Galdácano Lizarralde, María. Luisa Gonzaga de la Asunción. Barcelona, 2.I.1882 –17.IV.1955. Escolapia (SChP), educadora, superiora provincial, asistenta general.
Sus padres, Antonio y Claudia, vascos, vivían en Barcelona, por el trabajo de Antonio, director del Banco Hispano Comercial. Eran familia numerosa, con ocho hijos, de dos matrimonios, y buscaron lo mejor para ellos en vivienda y educación. María, después de asistir a los colegios de teresianas y carmelitas misioneras, terminó brillantemente los estudios en las Escolapias de Gracia. Allí decidió su vocación religiosa. El 5 de septiembre de 1905 ingresó en el noviciado de San Martín de Provensals y el 21 de octubre tomó el hábito escolapio con el nombre de Luisa Gonzaga de la Asunción. Profesó el 5 de noviembre de 1907 y el 11 de noviembre llegó destinada al colegio de Sabadell (Barcelona). La madre Gonzaga completó su formación pedagógica entre 1907 y 1911 mediante los estudios de Magisterio y obtuvo el título en la Normal de Teruel, después se examinó de Teneduría Mercantil y de 1911 a 1932 estuvo totalmente dedicada a las clases. Dotada de una inteligencia clarísima, de cualidades pedagógicas, simpatía y don de gentes, era una profesora querida y admirada por las alumnas y por cuantos la trataban. Su influjo fue grande en la juventud femenina de la industrial Sabadell.
Por su gran caridad, también se ganó el aprecio de los menos favorecidos de la ciudad.
De 1932 a 1941, sin dejar las clases, fue superiora y directora del centro. Durante la Segunda República (1931-1936), con tesón y venciendo dificultades, logró mantener el ritmo normal del colegio. Pasó la Guerra Civil (1936-1939) en Barcelona, en casa de su hermano mayor. Por su ascendencia vasca, tenía más posibilidades de movimiento y salvó muchas vidas de escolapias y de otras congregaciones religiosas. Tampoco se libró de la cárcel en alguna ocasión. De 1939 a 1941, de nuevo en Sabadell, trató de restaurar y organizar la tarea educativa del colegio a buen ritmo. Su trabajo no pasó desapercibido en Sabadell. El Ayuntamiento reconoció sus desvelos en favor de la ciudad, y el 21 de junio de 1941 le tributó un homenaje de amor y gratitud. El alcalde le impuso la Medalla de Oro de Sabadell, a la vez que le entregaba un álbum con las firmas de centenares de alumnas, algunas del extranjero, que quisieron unirse a la celebración.
En el Capítulo General de 1941, fue elegida cuarta asistenta general y superiora del colegio de San Martín de Provensals, colegio deteriorado a causa de la guerra.
La madre Gonzaga logró restaurarlo y dotarlo de condiciones pedagógicas. La caridad fue su virtud cumbre y con los años crecía su deseo de cultivar la inteligencia y voluntad de las alumnas, a fin de prepararlas para la vida. En el Capítulo de 1947, la eligieron superiora provincial de Cataluña. Trabajó incansable por la renovación espiritual y pedagógica de las religiosas y de las alumnas. Era toda para todos, incluyendo los numerosos pobres que acudían a ella buscando el alimento material y espiritual. Por el trabajo excesivo de estos años se resintió su salud. En el Capítulo de 1953 fue elegida primera asistenta general. Esta nueva responsabilidad y su imparable trabajo agotaron su vida.
El 2 de abril de 1955, empezó su calvario. Falleció el 17 de abril, domingo segundo de Pascua.
Bibl.: Necrología de M. Gonzaga Galdácano (ciclostil), Sabadell, 1955; I. Estarellas, “Colegio de ‘San José’ de Sabadell”, en Escolapias, Datos para nuestra historia, Zaragoza, El Noticiero, 1971, págs. 72-82 y 196-197; R. Simó, “María Galdácano y Lizarralde”, en Dones Saballenques dignes de recordar, Sabadell, 1988.
María Luisa Labarta Araguás, SChP
