Garbizu Salaberría, Tomás. Lezo (Guipúzcoa), 12.IX.1901 – San Sebastián (Guipúzcoa), 27.XI.1989. Compositor, organista.
Nació en el seno de una familia de origen modesto especialmente dotada para las artes. Adquirió sus primeras nociones de música en las clases impartidas por José Guezala, organista titular de Lezo, y en el coro parroquial. Comenzó a aprender piano en el hogar.
En 1916 ingresó en el seminario seráfico de Nuestra Señora de Aránzazu, en el que cursó hasta 1920.
Además de Letras y Aritmética estudió Solfeo, Piano y Gregoriano. El profesor Arregi tuvo gran influencia en su futura proyección musical. Se había formado en la escuela de Burgués y modernizó el repertorio del santuario. A través de sus enseñanzas, Garbizu tomó conciencia de su verdadera vocación de músico.
Tomó el hábito en 1920, pero no llegó a profesar.
Continuó su formación en el conservatorio de San Sebastián con José María Iraola (Piano) y Beltrán Pagola (Armonía), en tanto que trabajó el órgano por métodos fundamentalmente autodidactas. En 1925 se hizo cargo del coro y de la plaza de organista de la iglesia de Pasajes de San Pedro. En aquella época se ganaba la vida como profesor de Música. Entre sus numerosos alumnos figuraba Pepita Embil. El movimiento cultural Renacimiento Vasco de las décadas de 1920 y 1930 le dio a conocer al público guipuzcoano. Bien fuera firmando con su nombre, bien bajo el seudónimo Tege, colaboró en diversas iniciativas artísticas propiciadas por este marco: escribió composiciones destinadas a los espectáculos dramáticos Saski Naski; estrenó obras con ocasión de los certámenes poéticos; publicó partituras y escritos en revistas y prensa local (Euskal Esnalea, Txistulari, El Pueblo Vasco). Durante la Segunda República colaboró también en programas radiofónicos.
Se exilió a San Juan de Luz (Francia) con motivo de la Guerra Civil (1936-1939). Allí trabó amistad con el organista y compositor parisino Charles Lebout, que pronto apreció su talento. Lo calificó de alumno sobresaliente y le alentó en su carrera de organista.
Sus consejos influyeron en la futura proyección de Garbizu como intérprete de este instrumento. Finalizada la guerra, se instaló en Madrid, donde se integró en el círculo de artistas vascos que triunfaban en la capital: Pablo Sorozábal, Jesús Guridi, Valentín Zubiaurre, Elías Salaberría (su primo y paisano).
En 1941 fue nombrado organista oficial de la embajada francesa. En 1942 la Real Academia de Bellas Artes lo pensionó en composición. Participó en la inauguración de los órganos de San Jerónimo el Real y Santa Teresa, como también en el de la catedral del Buen Pastor de San Sebastián (Guipúzcoa).
Ofreció numerosos conciertos, así como audiciones por Radio Nacional. En 1953 obtuvo la cátedra de Solfeo del Conservatorio de San Sebastián, y un año más tarde la de Órgano. Ambas plazas le permitieron afincarse definitivamente en su tierra natal. Se dedicó a la enseñanza hasta su jubilación a los setenta años. En las casi dos décadas que siguieron, se dedicó a la composición. En 1972 fue designado miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Su villa natal le nombró Hijo Predilecto en 1982.
Dos son las fuentes que inspiran a Garbizu e integran los pilares de su obra: el folclore y el canto gregoriano.
Ambos son la plasmación musical de su personalidad, la de un vasco profundamente religioso. En cuanto a su estilo, José Luis Ansorena lo ha definido como un “romántico, enamorado de la melodía y la tonalidad, buscador rabioso de la armonía novedosa”.
Para el académico de Bellas Artes González Amezúa, Garbizu es el Ravel vasco español. El crítico Antonio Larráun califica su obra de “avanzada, si se quiere, en cuanto a choques de armonías y chispeantes contrapuntos y ritmos, pero [...] acertadamente dentro de unos límites donde no se pretende destruir lo popular, sino elevarlo a niveles de concierto rebosante de su sabor más íntimo”. De los numerosos galardones que recibió a lo largo de su carrera cabe citar el Premio Nacional de 1954 por su Tríptico al Buen Pastor para órgano; el concedido en 1960 por unanimidad en el concurso nacional con motivo del Año Mariano por la Missa Benedicta; y los dos premios nacionales obtenidos por sus poemas sinfónicos Osanbela y Babilon Beltza en 1964 y 1965, respectivamente.
Obras de ~: Danos la Paz, cantata, 1941; El Prior de San Juan, zarzuela, 1942; Tríptico al Buen Pastor: Jesús y la Samaritana, 1953; Missa Benedicta, 1956; Misa Ecuménica o Misa Papa Juan XXIII, 1962; Misa Diocesana; 1962; Osanbela, poema sinfónico, 1964; Babilon Beltza, poema sinfónico, 1965; Herriko Meza (Misa popular), 1965; Aintza zeruetan (Gloria en los cielos), 1966; Gure Meza (Nuestra Misa), 1967; Donostiako Kantu Zarrak, 1970; Tríptico sobre un tema gregoriano, 1971; [“Catálogo completo y discografía”], en P. Intxaurrandieta y P. Urkizu, Tomás Garbizu Salaberría, 1901-1989 [Lezo], Lezoko Unibertsitateko Udala, 2002, págs. 371-471. Escritos: “Del clavicordio al tamboril”, en Txistulari, 134 (abril de 1988), pág. 9.
Bibl.: Redacción, “Don Tomás Garbizu, su vida y su obra”, en Txistulari, 134 (abril de 1988), págs. 4-8; J. L. Ansorena Miranda, “Grabaciones de obras de Tomás Garbizu existentes en Eresbil”, en Txistulari, 134 (abril de 1988); “Ha muerto don Tomás Garbizu Salaberría”, en Txistulari, 144 (1990); E. Etxezarreta, “Aportación de Tomás Garbizu a la Música religiosa”, en Txistulari, 144 (1990), págs. 2-4; E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. V, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, págs. 380-381; P. Intxaurrandieta, “En torno a la figura de Tomás Garbizu: traducción al español del original en euskera”, en Euskonews & Media, 144, 16-23 de noviembre de 2001; P. Intxaurrandieta y P. Urkizu, Tomás Garbizu Salaberría, 1901-1989, op. cit.; Eresbil, Archivo Vasco de la Música, http://www.eresbil.com/.
Elena Lego rburu Faus