Ipeñarrieta, Cristóbal de. Villarreal de Urrechu (Guipúzcoa), s. m. s. XVI – Madrid, 29.VIII.1612. Secretario y consejero de Felipe II y Felipe III.
Descendía de una importante familia con casa solariega, tierras y rentas de Villarreal de Urrechu (Guipúzcoa).
Era hijo de Bernardo de Ipeñarrieta, alcalde de dicha localidad, y de su primera esposa, María de Bustavía. Como primogénito heredó el mayorazgo, con el acrecentamiento que se derivó de la muerte de su hermano, Domingo, y del ingreso en el clero de su otro hermano, Martín. Respaldado por su fortuna familiar, tras emprender estudios universitarios de Derecho, Ipeñarrieta se desplazó a la Corte y entró en el servicio real, al sustituir a Juan de Portillo en la administración de los diezmos de la mar entre 1593 y 1594. Su gestión al frente de este sistema de recaudación directa debió de resultar satisfactoria, pues, al poco, el 24 de febrero de 1596, recibió título de secretario real. Al mismo tiempo, quedó encargado de uno de los dos oficios de la Secretaría del Consejo de Hacienda, que recibió una nueva instrucción el 23 de marzo. En ella se le encargaba guardar secreto, despachar con diligencia los expedientes y consultas, y registrar con orden y buen recaudo la documentación, y se le prohibía efectuar negocios financieros personales y mantener relaciones con los particulares.
Ocupado en estos menesteres, cuyo reparto entre los dos secretarios se delimitaba por el Tajo, se mantuvo hasta octubre de 1602. Tras las reformas efectuadas con las ordenanzas de Lerma, fue nombrado consejero de Hacienda, cargo que juró en enero de 1603. Sus buenas relaciones con Juan de Borja, pariente del valido, duque de Lerma, le auparon a las juntas donde se tomaban las decisiones financieras.
A partir de 1607, con el procesamiento de Ramírez de Prado y Pedro Franqueza, se convirtió, junto al presidente Juan de Acuña, en el más influyente consejero de Hacienda. Con esta condición, fue el verdadero autor del medio general de 1608, por el que la Real Hacienda dio forma a la devolución de las sumas adeudadas a los hombres de negocios implicados en la suspensión de pagos decretada el año anterior.
Debido a este protagonismo, se convirtió en miembro consejero de la Diputación del Medio General.
Caballero de Calatrava, también en 1608 recibió dos importantes encomiendas de esta Orden, Fresneda y Rafales, que rentaban más de 3.000 ducados anuales.
Casado con Antonia de Galdós, tuvo numerosa descendencia: Pedro, caballerizo de Felipe IV y caballero de Calatrava; Bernardo, consejero de Órdenes y de Castilla; Antonia, casada en primeras y segundas nupcias con dos consejeros de Castilla, y María, monja carmelita en Madrid.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Escribanía Mayor de Rentas, Quitaciones de Corte, leg. 10, fols. 800-812.
L. Cabrera de Córdoba, Relación de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614, Madrid, 1857 (ed. facs., Valladolid, 1997); C. Espejo, El Consejo de Hacienda durante la presidencia del marqués de Poza, Madrid, Tipografía Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1924; J. Fayard, Los miembros del Consejo de Castilla (1621-1749), Madrid, Siglo XXI, 1982; D. J. Martín Gutiérrez, La Junta de Hacienda de Portugal, Pamplona, Newbook, 1996; C. J. de Carlos Morales, El Consejo de Hacienda de Castilla. Patronazgo y clientelismo en el gobierno de las finanzas reales, Valladolid, Consejería de Educación y Cultura, 1996; I. Pulido Bueno, La Real Hacienda de Felipe III, Huelva, 1996; J. Martínez Millan y S. Fernández Conti (dirs.), La Monarquía de Felipe II: las casas del rey, Madrid, Fundación Mapfre Tavera, 2005.
Carlos Javier de Carlos Morales
