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Manuel Medina Díaz

Biografía

Medina Díaz, Manuel. Gijón (Asturias), 15.III.1881 – 15.I.1955. Pintor.

Nacido en el barrio gijonés de Roces, entonces una pequeña aldea rural, en el seno de una familia acomodada, mostró desde su niñez una vocación artística, manifestada sobre todo en el intento de captar mediante el dibujo el paisaje que le rodeaba. A la vista de sus cualidades, sus padres le matricularon en la Escuela de Artes y Oficios de Gijón. Tras acabar sus estudios, el profesor de Dibujo, Fernando Pallarés, aconsejó a sus familiares que le enviaran a Madrid para completar su formación. Ya en la capital, se dedicó durante algún tiempo a recorrer los museos, con especial atención a la obra de Velázquez, a quien siempre consideró el genio pictórico por excelencia. En 1903, gracias a un informe favorable dictado por el también gijonés, residente en Madrid, Pío Escalera, logró del Ayuntamiento de Gijón una subvención que le permitió cursar estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo como profesor a uno de los pintores que más habría de influir en su formación artística: Luis Menéndez Pidal. Finalizó su carrera en 1906, y en este mismo año obtuvo la 3.ª Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su cuadro Primera tonsura, que regaló al Ayuntamiento de su ciudad como muestra de agradecimiento. Prosiguió su formación en la Academia Española de Bellas Artes en Roma, gracias a una beca de la Diputación Provincial de Oviedo, conseguida por oposición en 1911. Los dos años que permaneció en esta institución modelaron su estilo hacia formas más clásicas y elaboradas, aunque su temática pronto habría de volver a lo regional.

De esta época son cuadros como Foro romano, El Palatino o Arco de Tito. Terminada su estancia en la capital italiana, regresó a su ciudad natal, de la que ya no habría de moverse, salvo ocasionales viajes a Madrid.

En uno de ellos, en 1915, asistió a la Exposición Nacional de Bellas Artes con su cuadro El dentista, que fue premiado con la 2.ª Medalla.

La obra de Medina Díaz se mantuvo al margen de la evolución de las vanguardias y se ciñó exclusivamente a la captación del mundo que le rodeaba, siempre con un modo de hacer fiel a las corrientes pictóricas tradicionales. Sus temas se centraron en el paisaje, el retrato, el bodegón y la escena costumbrista, que representó con un tratamiento sobrio y expresivo y con preocupación por el detalle y los efectos de luz.

Por sus lienzos desfilan tipos populares, personajes en actitudes cotidianas y, desde luego, siempre el paisaje de su tierra como una referencia continua. Entre sus obras, además de las ya señaladas, cabe citar: Lección de gaita, El curandero, La hilandera, La tonada, Tornaboda, La paragüera, El fracaso, El hogar o La vieja y las niñas. La mayoría se encuentra en colecciones privadas, aunque hay una buena representación en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo, y en la Casa-Museo de Jovellanos, en Gijón.

 

Obras de ~: Primera tonsura, 1906, Foro romano; El Palatino; Arco de Tito; El dentista, 1915; Lección de gaita; El curandero; La hilandera; La tonada; Tornaboda; La paragüera; El fracaso; El hogar; La vieja y las niñas.

Bibl.: J. Villa Pastur, “Medina Díaz, Manuel”, en VV. AA., Gran Enciclopedia Asturiana, t. IX, Gijón, Imprenta Heraclio Fournier, 1970; L. Castañón, Pintores Asturianos, t. I, Oviedo, Banco Herrero, 1974; P. Adúriz, Monografías de pintores asturianos. M. Medina Díaz, Gijón, Ayuntamiento, 1977.

 

Luis Díez Tejón