García-Valdecasas y Santamaría, José María. Granada, 26.X.1905 – Ciudad de México (México), 21.I.1987. Médico, farmacéutico, filósofo.
Formó parte de los científicos republicanos que salieron de España al perder la guerra en 1939. Entonces llegaron exiliados a México notables médicos que interrumpieron su investigación. García-Valdecasas se contaba entre los veintinueve médicos que se incorporaron a la industria farmacéutica.
Junto con Severo Ochoa Albornoz (1905-1993), en 1925 Juan Negrín López (1892-1956) lo eligió para asistir a su laboratorio de Fisiología en la Residencia.
En 1929 es becado en Alemania y Checoeslovaquia; producto de esa estancia fueron cuatro publicaciones.
Ese mismo año apareció un artículo en coautoría con Severo Ochoa y, además, se doctoró, convirtiéndose en auxiliar de la cátedra de Negrín.
En 1935 ganó la cátedra de Fisiología en Salamanca y en 1936 se trasladó a Granada, donde obtuvo la misma cátedra.
Durante la guerra fue un colaborador constante de Negrín y su secretario particular en el contexto político.
Ya en México trabajó incansablemente; durante un tiempo corto fue profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Posteriormente dirigió los Laboratorios IQFA, después hizo los Laboratorios KRIYA con inversionistas mexicanos. Al final creó los Laboratorios Valdecasas, S.A., donde recogió mucho de KRIYA uniéndolo a Valdecasas. Junto con otros profesionales mexicanos, fundó la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM) en 1945. Esta Asociación fue muy efectiva y sigue funcionando en la actualidad. Los laboratorios realizados por exiliados republicanos españoles, sin ser imprescindibles para el desarrollo del país, aportaron un sustrato científico industrial que en cierto modo contribuyó a la estabilización de la investigación científica.
Hombre muy familiar, congruente con su propio código del deber, curioso intelectualmente y muy trabajador, creó una empresa que hasta la actualidad ha sobrevivido a crisis económicas, cambios políticos y los embates de la modernidad.
García-Valdecasas escribió Raíces de la actividad mental, obra particularmente atractiva, porque el autor se adelanta a su tiempo al abordar temas que en la actualidad ocupan las mesas de discusión, por ejemplo, la dualidad mente-cerebro, la creatividad y las emociones, reflexiones éticas y filosóficas inherentes a las neurociencias, los procesos cerebrales relativos a la percepción y su respuesta motora.
Fue íntimo amigo de Severo Ochoa y su compañero desde la infancia; ambos estuvieron al mismo tiempo en el laboratorio en la Residencia. García-Valdecasas editó en 1961 un libro en honor de Ochoa. La obra compila el testimonio de un grupo de estudiosos acerca de diferentes aspectos de la vida personal y científica de Severo Ochoa.
En México existe la Fundación Científica José María Valdecasas en apoyo a los jóvenes interesados en la investigación y el Laboratorio Farmacéutico Valdecasas, que actualmente dirige su hijo el doctor José María García Valdecasas Rath, sus nietos José María, Juan, Amanda, todos de apellido García Valdecasas González y la madre de ellos, Amanda.
Obras de ~: con S. Ochoa, “A micromethod for the estimation of total creatinine in muscle”, en The Journal of biological chemistry, 31(2) (1929), págs. 351-357; “Sobre la insuficiencia córtico-adrenal y su tratamiento”, en Archivos Médicos Mexicanos, 1 (1943), págs. 3-20; con J. M. García Valdecasas (coord.), El doctor Severo Ochoa, México, 1962; Raíces de la actividad mental, México, Editorial Galache, 1980, 2.ª ed.
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Ana Cecilia Rodríguez de Romo