Nace en la primera mitad del siglo v. Antes del 19 de noviembre del año 465, insta, como duque de la Tarraconense, a Ascanio, obispo metropolitano de Tarragona, y al episcopado de su provincia a dirigirse al papa Hilaro para exponerle, básicamente, la sucesión del obispo Nundinario de Barcelona por el obispo Ireneo de Tarrasa —se trata de la epistula 14, justificativa de lo sucedido en Barcelona y escrita por quienes habían denunciado anteriormente a Hilaro las ordenaciones irregulares realizadas por el obispo Silvano de Calahorra, al margen de su metropolitano—. Esta actuación de Vincencio —probablemente originada por el sector de Silvano— se ubica, pues, en una época de conflicto, no únicamente eclesiástico, entre las zonas oriental y occidental de la Tarraconense, esta última paulatinamente desvinculada del poder imperial y de la misma Tarragona. En este momento, Vincencio —quizás ya uir inlustris y mencionado como dux prouinciae en la epistula 14*— parece llevar poco tiempo en Hispania, dado que proporciona al episcopado indicaciones acerca de Hilaro. [...]