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Francisco Gabriel Gálvez

Biografía

Gálvez, Francisco Gabriel. Cuenca, c. 1510 – 1578. Maestro de capilla y compositor.

Son muy escasas las investigaciones realizadas sobre la vida y obra de este músico. Así pues, justo es señalar que fue Miguel Martínez el que más investigó sobre él. No sabemos si se tratará del mismo Gálvez del que Saldoni dijo que vivió en Roma hacia la mitad del xvi, siendo cantor de la iglesia de Santa María la Mayor. Por las fechas, bien podría tratarse del mismo personaje. Miguel Martínez supuso que era de Cuenca, ya que son varios los Gálvez que, en años anteriores, aparecen relacionados con la vida musical de la catedral de Cuenca. En torno a 1557 moría Andrés López, maestro de capilla de la misma, haciéndose cargo de dicho puesto, interinamente y en tanto se buscaba a alguien que ocupase el puesto definitivamente, el tenor Juan Olivares. Parece que el Cabildo no quiso hacer oposiciones y que prefirió ofrecer el puesto a un maestro de capilla de renombre. Así, en 1560 decidió enviar a “Juan Huerta, caminador, para que vaya a Baza y Granada a traer al maestro de capilla Gálvez, presbítero”. Según esto podría tratarse del mismo Gálvez que, según Anglés, habría opositado en 1554 al magisterio de la catedral de Málaga.

Miguel Martínez, por su parte, apuntó que en 1560 se encontraba de maestro de capilla de aquella catedral.

A finales de septiembre, o principios de octubre, Gálvez llegó a Cuenca y se le asignó un salario de 60.000 maravedís y 36 almudes de trigo al año. Veremos cómo, en contra de lo que el Cabildo conquense tenía por costumbre, serían numerosos y sustanciales los aumentos de salario que concedería a este maestro de capilla llegando a cobrar en 1578, en el momento de su muerte, la cantidad de 105.000 maravedís.

No obstante, hasta alcanzar este generoso trato por parte del Cabildo, Gálvez debió de tener bastantes problemas económicos que desembocaron el 5 de septiembre de 1563 cuando, inesperadamente, entró en la sesión que celebraba el Cabildo “y dijo que se despedía y despidió del oficio de maestro de capilla”. Todo apunta a que se marchó hacia algún punto de Aragón.

Llegados los albores del año 1564, el Cabildo fue informado por su obispo, Bernardo de Fresneda, “confesor de Su Majestad” desde Barcelona, de que el rey Felipe II iba a visitar la ciudad. Se decidió, entre otras cuestiones, organizar una capilla musical acorde con el visitante. Para ello se creó una comisión “para buscar cantores y ministriles” y de hecho se contrataron numerosos y reconocidos músicos. Pero se necesitaba también un director y se acordó, el 20 de marzo de 1564, llamar a Gálvez para que fuese “y después de venido concierte juntamente con el Provisor el salario que se le ha de dar, que de la manera que lo concierten se cumplirá sin más comisión”. Tal era la necesidad que se tenía de un maestro de capilla que, una vez que llegó a Cuenca, se acordó pagarle todo el salario “como si no se hubiera ausentado”. Gálvez había estado alejado de la catedral unos siete meses. A partir de aquí el Cabildo le acrecentó el salario regularmente.

Además, parece como si éste hubiera tenido un especial miedo a contrariar al maestro, ya que, como nueva muestra de fuerza, en 1566 presionó al Cabildo para que nombrase, como ayudante del organista, a Francisco de Aguilar, procedente de Salamanca, cediendo éste ante tal presión.

Gálvez planteó al Cabildo su deseo de seguir en Cuenca, lo que hace constar Miguel Martínez a pesar de no llegar a fechar tal suceso. Sin embargo, todo apunta a que, ante una sustanciosa oferta de la catedral de Segovia, consideró que no tenía más remedio que marchar, a no ser que la de Cuenca le ofreciese lo mismo. El Cabildo acordó que decidiese directamente el obispo y éste, una vez más, se decantó a favor de Gálvez. Posiblemente este hecho esté relacionado con la noticia que López-Calo da referente a que el Cabildo segoviano, el 1 de septiembre de 1576, acordó, para cubrir la vacante dejada por el maestro de capilla Bartolomé de Olaso, ofrecer el puesto, entre otros, a Gálvez. Pero Gálvez seguiría en Cuenca. Su muerte, según Miguel Martínez, debió de ocurrir poco después del 11 de julio de 1578. Fue el primer maestro de capilla que se enterró en la catedral, junto al altar de la Piedad. Posteriormente en el mismo lugar se daría sepultura a los demás maestros de capilla, independientemente de que fuesen clérigos o casados, así como a las esposas de estos últimos. A su muerte, de nuevo momentáneamente, se encargó el magisterio de capilla al tenor Juan Olivares, hasta que el 10 de septiembre de 1578 tomó posesión Ginés de Boluda.

Podemos constatar, a tenor de lo que indican las actas capitulares de la catedral de Cuenca, que al poco de tomar posesión ya había compuesto un Libro de Canto de Órgano (1561) por el que recibió 1.122 maravedís.

Noticias semejantes encontramos a lo largo de los años. Sin embargo, en la catedral de Cuenca no quedan obras suyas. La única composición que se le atribuye, aunque con la opinión en contra de Samuel Rubio, es el motete Emendemus in melius, compuesto, según Miguel Martínez, para el colegio y casa de los jesuitas (1580 o 1581). Esta obra se conserva en el Archivo de la Capilla Sixtina de Roma (ms. 108), en un libro de atril. Está compuesta para cinco voces y fue escrita por Cabreli Cálvez para el domingo 1.º de Cuaresma. Fue transcrita por Jesús María Muneta y publicada en Tesoro sacro musical, en un artículo de Miguel Martínez. Según Saldoni, sirvió de tema a Palestrina para su misa Emendemus. Pero Samuel Rubio opina que el nombre de su autor no puede traducirse por el de Gabriel Gálvez y que además no hay razón para decir que fuese el origen de la misa de Palestrina, ya que lo único que tienen en común, una y otra, son las tres primeras notas de la tercera voz de la obra de Gálvez, que se corresponden con las tres primeras de la misa de Palestrina, pero que también coinciden con el comienzo del Gradual gregoriano respectivo.

 

Obras de ~: Emendemus in melius (atrib.).

 

Bibl.: M. Martínez Millán, “Gabriel Gálvez, Maestro de Capilla en la Catedral de Cuenca (1560-1578)”, en Tesoro sacro musical (enero-marzo de 1975), págs. 3-7; S. Rubio, Historia de la música española. 2. Desde el “ars nova” hasta 1600, Madrid, Alianza Editorial, 1983; M. Martínez Millán, Historia musical de la Catedral de Cuenca, Cuenca, Diputación Provincial, 1988; J. López-Calo, Documentario Musical de la Catedral de Segovia. Vol. I. Actas Capitulares, Santiago de Compostela, Universidad, 1990; F. J. Cabañas Alamán, “Gálvez, Francisco Javier”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. V, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 358-359.

 

Fernando J. Cabañas Alamán