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Antonio Rodríguez García

Biografía

Rodríguez García, Antonio. Antón. Candás (Asturias), 16.II.1911 – Murias de Candamo, (Asturias), V.1937. Escultor y pintor.

Artista asturiano, más conocido como Antón, nombre con el que solía firmar sus obras. Nacido en el seno de una familia numerosa y de modestos recursos económicos, su formación primaria estuvo condicionada por estas circunstancias, que limitaron el desarrollo de su temprana vocación. Alternó sus primeros estudios en la Escuela Pública de su villa natal con diversos trabajos, sin abandonar en ningún momento la actividad artística, realizada de forma totalmente autodidacta. En 1930, su obra Arrapiezo dormido, con la que se presentó al V Certamen Provincial del Trabajo de La Felguera, llamó la atención del pintor gijonés Evaristo Valle, miembro del jurado, que le consiguió el padrinazgo económico del empresario conservero Alfonso Albo. De la mano de su protector se trasladó a Madrid y entró en contacto con el académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, José Francés, y con el escultor Juan Cristóbal, que se convirtió en su maestro. En la capital, asistió como alumno libre a las clases de la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, fue copista del Museo del Prado y del de Arte Moderno, participó en varias Exposiciones Nacionales de Bellas Artes y frecuentó la tertulia del café Pombo, centro de reunión de diversos intelectuales y artistas. El inicio de la Guerra Civil le sorprendió durante uno de sus veraneos en su villa natal, donde, a pesar de no tener ninguna afiliación política, fue detenido el 2 de agosto de 1936 y encerrado en la iglesia de San Félix, convertida en prisión. Allí, su pasión por el arte y su actividad incansable consiguieron salvar de la quema el gran retablo barroco del Cristo, realizado en 1734. Tras su liberación, fue enviado al cercano frente de Candamo, donde encontraría la muerte en mayo de 1937, a los 26 años.

En la obra de Antón se distinguen claramente dos etapas, que corresponden a los períodos anterior y posterior de su marcha a Madrid. Hasta 1930, el artista se deja dirigir únicamente por su agudo instinto artístico; sus obras ahondan en lo popular y lo costumbrista, con un tratamiento de carácter naturalista en el que se mezcla la búsqueda de emociones con cierta ingenuidad no exenta de elegancia. Predominan los temas de niños y de personajes femeninos, representados de un modo dinámico y expresivo, siempre dentro del más puro realismo. De las obras realizadas en su etapa de Madrid sólo se conservan las que hizo durante sus vacaciones en Candás –las que dejó en la capital desaparecieron durante la guerra- y en ellas ya se advierte una mayor precisión y seguridad en el tratamiento del cuerpo humano, y un cierto acercamiento a un lenguaje expresionista, aunque sin abandonar nunca su carácter popular. Obras representativas de esta etapa son Marinera, Fin de la romería, Rapacina o Asturiana, todas ellas en el museo dedicado al artista en su villa natal.

 

Obras de ~: Arrapiezo dormido, 1930; Marinera; Fin de la romería; Rapacina; Asturiana.

 

Bibl.: Bibl.: VV. AA., Antón 1911-1937 Esculturas, Candás, Centro de Escultura de Candás, 1989

 

Luis Díez Tejón