Medina Verdes y Cabañas, Manuel de. Sevilla, 28.IV.1773 – 1.XII.1856. General y ministro de la Guerra Carlista.
Al iniciarse la Guerra de la Independencia, organizó y dirigió el Regimiento de voluntarios de Sevilla, a cuyo frente se distinguió en la batalla de Almonacid, en la que obtuvo la Cruz de la Orden de San Fernando. Fue ascendido a brigadier y nombrado comandante general de la división mallorquina, distinguiéndose en la defensa de la Isla de León y en la expulsión de los franceses de Niebla. Concluida la guerra, estuvo al frente de las milicias provinciales de Andalucía, retirado del mando durante el Trienio Constitucional por su conocida adhesión al Partido Realista.
Mariscal de campo, jefe de brigada de la Guardia Real Provincial de Madrid, en agosto de 1833, el 3 de dicho mes fue denunciado por un agente de policía por “hablar pestes” de los ministros, especialmente del ministro de la Guerra, “culpándoles de todo lo de malo que ocurría y repitiendo que el Rey estaba engañado”, pero fue exculpado por su superior, el conde de San Román. Fue apresado el 29 de marzo de 1834, en compañía del marqués de Zambrano y los brigadieres Soto y Mir —todos ellos comprendidos en la causa formada a González Estefani, dirigente de una junta carlista que actuaba en Madrid—. Antes de su detención, Cabañas destruyó diversos documentos, no pudiendo probarse nada en su contra, aunque el fiscal militar pidió que se le destinara a un punto en el que se pudiera vigilar su conducta. A finales de 1834 se hallaba en Zaragoza, y en fecha no determinada, pero anterior a 1836, se incorporó a las filas carlistas, en las que fue nombrado inspector de Infantería.
Nombrado ministro de la Guerra el 10 de enero de 1837, acompañó a Carlos en la expedición Real, y presentó su dimisión a la vuelta de la misma, el 20 de octubre de 1837, tanto por su fracaso como por los rumores que corrían en su contra por responsabilizarse a uno de sus hijos de la pérdida sufrida por la Caballería en la acción de Huerta del Rey. Pese a que éste fue asesinado en una algarada por elementos extremistas, y a que otro de sus hijos se adhirió al convenio de Vergara, el teniente general Cabañas se negó a hacer lo propio y no regresó a España hasta 1848, momento en el que le fueron reconocidos los grados conseguidos durante la guerra.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Exp. personal.
I. Magués, Don Carlos et ses défenseurs, Paris, Toussaint, 1837; R. de Brea, Carlistas de antaño, Barcelona, La Bandera Regional, 1910, págs. 80-85.
Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera
