Ayuda

Manuel Gómez de Salazar y Lucio-Villegas

Biografía

Gómez Salazar y Lucio-Villegas, Manuel. Arija (Burgos), 11.VII.1824 – Burgos, 1893. Canónigo, hebraísta y obispo.

Estudió en el seminario conciliar de su diócesis hasta el primer curso de Filosofía, en que, clausurado aquel centro por el Gobierno del general Espartero, pasó al instituto provincial de la capital burgalesa, donde aprobó segundo y tercero de Filosofía, y después en la Universidad de Valladolid consiguió los grados de bachiller y licenciado en Teología con brillantes notas. Más tarde, en la Universidad Central de Madrid concluyó el octavo curso y en el seminario central de San Ildefonso de Toledo obtuvo el doctorado en Teología.

En 1852 recibió el presbiterado y fue nombrado ecónomo de la parroquia de Santiago y San Isidro de Toledo, catedrático de Griego, de Fundamentos de Religión y Lugares Teológicos en el seminario central y miembro de la comisión diocesana de caridad. Opositó brillantemente en 1853 a la canonjía lectoral de la catedral primada de Toledo, que ganó el futuro arzobispo de Sevilla, Bienvenido Monzón. En 1855 regentó la parroquia de Lominchar, cuyo párroco fue víctima del cólera morbo, y dio grandes pruebas de generosidad. Por oposición ganó en 1855 una capellanía mozárabe en Toledo, de cuya capilla fue nombrado secretario. En 1857 opositó en Valencia a la canonjía lectoral que dejó vacante el futuro cardenal Miguel Payá, promovido al obispado de Cuenca. El arzobispo de Valencia, Pablo García Abella, le concedió el 17 de septiembre de 1859 una canonjía simple. Desde abril de 1864 fue rector del seminario, cargo que ocupó hasta el 17 de septiembre de 1875, año en que el beato Pío IX le preconizó obispo de Sigüenza. El 28 de febrero de 1879 fue trasladado al obispado de Málaga y el 10 de junio de 1886 al arzobispado de Burgos, donde permaneció hasta su fallecimiento.

Gobernó tres diócesis bastante diversas por su clima y por el carácter y condición religiosa y moral de sus habitantes, y en todas ellas fue querido como obispo. En Sigüenza, donde estuvo poco más de tres años, restauró y habitó el palacio episcopal; ordenó el archivo, que encontró desorganizado, y tuvo incluso que reclamar algunos documentos a los familiares de su predecesor; hizo la visita pastoral, descuidada desde hacía años; calmó en una ocasión algunos movimientos populares contra el Gobierno y confió la dirección del seminario menor de la diócesis a los religiosos paúles. También en Málaga promovió el bien espiritual de aquella diócesis y especialmente la moralización del clero; dio muestras de mucha caridad y celo con ocasión del terremoto de 1884 y de varias epidemias. La misma actividad y celo desplegó en Burgos. Publicó numerosos escritos pastorales en defensa de los derechos de la Iglesia y del Papa, así como sobre las cuestiones político-religiosas más candentes del momento.

 

Bibl.: J. Salvadó, El episcopado español, Barcelona, 1877, págs. 309-313; R. Ritzler y P. Séfrin, Hierarchia catholica, vol. VIII, Padova, 1978, págs. 314, 373, 386, 509 y 580; F. Díaz de Cerio, Regesto de la correspondencia de los obispos de España en el siglo xix con los nuncios, según el fondo de la nunciatura de Madrid en el Archivo Vaticano (1791-1903), vol. III, Città del Vaticano, 1984, págs. 362-372; V. Cárcel Ortí, “Los rectores del Seminario Conciliar de Valencia (1790-1936)”, en Anales Valentinos, 11 (1985), págs. 111- 146; León XIII y los católicos españoles. Informes vaticanos sobre la Iglesia en España, Pamplona, Eunsa, 1988, págs. 208-211; V. Cárcel Ortí, León XIII y los católicos españoles. Informes vaticanos sobre la Iglesia en España, Pamplona, Eunsa, 1988, págs. 362-372; “Los nombramientos de obispos en España durante el pontificado de León XIII. Segunda parte: 1885-1903”, en Analecta Sacra Tarraconensia, 70 (1997), págs. 321-504.

 

Vicente Cárcel Ortí