciques e indios de la isla. Las cuestiones decían así: primera, cuánto tiempo llevaba en La Española; segunda, si en ese tiempo había tratado con caciques y conocía sus costumbres; tercera, si los indios se servían por sí mismos en el trabajo y demás quehaceres; cuarta, si era bueno traer los indios en encomienda cerca de los castellanos para poder ser instruidos; quinta, si le parecía mal hacer lo antes indicado; la sexta era muy parecida a la anterior; y séptima si había que encomendar a todos por igual, tanto solteros como casados.

Montamarta, como regidor, contestó que llevaba unos veinticuatro años más o menos en la isla (lo que era cierto, porque llegó en el segundo viaje colombino).

A la segunda respondió que se comunicaba con los indios antes y después de los repartimientos, y añadió que eran más malos que buenos porque no rezaban si no era por la fuerza. En la tercera decía que los indios no eran personas de capacidad para que fueran puestos en libertad, pues solos no trabajarían ni pagarían los diezmos. En la cuarta Montamarta comentó que le parecía bien que los indios fueran traídos a los pueblos de los españoles para instruirlos en la fe, pero no por la fuerza, porque sino sería contraproducente.

A la quinta Andrés respondió que era bueno hacer lo antedicho. A la sexta opinaba que era bueno traer a los indios para adoctrinarlos. Y a la séptima le pareció bien que se encomendasen indios a quienes permanecieran en la isla y que fuera vigilado su trato. Finalmente añadió que no firmó por no saber.

Las últimas noticias de Andrés de Montamarta datan de dos años después, cuando aparece como regidor, esta vez en la villa de Santa María del Puerto de la Maguana en 1518.

 

Bibl.: P. Boyd-Bowman, Índice geobiográfico de más de 56 mil pobladores de la América hispánica, México, Universidad Nacional Autónoma (UNAM), 1948; E. Rodríguez Demorizi, Los dominicos y las encomiendas de la Isla Española, Santo Domingo, Editora del Caribe, 1971; P. E. Taviani, Los Viajes de Colón, el gran descubrimiento, Barcelona, Novara, 1984; F. Morales Padrón, Cristóbal Colón, almirante de la Mar Océana, Madrid, Anaya, 1988; V. Benzo de Ferrer, Pasajeros a la Española (1492-1530), Santo Domingo, Amigo del Hogar, 2000; M.ª M. León Guerrero, El Segundo Viaje Colombino, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2002 (http:// www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=7779).

 

Alberto Sigüenza Pérez