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Alonso Cabrera

Biografía

Cabrera, Alonso. Córdoba, c. 1570 – Madrid, 13.III.1631. Juez, consejero del Consejo de Castilla, consejero de la Inquisición y consejero de la Cámara.

Hijo de Baltasar de Cabrera, señor de Torres Cabrera, fue colegial del colegio del arzobispo Fonseca de Salamanca. En la Universidad de esa ciudad fue catedrático sustituto y después juez metropolitano por el arzobispo de Santiago. Ingresó en la carrera de Magistratura en 1602 ocupando un puesto de oidor en la Chancillería de Valladolid, del que tomó posesión el 18 de noviembre. Diez años después ascendió a una fiscalía del Consejo de Órdenes, vacante por promoción de Mendo de Benavides a consejero del mismo. Su título de nombramiento se expidió el 19 de mayo de 1612, juró su cargo el 27 y vistió el hábito de Calatrava. Medio año después fue promovido al empleo de consejero de Órdenes. Tomó posesión el 7 de diciembre, sucediendo a Diego López de Salcedo, que pasó al Consejo Real.

Cabrera no formó parte del círculo de personajes protegidos por el valido Lerma. Se había enemistado con el favorito de éste, Rodrigo Calderón, porque no cedió a sus pretensiones en un negocio que se trataba en el Consejo de Órdenes. En 1616, cuando apenas llevaba un mes en la presidencia del Consejo de Castilla Fernando de Acebedo, se tuvieron que proveer dos plazas del Consejo Real. Rodrigo Calderón y el duque de Lerma apostaban por sus amigos Gilimón de la Mota y Gil de Albornoz. Acebedo había comentado secretamente a Felipe III los méritos y la preparación profesional de Cabrera, lo que hizo que el Monarca se decantara por él además de por Gilimón de la Mota.

Una de las primeras medidas dispuestas por Felipe IV al acceder al trono fue encargar a Alonso Cabrera que fuese al encuentro del duque de Lerma, que desde Valladolid se dirigía a la Corte, y le ordenase que retornara a dicha ciudad. Personaje afín al nuevo régimen de Baltasar de Zúñiga y del conde-duque de Olivares, fue uno de los jueces encargados de juzgar la causa del exvirrey de Nápoles duque de Osuna, acusado, entre otros delitos, de rebelión y malversación de caudales públicos. Felipe IV le ordenó que administrase y gobernase la casa y hacienda del duque de Osuna. También integró la Junta que calificó si los duques de Lerma y Uceda, hijos, nietos y miembros de la servidumbre habían incurrido en algún delito cuando obtuvieron sus respectivos oficios y mercedes.

El último día de julio de 1621 un decreto real le concedió plaza del Consejo de la Cámara. En 1624 acudió a la nueva Junta Grande de Reformación, creada para salvaguardar la moralidad pública. El padre Félix Paravicino, trinitario calzado, le propuso, en un dictamen fechado el 26 de noviembre de 1626 en el que también figuraban los consejeros de Castilla Chaves y Corral, para el cargo de presidente del Consejo de Castilla. El año siguiente accedió al Consejo de la Inquisición, puesto que compaginó con las consejerías de Castilla y de la Cámara. El 10 de enero de 1628 el Rey le otorgó la Encomienda de Paracuellos. Elegido, en octubre de 1630, virrey de Perú, renunció al cargo.

Había contraído matrimonio con su sobrina Catalina de Cabrera. Tuvieron un hijo, que falleció el 21 de abril de 1627, a los veintiocho meses de edad. Sus contemporáneos definen a Cabrera como magnífico letrado, recto, justo, duro, limpio y entero.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Quitaciones de Corte, leg. 5; Archivo Histórico Nacional, Estado, legs. 3028, 1 y 6404; Consejos, lib. 1.477, fols. 36-41.

G. González Dávila, Teatro de las grandezas de la villa de Madrid, Corte de los Reyes Católicos de España, Madrid, Thomas Iunti, 1623; M. Escagedo y Salmón, “Los Acebedos”, en Boletín de la Biblioteca Menéndez y Pelayo, 7 (1925), págs. 50- 64; F. de Quevedo, Obras completas, estudio preliminar, ed. y notas de F. Buendía, Madrid, Aguilar, 1961, 2 vols.; J. M. Pelorson, Les Letrados, juristes castillans sous Philippe III, Le Puy- En-Velay, Université de Poitiers, 1980; J. Fayard, Los miembros del Consejo de Castilla (1621-1746), Madrid, Siglo xxi, 1982; Los Ministros del Consejo Real de Castilla (1621-1788). Informes biográficos, Madrid, Hidalguía, 1982, pág. 6; G. Gascón de Torquemada, Gaçeta y nuevas de la corte de España desde el año 1600 en adelante, ed. de A. de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta, Madrid, Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, 1991; C. Domínguez Rodríguez, Los Oidores de las Salas de lo Civil de la Chancillería de Valladolid, Valladolid, Universidad, 1997; J. F. Baltar Rodríguez, Las Juntas de Gobierno en la Monarquía Hispánica (Siglos xvixvii), Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 1998; J. Jauralde Pou, Francisco de Quevedo (1580-1645), Madrid, Castalia, 1998; R. Gómez Rivero, “Consejeros de Órdenes. Procedimiento de designación (1598-1700)”, en Hispania, LXIII, 2, n.º 214 (2003), págs. 657-744; “Consejeros de Castilla de Felipe III”, en Anuario de Historia del Derecho Español, LXXIV (2004).

 

Ricardo Gómez Rivero

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