Rodríguez Valtodano (o Baltodano), Benito. Fontiveros, (Ávila) c. 1540 – ? 13.X.1613. Consejero de Indias, fiscal del Consejo de Indias, consultor de la Inquisición.
Su familia procedía de la ciudad abulense de Fontiveros, donde habían nacido tanto su padre, Jerónimo Rodríguez, como su madre, Olaya de Valtodano. Su familia materna había estado muy relacionada con la iglesia, como demuestra Alonso Suárez de Fuente del Sauce, tío abuelo de su madre y obispo de Jaén a principios del siglo XVI.
Benito Rodríguez Valtodano estudió cánones en la Universidad de Salamanca e ingresó en el Colegio Mayor de San Bartolomé el 20 de enero de 1570. Estuvo matriculado en todos los cursos desde 1570 hasta 1577, excepto en el de 1571-1572.
En 1572, gracias a Cristóbal Hernández Valtodano, arzobispo de Santiago y familiar suyo, no se sabe si tío o tío abuelo, consiguió el cargo de juez metropolitano en dicha diócesis, oficio que ocupó hasta 1574, cuando el nuevo arzobispo, Francisco Blanco, nombró a su sobrino, Melchor Blanco, para la plaza.
Después, Benito Rodríguez Valtodano fue nombrado consultor de la Inquisición en el partido del obispado de Salamanca, perteneciente a la sede del Santo Oficio en Valladolid. Durante estos años había sido rector del Colegio Mayor de San Bartolomé pero, precisamente, en 1580, perdió la oposición frente a Juan Ocón, lo que motivó su traslado a Sevilla, donde, además del cargo inquisitorial, fue nombrado oidor de la Audiencia de la ciudad hispalense.
Poco a poco, fue medrando en la administración filipina hasta que consiguió, el 29 de mayo de 1586, el oficio de fiscal del Consejo de Indias. Apenas tres años después, el 19 de abril de 1589, obtuvo una plaza como consejero en ese mismo organismo, del que llegó a ser presidente interino. Su mayor logro lo consiguió, ya durante el reinado de Felipe III, al conseguir entrar en la Cámara de Indias el 17 de septiembre de 1602, para suceder a Agustín Álvarez de Toledo.
Como consejero de Indias, fue uno de los impulsores de la provisión de plazas para la creación de la Real Audiencia de Santiago de Chile, junto a Luis de Salcedo, Tomás Jiménez Ortiz, Juan de Ibarra o el presidente del Consejo, el conde de Lemos, Pedro Fernández de Castro. También denegó, junto al resto de consejeros, una petición para conseguir un oficio en las Indias por parte de Miguel de Cervantes.
Asimismo, en 1603, Rodríguez Valtodano encargó a Diego de Zorrilla una “recopilación formada” de las leyes de Indias, que no llegó a concluir. También tuvo un pequeño papel en el Consejo de Cruzada en el que sirvió como asesor.
Finalmente, el 20 de marzo de 1612, recibió la jubilación y se le otorgó, mediante una real cédula, el pago de una pensión mientras viviese.
Murió, a la edad de setenta y tres años, en lugar desconocido. Fue enterrado en el Convento de la Victoria de Madrid, que se encontraba en la actual Puerta del Sol, hasta su desaparición, ocurrida tras la desamortización de Mendizábal en 1836. Los testamentarios de Rodríguez Valtodano fueron su hijo Diego, y Francisco Mena de Barrionuevo, un miembro del Consejo Real.
Benito Rodríguez Valtodano se casó en dos ocasiones. Primero en Valladolid, con Luisa del Águila y Montoya, y en segundas nupcias con Inés Carrillo de Guzmán. Tuvo varios hijos, entre los que destacaron Benito Rodríguez Valtodano, obispo de Nicaragua, o Diego, que fue oidor de Sevilla o fiscal en el Consejo de Órdenes.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias, Indiferente, 428, L.34, F.46R-46V; Archivo Histórico de la Universidad de Salamanca, AUSA 289, 291-295.
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Paris González-Albo Manglano