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Aurelio Suárez Fernández

Biografía

Suárez Fernández, Aurelio. Gijón (Asturias), 14.I.1910 – 10.IV.2003. Pintor.

Tal y como recuerda el artista en el dorso de cada uno de sus guaches, Aurelio Suárez Fernández es natural de Gijón. Tercer hijo de una familia de clase acomodada, nace el 14 de enero de 1910. El matrimonio formado por Abelardo Suárez Ibaseta y Elvira Fernández ya contaba con otros dos hijos, Manolo y Gonzalo, a los que se añadirá Aurelio y una hija que fallecerá a edad temprana. El padre de Aurelio, capitán de la Marina Mercante, era un gran aficionado a la pintura, llegando a exponer sus obras el año 1923 en una sala gijonesa. Una grave enfermedad siega de forma prematura la vida de la madre de Aurelio, tras lo cual su padre contrae segundas nupcias con Dolores Pico.

El joven Aurelio muestra desde temprana edad dotes para la pintura además de una potente imaginación.

En plena adolescencia, dispone ya de un pequeño estudio en una buhardilla del edificio donde residía, realizando unos pocos años más tarde dos murales para el portal de la casa.

Las dos primeras exposiciones públicas de su obra tienen lugar en el año 1929 en Gijón, en las salas del Ateneo Casino Obrero y en las de la Escuela de Comercio.

Durante los años 1930 y 1931, colabora con el diario La Prensa dibujando chistes y tiras cómicas.

Después de cumplir sus obligaciones con el Servicio Militar, que realiza en Ceuta en el cuerpo de artillería, decide trasladarse a Madrid para cursar la carrera de medicina, estudios que no llegará a finalizar. Su estancia en la ciudad le pone en contacto con la renovación figurativa que estaban practicando algunos de los más importantes artistas del momento. Dos exposiciones van a marcar su trayectoria artística durante esos años. La primera se celebra en el Ateneo de Madrid en 1933, y la segunda, en el Museo Nacional de Arte Moderno al año siguiente. También participa en dos Salones de Otoño consecutivos en los años 1933 y 1934. El estallido de la Guerra Civil trastoca de manera radical la vida del artista. Aurelio es herido en la defensa de Madrid lo que provoca su traslado a un hospital de Cuenca para su recuperación. Posteriormente viaja a Valencia, donde se encontraba su familia, trasladándose después a Barcelona donde es herido por segunda vez. Su hermano mayor Gonzalo acude en su búsqueda y ambos se trasladan a Gijón, ciudad en la que residirá hasta el final de su vida. Los años de la posguerra son especialmente duros: Aurelio realiza diversos trabajos para sobrevivir y en cuanto a su pintura parece sufrir una crisis creativa. La estabilidad laboral le llega cuando comienza a trabajar en Decoraciones Telenti donde permanecerá hasta el momento de su jubilación, dedicado a la decoración de cerámica.

En 1948 contrae matrimonio con María Teresa Pomeda Ordóñez, unión de la que, un año más tarde, nacerá su único hijo que recibe el nombre de Gonzalo. El año 1949 supone el retorno de Aurelio Suárez a las salas de exposiciones tras el largo paréntesis provocado por la guerra. La primera muestra se lleva a cabo en el Real Instituto de Jovellanos de Gijón, del 4 al 12 de julio. Ese mismo año expone en Madrid en la Sala Clan. En la década de los cincuenta, con una vida estabilizada en Gijón, Aurelio desarrolla una actividad expositiva considerable. Ésta comienza en mayo de 1950 en las Galerías Santu de Oviedo. La siguiente institución que programará una exposición de su obra será la Universidad de Valladolid, en abril de 1951, ciudad en la que volverá a exponer cuatro años después, en diciembre de 1955. La exposición celebrada en 1952 en el Museo Municipal de Pinturas de Santander será la primera —después de la Guerra— en la que se pueden apreciar sus óleos, ya que en las muestras anteriores sólo había presentado obra sobre papel. La trayectoria expositiva de Aurelio prosigue de manera incansable ofreciendo una muestra anual. Se suceden Avilés (1953), La Coruña (1954) y Valladolid (1955). Todas se celebran con una excelente acogida crítica, que contrasta con la perplejidad de un público con la mirada educada exclusivamente para el arte más tradicional. Tras un paréntesis de dos años, la siguiente muestra se celebra en el Círculo Liceo de Luarca, organizada por el escritor y crítico de arte Jesús Villa Pastur. Ese mismo año supone el reencuentro del artista con su ciudad natal, al presentar dieciocho óleos en la sala de exposiciones del Ateneo Jovellanos. Finalizará la década con dos muestras más. La primera en Oviedo, durante el mes de abril de 1959, en la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros de Asturias, y la segunda en Madrid, donde volverá a exponer con el galerista Tomás Seral —antiguo propietario de la Sala Clan— en la librería Fernando Fe. Tras una muestra en Bilbao en 1960, en las salas de Bellas Artes de Artesanía Española, concluye su trayectoria expositiva en la Biblioteca José María de Pereda de Torrelavega, en el año 1961. Aurelio Suárez decide no volver a presentar sus obras cuando sólo contaba con cincuenta y un años de edad. Las causas de su temprana retirada son difíciles de determinar, ya que el artista no se manifestó públicamente al respecto.

Podemos apuntar, según testimonios familiares próximos, que percibió desde siempre cierta hostilidad hacia su pintura. Pese a que los comentarios críticos fueron casi siempre positivos, encontraba bastante rechazo en el público que asistía a sus exposiciones.

Dicha actitud cambió sustancialmente en los últimos años de su vida, cuando se convierte en un pintor de culto, pero seguramente ya era tarde para modificar su relación con el entorno artístico.

La vida de Aurelio Suárez transcurre así en su ciudad natal dedicado a la pintura y a sus múltiples aficiones, a las que se entrega con entusiasmo y completa dedicación.

Era un paseante empedernido, además de gran aficionado a la música. La lectura era otra de las actividades a las que más tiempo le dedicaba. Otra afición muy reveladora de su personalidad era el coleccionismo.

Además de conchas marinas, llegó a reunir una colección numerosísima de postales de todas las épocas y con motivos muy variados. Su propia obra la almacenaba y ordenaba con la precisión de un inveterado taxonomista, empleando cajas de cartón donde guardaba las pinturas archivadas por meses y años. En su forma de trabajar, en su elaboración de series cronológicas de óleos, guaches y bocetos, late esa misma mentalidad precisa y metódica del coleccionista.

Otro de sus intereses era la pintura de artistas aficionados, que colgaba de las paredes de su casa.

Transcurrieron así muchos años de intensa vida interna, mientras la leyenda del pintor secreto seguía creciendo. Periódicamente, las galerías de arte gijonesas exponían alguna de sus obras, en muestras siempre colectivas, mientras que Aurelio seguía recibiendo en su casa, en día y horario preestablecido, para vender su obra.

 

Obras de ~: Automóvil de alquiler, 1935; Tarde del sábado, 1943; Endemoniados, 1943; Naufragio, 1943; Tarde de jueves; 1944; Ictiófagos, 1944; Vigilancia perpetua, 1944; Esperanza nuestra, 1946; Ritmo, 1947; Tauromata, 1949; Atracción, 1951; Amador de flores, 1952; Entre dos días, 1952; La hora del yantar, 1953; Anochecer de cálido verano, 1954; Micromundi, 1954; Noche de frío espeso, 1954; Uno cada una, 1956; Mientras toco tuestan, 1956; Saturación de Sironisos, 1957; Concha de Fusus, 1959; Erosión, 1960.

 

Bibl.: F. Carantoña, Aurelio Suárez, catálogo de exposición, Gijón, Galería Tantra, 1975; VV. AA. Ciudad de ceniza. El surrealismo en la posguerra española, Teruel, 1992; VV. AA., Tomás Seral y Casas. Un galerista en la posguerra, Zaragoza, Gobierno de Aragón, 1998; C. Santullano, “Aurelio Suárez”, en VV. AA., Artistas asturianos, t. III, Oviedo, Ediciones Hércules, 2002; S. Noval, Aurelio Suárez. Mundo onírico, Gijón, Llibros del Pexe, 2004; VV. AA., Aurelio Suárez. Óleos, gouaches, bocetos, Oviedo, Galería Vértice, 2005; VV. AA., Aurelianismo, Gijón, G. J. Suárez Pomeda Ed. 2006; VV. AA., Abelardo Suárez Ibaseta. Marino y pintor, Gijón, Fundación Alvargonzález, 2006; VV. AA., Aurelio Suárez. Aureliografía, Gijón, Fundación Alvargonzález, 2006; VV. AA., Aurelio Suárez. Una visión cronológica, Gijón, G. J. Suárez Pomeda ed., 2007; VV. AA., Aurelio Suárez, Madrid, Galería Guillermo de Osma, 2007.

 

Saturnino Noval García

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