Gutiérrez Flores, Pedro. ?, p. m. s. xvi – 27.V.1598. Consejero de Indias.
Apenas se tienen datos sobre sus orígenes, tan sólo que fue sobrino de Juan de Ovando, miembro del Consejo de Indias, y caballero de la Orden de Alcántara, y que cursó sus estudios en el colegio de la Orden de Alcántara en Salamanca. En 1569 acompañó al virrey Francisco de Toledo, junto a quien había sido elegido definidor de la Orden de Alcántara en el Capítulo General celebrado en 1551, a Perú para que le sirviera de asistente espiritual y temporal en los difíciles asuntos que había de afrontar en Indias. En Perú destacó en el cuidado y aumento de la Real Hacienda, como consultor del Santo Oficio, como asesor del concilio provincial limeño y como rector y visitador de la Universidad de los Reyes. En 1580, el virrey Toledo le dejó encargada la introducción del nuevo virrey, Martín Enríquez, en las cuestiones del Gobierno peruano. Asimismo, fue confesor y uno de los albaceas testamentarios de Toledo.
En 1584, de nuevo en Castilla, fue promovido a inquisidor en el Tribunal de Valencia, donde un año después llevó a cabo una visita inquisitorial para vigilar a la población morisca, y para participar en la ofensiva que se desplegó contra la Compañía de Jesús.
Su experiencia en el Gobierno de Perú permitió que el presidente Hernando de Vega le propusiera para entrar en el Consejo de Indias con el objetivo de paliar los efectos que las vacantes y el absentismo por enfermedad o realización de otras comisiones provocaba en el organismo, siendo dicha propuesta secundada por Rodrigo Vázquez de Arce. Mientras Vega señalaba a Felipe II el 10 de septiembre de 1587 que “ninguno en España ni aun pienso que en las Indias es más inteligente por haberlo andado y visitado todo”, Vázquez de Arce afirmaba que no había otro hombre de letras en estos reinos que tuviera tanta noticia de cosas de los indios. Ante la demanda del papa Sixto IV de llevar a cabo una visita a los prelados y personas eclesiásticas de las Indias, Vega le propuso como la persona más preparada para ello, para lo cual, y a fin de evitar renuncias, planteó darle primero la comisión y enviarle el título de consejero en su curso. Sin embargo, la necesidad urgente de mejorar el despacho del organismo, obligó a concederle inmediatamente el título, que fue firmado por el Rey el 7 de octubre de 1587.
Su colaboración con Vega y su sucesor, Moya de Contreras, favoreció el expediente del Consejo. Tras las alteraciones producidas en Quito, su nombre apareció asociado a la designación de un nuevo virrey en Perú, pero la Junta de Noche, ante la necesidad de nombrar un presidente para la Casa de la Contratación tras largo tiempo sin él, estableció que se le confiriera el cargo con título de 17 de julio de 1593, pero con retención de su plaza de consejero. Durante estos años, llevó a cabo con eficacia sus negocios, para lo cual contó con la ayuda de Francisco Duarte. En 1596 presenció el ataque corsario inglés a Cádiz, donde se había trasladado para despachar la flota de Nueva España. Aunque fue apresado, consiguió ser liberado gracias a la promesa de pagar una importante suma de dinero por su rescate, que no pudo cubrir por sí sólo, por lo que tuvo que recurrir tanto al Consejo de Indias como al Rey. Su mal estado de salud le obligó a apartarse de la vida política. En marzo de 1598 se le concedió una licencia para retirarse a su Extremadura natal, a fin de que se recuperara. Volvió a reintegrarse en el Consejo de Indias, pero falleció poco tiempo después.
Bibl.: I. J. Ezquerra Revilla, “Gutiérrez Flores, Pedro”, en J. Martínez Millán y C. J. de Carlos Morales (dirs.), Felipe II 1527-1598. La configuración de la Monarquía hispana, Valladolid, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 393-394; E. Schaefer, El Consejo Real y Supremo de las Indias, vols. I y II, Madrid, Marcial Pons-Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 2003, pág. 106 y págs. 398-399, respect.
Alejandro López Álvarez