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Juan de Rivamartín

Biografía

Rivamartín, Juan de. Valle de Tobalina (Burgos) c. 1520 – ?, s. m. s. XVI. Soldado y encomendero.

Nació en el Valle de Tobalina, en la provincia de Burgos, hacia 1520. Sus primeras andanzas americanas se sucedieron en la Nueva España, cuando en 1540 los indios chichimecas de la Nueva Galicia se sublevaron, y —tras la muerte de Pedro de Alvarado— el propio virrey Antonio de Mendoza tuvo que dirigirse al frente de un ejército a combatirlos, en 1541. En la pacificación intervinieron numerosos soldados burgaleses y Ángela Pereda destaca la presencia entre ellos de Juan de Rivamartín, que fue —está documentado en el Archivo General de Indias de Sevilla— uno de los veintisiete españoles que vencieron a más de veinte mil indios para romper el asedio de Guadalajara.

Desde México se marchó al Perú, y allí participó en las guerras civiles, combatiendo siempre en el bando realista. Blasco Núñez de Vela le encargó ir a Pasto, con Sancho de la Cabrera y sus hombres: en el trayecto encontraron —y se enfrentaron— a Gonzalo Pizarro y los suyos. Rivamartín capturó en la refriega a Martín de Garay, de quien los realistas intentaron obtener alguna información. Juan de Rivamartín combatió el 18 de enero de 1546 en la batalla de Añaquito; tras la muerte de Núñez de Vela, el burgalés fue capturado y saqueado, pero logró escapar. De nuevo entre los soldados leales a la Corona, hicieron prisionero al espía Carreño, que llevaba informes de Francisco Hernández Girón para Gonzalo Pizarro.

Rivamartín se encontraba entre los soldados que en Jaquijahuana desbarataron definitivamente a Pizarro y su hueste de alzados el 9 de abril de 1548. Con las tropas del mariscal Alonso de Alvarado se desplazó hasta La Paz, allí Rivamartín fue hecho prisionero por pasar informes a los realistas, pero Alvarado logró liberarlo. También estuvo presente en los enfrentamientos de Pucará, una vez más contra Francisco Hernández Girón y los rebeldes, y en la batalla de Chuquinga, el 21 de mayo de 1554, donde perdió los escasos bienes de que disponía.

Tras este contratiempo, se decidió a probar fortuna en otros territorios y en 1557 se marchó a Chile. La Guerra contra los mapuches estaba en su apogeo. El 9 de agosto de 1557 se produjo la Batalla de Arauco.

Tres divisiones de guerreros mapuches, al mando de Caupolicán, atacaron el fuerte de Arauco construido por orden de García Hurtado de Mendoza, cerca de Concepción. En esta batalla, perecieron más de dos mil guerreros araucanos. Al día siguiente, 10 de agosto Rivamartín combatió a los hombres de Caupolicán en el río Bío-Bío; después colaboró activamente en la pacificación de Concepción, empresa en la que gastó cinco mil pesos en cuatro esclavos negros, cinco caballos, un macho, armas, aderezos y sustento de sus criados. Hombre hábil y buen conocedor de la estrategia, socorrió al gobernador García Hurtado de Mendoza en el río Maule, camino de Concepción: ayudado por otros soldados engañó a los araucanos distrayéndolos para que el grueso de las tropas españolas pudiera atravesar la corriente del Maule. El 13 de diciembre tuvo lugar el desbarate del fuerte araucano de Quiapea; Juan de Rivamartín fue elegido por Hurtado de Mendoza para quedarse al frente de la guarnición española —setenta soldados— en la fortaleza recién conquistada. Se fundó la Villa de Cañete y Rivamartín fue su primer alcalde. Además, se le concedió una encomienda en Tucapel, si bien por ser los mapuches tan belicosos no pudo obtener beneficios de la encomienda y solicitó otras mercedes. En 1560 regresó a Perú.

 

Bibl.: C. Ruiz Rodríguez, Burgaleses en Chile durante el XVI, tesis doctoral, Valladolid, Universidad, 1992 (inéd.); A. Pereda López, Conquistadores y Encomenderos burgaleses en Indias. 1492-1600, Burgos, Universidad, 2001.

 

Adelaida Sagarra Gamazo

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