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Andrés de Soto de la Fuente

Biografía

Soto de la Fuente, Andrés de. Sevilla, 1649 – El Burgo de Osma (Soria), 29.XII.1714. Capellán de honor, consejero de Inquisición, inquisidor de Toledo y de Corte, obispo de Osma.

Natural de la ciudad de Sevilla, era hijo de Andrés de Soto de la Hoz, originario del lugar de Bioño, en el valle de Piélagos, del arzobispado de Burgos, y de Jerónima de la Fuente, natural y originaria de Sevilla, ciudad en la que se instalaron tras haber vivido algún tiempo en la villa de Matute.

Bachiller en Cánones por la Universidad de Oñate en 1668, al año siguiente fue admitido como colegial en el Mayor de Santa Cruz, de la Universidad de Valladolid, cuando contaba veintiún años, donde se graduó de licenciado en Leyes y Cánones en 1672. En 1674 fue rector de dicho colegio y entre 1676 y 1684 fue nombrado rector de la Universidad de Valladolid.

Siendo catedrático de Derecho en dicha Universidad, consiguió la Cátedra de Instituta en marzo de 1680 y la de Código en septiembre de 1685. En julio de 1686 el inquisidor general, atendiendo a sus méritos, le nombró fiscal del Santo Oficio en Toledo y en junio de 1688 inquisidor de la Inquisición de Toledo. En enero de 1696 fue designado juez de bienes del citado tribunal y en 1697 pasó a ser inquisidor de Corte para los asuntos de hacienda, culminando su carrera en el Santo Oficio con el nombramiento, por el inquisidor general, Rocaberti, de inquisidor de la Suprema en abril de 1698. En febrero de 1701 consigue la plaza de juez de la Real Capilla, al morir Alonso Rico Villarroel a propuesta del patriarca, previo nombramiento de capellán de honor, título que obtiene con dispensa de las preceptivas pruebas de nobleza y limpieza de sangre por haberlas superado para ser colegial mayor y, sobre todo, para ser inquisidor. En 1703 era miembro de la junta sobre el Patronato de San Isidro y en 1713 era visitador del Convento de la Encarnación de Madrid.

A la muerte de Jorge de Cárdenas y Valenzuela, la Cámara de Castilla lo propuso para el obispado de Osma, encabezando la terna, y en diciembre de 1705 el padre Robinet, confesor real, lo propuso al Rey como candidato único. Aceptada por Felipe V la propuesta, y conseguida la confirmación de Clemente XI, fue consagrado en el Convento de las Descalzas Reales de Madrid, tomando posesión en su nombre el canónigo de Osma, Jerónimo de Eulate, en mayo de 1706.

A comienzos de 1707 Felipe V solicitó un donativo al estado eclesiástico de dos millones de escudos de a diez reales de vellón a cuenta del subsidio y excusado por las necesidades de la guerra. Comunicado al cabildo catedralicio de Burgo de Osma, éste no se resolvió a pagar lo que le correspondía “porque aunque conocían la gravísima necesidad que había para esta anticipación, advirtieron la falta de medios y que no había facultad ni aprobación del Pontífice para poder exigirlo del clero”. Ante una nueva requisitoria del Monarca para que aportasen las iglesias un donativo voluntario, y pese al disgusto de Roma por no ser consultado al respecto, a finales de 1708, y siguiendo lo dispuesto por el arzobispado de Toledo, el Cabildo de Osma ofreció un donativo consistente en el valor del subsidio eclesiástico, en concreto 14.000 ducados en dinero y en granos para mantener el Ejército. A título personal, Andrés de Soto de la Fuente, movido por su ferviente lealtad al Rey, procuró por todos los medios a su alcance socorrer a los militares que habían participado en las batallas de Zaragoza y Brihuega y que se habían refugiado en Burgo de Osma.

Introdujo mejoras en la catedral de su diócesis costeando el retablo de mármoles donde se coloca el Cristo del Milagro, obra que se inició en 1711 y que fue concluida después de su muerte, en el que figuran dos escudos de armas del obispo. Por otro lado, concertó un acuerdo de límites de su diócesis con el arzobispo de Burgos en 1713, refrendado por su secretario de cámara, Esteban de Cos, y visitó y administró el sacramento de la confirmación en todo el obispado. Estando enfermo, acudió a besar la mano de Isabel de Farnesio a la villa de Almarail, agravándose por este viaje, en medio del invierno, su enfermedad, de la cual falleció a los pocos días de su regreso a Burgo de Osma en e1 mes de diciembre de 1714. En su testamento legó su biblioteca al Colegio de Santa Cruz de Valladolid.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Exps. personales, caja 8351/17; Real Capilla, caja 164/32; Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, leg. 534; Archivo Histórico Nacional, Consejos Suprimidos, leg. 13386, exp. 434; Inquisición, libs. 394, 402 y 403.

J. Loperráez Corvalán, Descripción histórica del obispado de Osma con el catálogo de sus prelados, Madrid, Imprenta Real, 1788; J. Martínez Millán y T. Sánchez-Rivilla, “El Consejo de Inquisición (1483-1700)”, en Hispania Sacra, 36 (1984); M. P. Domínguez Salgado, “Inquisidores y fiscales de la Inquisición de Corte (1580-1700)”, en Revista de la Inquisición, 4 (1995), págs. 205-247; M.ª Á. Sobaler Seco, Catálogo de Colegiales del Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid, 1484-1786, Valladolid, Universidad, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2000; M. L. López Muñoz, “Obispos y consejeros. Eclesiásticos en los Consejos de la Monarquía española 1665-1833”, en J. L. Castellano, J.-P. Didieu y M.ª V. López Cordón (eds.), La pluma, la mitra y la espada. Estudios de historia institucional, Madrid, Marcial Pons, 2000.

 

Juan Carlos Saavedra

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