Ayuda

Ramón de Olascoaga y Bulfy

Biografía

Olascoaga y Bulfy, Ramón de. Bilbao (Vizcaya), 14.VI.1864 – Guecho (Vizcaya), 14.XII.1942. Profesor universitario, escritor de temas económicos y periodista.

Nació en una familia carlista muy significada, en la que el padre había ocupado el cargo de secretario de gobierno del Señorío de Vizcaya. Cursó el bachillerato en Vitoria, Bilbao y San Sebastián, y estudios de Derecho en la Universidad de Zaragoza, licenciándose en 1884 con un estudio crítico sobre varios artículos de la ley hipotecaria. Invitado por Ramón Zubizarreta, un vasco residente en Paraguay que gozaba de un gran prestigio entre los círculos intelectuales de aquel país, partió hacia Asunción, en donde residió entre 1888 y 1905. Allí contribuyó decisivamente a la reapertura de la Facultad de Derecho en 1889 y a la inauguración de la Universidad Nacional que tuvo lugar al año siguiente. Ocupó diversos cargos administrativos (secretario y decano de la Facultad, primer secretario del Consejo Superior Universitario y rector interino), desempeñó variadas tareas docentes (Historia del Derecho Romano, Literatura Española y Americana, Finanzas y Economía Política y Estadística) y en 1900 creó la primera Cátedra de Sociología paraguaya. Tuvo un gran influjo en la formación de los líderes surgidos de las primeras promociones universitarias y en la creación de opinión en el país, pero rechazó hacerse cargo del Ministerio de Hacienda y regresó a España como comisionado de Paraguay en Europa, encargado de promocionar las relaciones comerciales entre aquel país y este continente.

Separado durante algunos años de la vida académica, la reemprendió durante el curso 1915-1916 en la Facultad de Derecho del Colegio de Estudios Superiores que dirigían los jesuitas en Deusto, pero su delicada salud le hizo abandonarla nuevamente al finalizar el curso siguiente. A partir de entonces su ocupación principal vendría asociada a los medios de comunicación social, pues hasta su muerte escribió ininterrumpidamente en la prensa nacional y local —El Debate, La Gaceta del Norte, el Pueblo Vasco, el Diario de Vizcaya, el Diario de Navarra, La Voz de Navarra, El Ideal Gallego, El Heraldo Alavés, Vizcaya en la Mano, Hermes, etc.— y en 1923 asumió la dirección de la revista Información, órgano oficial de la poderosa Cámara de Comercio bilbaína que dirigió durante casi veinte años.

Casado con la también bilbaína Dolores Amann Barroeta y padre de seis hijos, fue un trabajador incansable y un lector consumado, a quien sus familiares recuerdan encerrado hasta altas horas de la noche en su despacho, en donde le debía ser servida la cena. Sólo las intensas tertulias del café Lion d’Or parecían distraerle de su trabajo. Éstas, que contaban con el atractivo de Pedro Eguillor, un personaje erudito y extravagante que asumió el liderazgo de los contertulios, convocaban a un grupo de intelectuales, artistas, periodistas, políticos y escritores que tuvo una gran trascendencia en la vida social y cultural de Bilbao entre 1910 y la Guerra Civil. Entre ellos, se encontraban, además del propio Olascoaga, Enrique de Areilza, los periodistas Juan de la Cruz Elizondo, José María Salaverría, Gutiérrez Abascal y Grandmontagne, el futuro falangista Rafael Sánchez Mazas, Fernando de la Cuadra Salcedo, Joaquín Adán, Joaquín Zuazagoitia, José Félix de Lequerica, Ramón Basterra, Juan Antonio Zunzunegui y, aunque con menor frecuencia, Miguel de Unamuno, Mourlane Michelena y Gregorio Balparda, así como los jóvenes José María de Areilza y Esteban Bilbao. En aquellas sesiones, a las que Olascoaga asistió durante más de veinticinco años, los contertulios hacían gala de sus tendencias autoritarias, de su monarquismo y de su odio hacia el nacionalismo vasco.

Dotado de una enorme capacidad para la lectura, dio muestras de un gran conocimiento de las obras de economía escritas por sus contemporáneos, como lo refleja su Estado actual de los estudios económicos en España, pero prefirió dedicar su vida a la creación de opinión a través del periodismo antes que a la profundización teórica. Su familiaridad con la actualidad social, política y cultural internacional, conseguida a través del casi centenar de periódicos y revistas españolas y extranjeras que pasaban regularmente por sus manos, era también notable y le permitió hacer de sus comentarios sociales y económicos en la prensa un medio de vida, lo que supone un caso muy notable de periodismo especializado. Los más de dos mil artículos que escribió Olascoaga a partir de 1915 hicieron de él uno de los periodistas más importantes del país durante el período de entreguerras y, por supuesto, el economista más leído de la época.

Como no podía ser de otra manera, su primera preparación teórica influyó decisivamente en el carácter de sus artículos divulgativos y en su propia evolución política. Su pensamiento estuvo marcado por el rechazo a los principios metodológicos y económicos de la economía clásica y por la adhesión, firme e incondicional a los postulados básicos de la Escuela Historicista alemana, tal y como fueron desarrollados, en particular, por Wagner y Schmoller. Esta adhesión se vio, además, reforzada por la enorme atracción intelectual y afectiva que sintió a lo largo de su vida hacia todo lo que entonces representaba el modelo económico y cultural germánico. Las críticas de Olascoaga al liberalismo individualista y al librecambismo y cosmopolitismo clásicos le llevaron a abrazar un modelo, a un mismo tiempo, nacionalista, intervencionista y proteccionista, paradigma del aplicado en el Estado español hasta la segunda mitad del siglo xx como fórmula para superar su tradicional atraso económico.

De hecho, tal y como lo mostró la evolución de algunos historicistas alemanes hacia el nazismo, el historicismo de Olascoaga también contenía todas las semillas necesarias para dar el paso desde el simple conservadurismo político y la doctrina social católica hasta el fascismo dictatorial y el proteccionismo integral, transformación que se vio acelerada a raíz de las convulsiones políticas y la conflictividad social que se vivieron en España entre los años 1917 y 1919.

Aunque Olascoaga siempre se consideró “fuera del radio de la política militante”, sus artículos no ocultaban sus simpatías hacia el maurismo ni su afinidad con el tradicionalismo de Vázquez de Mella. Pero fue su aceptación de la cosmovisión historicista la principal responsable del progresivo radicalismo que fueron adquiriendo sus artículos hasta el nivel extremo que alcanzaron en los momentos previos e inmediatamente posteriores a la Guerra Civil. Es ella la que hace posible entender su concepción del origen y evolución de las sociedades y del Estado, de las relaciones internacionales, del papel que debe desempeñar el Gobierno frente a las clases sociales, de las diversidades culturales dentro del Estado, de la política económica, etc.

Del extremismo que fue adquiriendo la opinión de Olascoaga a lo largo de los años dan fe su distanciamiento de los medios de comunicación de la derecha más dialogante y su progresivo acercamiento a los movimientos totalitaristas europeos. Así, a partir de 1925 dejó de monopolizar el pensamiento económico y político que se generaba en las páginas de El Debate, tanto porque éste comenzó a recelar de la dictadura primorriverista como por su mayor prudencia con respecto al intervencionismo económico y la autarquía.

De la misma forma, la activa participación de Olascoaga a favor de la causa alemana acabó plasmándose en la concesión —firmada por el mismo Hitler el 6 de febrero de 1940— de la Cruz del Mérito de la Orden del Águila Alemana, que había sido instituida en 1937 con el objeto de “honrar a los extranjeros que han hecho méritos a favor del Imperio Alemán”.

 

Obras de ~: Programa razonado de Economía Política, Asunción, Tipografía y Encuadernación de La República, 1894; El comercio internacional y la moneda nacional, Asunción, Talleres Nacionales de H. Kraus, 1895; E. Reclus, Paraguay. Capítulos entresacados de la nueva Geografía Universal, pról., trad. y notas de ~, Asunción, A. de Uribe y Cía., 1896; Ch. Gide, Tratado de economía política, trad. de la quinta edición francesa y pról. de ~, Madrid, Ramón Anglés, 1896; Estado actual de los estudios económicos en España, Madrid, Ramón Anglés, 1896; “El régimen arancelario”, en La Administración, febrero de 1896, págs. 597-601; “Estudio sobre el papel-moneda”, en Revista del Instituto Paraguayo, IV, 31 (1901), págs. 3-59; Relaciones comerciales hispanoamericanas, Bilbao, Librería Villar, 1908; Economía política, c. 1914 [reprod. en J. M. Barrenechea (ed.), Economía política. Ramón de Olascoaga, Vitoria, Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2000 (Clásicos del Pensamiento Económico Vasco, t. V)].

 

Bibl.: J. M. Barrenechea (ed.), “Estudio preliminar”, en Economía política. Ramón de Olascoaga, op. cit., págs. XVIICXVI.

 

José Manuel Barrenechea González

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares