Madina Igarzábal, Francisco de. Aita Madina, Padre Madina. Oñate (Guipúzcoa), 29.I.1907 – 30.VI.1972. Compositor y musicólogo, canónigo regular lateranense.
Nació en el seno de una familia campesina sin antecedentes musicales. A los once años ya componía piezas breves. Ingresó en el seminario de los canónigos regulares lateranenses de su villa natal, donde estudió Piano y Órgano. Perfeccionó sus conocimientos de Composición en Burgos, donde se trasladó para cursar Filosofía y Teología. Fue discípulo de J. M.ª Beobide y del padre Antonio José. En 1928 ganó el premio Euskeraren adiskideak (Amigos del euskera) en Pamplona por una obra en colaboración con F. de Urkia.
Un año más tarde se ordenó sacerdote. En 1932 fue destinado a América, donde residió durante las siguientes décadas y compuso el grueso de su obra. Vivió los primeros veintitrés años en Argentina, donde se dedicó a la enseñanza (colegio Belgrano de Salta) y maduró como compositor. De aquella época datan su Rapsodia salteña, inspirada en el folclore del lugar, el oratorio La cadena de oro (1944) y la ópera Flor de durazno, estrenada en el teatro Argentino de La Plata en 1957. Fue cofundador del Coro Polifónico de Salta (1947) y promotor del Lagun Onak de Buenos Aires.
En 1955 se trasladó a Estados Unidos en misión pastoral, provisto también de una beca para ampliar sus conocimientos musicales. Compaginó las labores parroquiales con las artísticas. En Nueva York dirigió el programa radiofónico La voz de América, a través del cual se relacionó con los músicos y cantantes españoles que se hallaban de gira en aquel país. Organizó encuentros artísticos en las residencias parroquiales de Saint Lucy (Brooklin) y Kempis (Bronx).
A ellas acudieron, entre otros, N. Zabaleta, A. Ginastera y J. Rodrigo.
En 1964, con motivo de la Feria Internacional de Muestras de Nueva York, el Town May de Brooklin organizó un concierto monográfico de su obra que le dio un impulso internacional.
Artistas como Nicanor Zabaleta y los hermanos Romero han divulgado su obra por los escenarios de varios continentes. A ellos les dedicó, entre otras, la Suite vasca para arpa y el Concierto flamenco respectivamente.
La creación de Madina toca numerosos registros además del propiamente religioso. Arana Martija lo sitúa entre los epígonos del nacionalismo musical vasco.
Obras de ~: Véase catálogo en Eresbil-Archivo Vasco de la Música, Rentería (Guipúzcoa); véase también la “lista de obras originales del Padre Madina”, de X. Ugarte e I. Murua, en Azpiazu (2002), págs. 267-282.
Escritos: con J. A. de Donostia, De música vasca, Buenos Aires, Editorial Vasca Ekin, 1943.
Bibl.: J. A. Arana Martija, “El Padre Madina, músico vasco y universal”, en Boletín del Instituto Americano de Estudios Vascos, 93 (abril-junio de 1973), págs. 58-69; Música Vasca, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, 1987, págs. 241, 271-272, 274, 280 y 285; S. Mansilla, “Madina Igarzábal, Francisco de”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, t. VII, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, págs. 15-16; J. A. Azpiazu, Francisco de Madina. Sacerdote y músico vasco, Oñate, Oñati Abesbatza, 2002.
Elena Legorburu Faus
