Díaz de San Buenaventura, Francisco. ¿Lugo?, c. 1652 – Roma (Italia), 8.X.1728. Franciscano (OFM), agente político e historiador.
Probablemente oriundo de una de las parroquias de la provincia de Lugo, correspondientes a la diócesis de Astorga, a la que ciertamente perteneció. Entró en la Orden franciscana hacia 1670; siguió los estudios de Artes, Teología y Moral en los colegios de la provincia y se ordenó de sacerdote en 1676. Para entonces era cotizado como estudioso brillante y se dedicó a la docencia: profesor de Vísperas, de Filosofía, en los conventos de Zamora y Toro (1676-1679); de Vísperas, de Teología, en Oviedo, Santiago y Salamanca (1679-1682); y de Prima en Salamanca (1683). Durante este tiempo, fue nombrado predicador apostólico, examinador sinodal del Arzobispado de Santiago y calificador de la Inquisición.
En junio de 1684, por orden de Carlos II y en calidad de teólogo regio para defender la Mística Ciudad de Dios, de la venerable María de Jesús de Ágreda, pasa a Roma, donde permanecerá ininterrumpidamente durante los restantes cuarenta y cuatro años de su vida. Dentro de la Orden fue profesor de Teología en Araceli hasta la jubilación (1685), vicecomisario general de la familia ultramontana en la Curia romana (1685), comisario general (1685-1688) y definidor general (1688-1694). Desde estos cargos, y en virtud de otras comisiones particulares, despliega una inmensa actividad en favor de la Orden, no siempre en un clima pacífico; organiza los famosos colegios-seminarios de misiones en España y América, redactando sus estatutos y obteniendo la aprobación de Inocencio XI; consigue las primeras indulgencias en favor del vía-crucis; defiende la unidad de la Orden contra los conatos secesionistas de las provincias francesas bajo Luis XIV; promueve la idea de la erección de colegios de controversias y de lengua árabe, con objeto de formar misioneros para el Extremo Oriente; emprende, y en parte realiza, una amplia reforma de los libros litúrgicos de la Orden.
Teólogo del rey Carlos II y del emperador Leopoldo I (5 de septiembre de 1691), apoyó eficazmente las gestiones de la Casa de Austria en Roma, siempre en colaboración con los respectivos embajadores.
En la Curia romana fue calificador del Santo Oficio y consultor de las Congregaciones del Índice, de Ritos y de Reforma de los Regulares. Obtuvo la publicación del decreto de Alejandro VIII, en que se condenaban las famosas treinta y una proposiciones jansenistas (1690), y del breve In excelsa, de Inocencio XII, por el que se extendía a toda la Iglesia la festividad de la Inmaculada Concepción, con rito doble de segunda clase y octava (1693); intervino denodadamente en favor del general de la Compañía de Jesús, Tirso González, en la clamorosa lucha contra el probabilismo.
Para defenderlo de los posibles ultrajes de los representantes en Roma de Felipe V, cuyos derechos a la sucesión en la Monarquía española impugnó tenazmente, el papa Clemente XI lo hizo recluir en Castel Sant’Angelo, donde permaneció dos años (desde el 21 de mayo de 1701 hasta el 29 de abril de 1703).
Vuelto a su convento de Araceli, continuó prestando incondicional, y a veces valiosísimo, apoyo a los intereses de la Casa Austríaca de la que obtuvo, en cambio, escasas ventajas.
Obras de ~: Primera parte del Espejo Seráfico, Santiago de Compostela, Antonio Frayz, 1683; Directorium Trium Ordinum S.P.N. Francisci, Roma, Typis Reverendae Camerae Apostolicae, 1688; Breviarium Romanum [...] officiis trium Ordinum SP Francisci [...] novo Calendario novisque Rubricis [...] locupletatum, Roma, Tipografía de la Cámara Apostólica, 1697; Martyrologium Romano-Seraphicum tractatione praevia [...] impressum, Roma, 1698; Relatio missionum occidentalium, Roma, Tipografía de la Cámara Apostólica, 1700; Relatio Missionum Occidentalium sub vexillis Seraphici Instituti peractarum, Roma, Tipografía de la Cámara Apostólica, 1700; Lucerna Hierosolymitana ardens per quinque integra saecula In manibus Fratrum Minorum, Roma, 1717-1719; Lucerna Hierosolimitana Ardens, Roma, 1717-1719; Fructus Arboris Seraphici Roma, Tipografía Savoni, 1723; Compilatio statutorum, s. l., s. f. [ed. crítica en Archivum Franciscanum Historicum, 34 (1941), págs. 13-94 y 284-358].
Bibl.: I. Vázquez, OFM, Las negociaciones inmaculistas en la Curia Romana durante el reinado de Carlos II de España, Madrid, 1957; “Fr. Francisco Díaz de San Buenaventura, OFM y las luchas contra el probabilismo en el siglo xvii”, en Compostellanum, 6 (1961), págs. 5-46; “Un Franciscano al servicio de los Habsburgos en la Curia Romana: Francisco Díaz de San Buenaventura”, en Archivo Ibero-Americano (AIA), 23 (1963), págs. 25-64 y 197-266; “Fray Francisco Díaz de San Buenaventura, escritor”, en AIA, 24 (1964), págs. 313-334; “Díaz de San Buenaventura, Francisco”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 753-754; M. de Castro, Escritores de la Provincia Franciscana de Santiago, Santiago de Compostela, Aldecoa (Burgos), 1996, págs. 430-435.
José García Oro, OFM