Senseve, Jaime. ?, m. s. xviii – Madrid, 13.III.1805 ant. Farmacéutico.
Nacido en lugar y fecha desconocidos, viajó a América destinado como ayudante del boticario del Hospital General de San Andrés, de México; luego deambuló por casi todos los hospitales de esa ciudad, pero en ninguno logró colocarse. Enterado el Rey, mandó se le destinara en empleo conforme a su aptitud. No se dio la posibilidad por algún tiempo, hasta que finalmente llegó al Virreinato la orden para que se le incorporara a la Real Expedición Botánica en Nueva España (1787-1803), proyecto presentado por el médico Martín de Sessé al Rey, cuyo fin era establecer un jardín botánico y una cátedra de Botánica en México y obtener productos naturales de aplicación medicinal o industrial que ampliaran los descritos en el siglo xvi por el protomédico Francisco Hernández.
Fue, por la circunstancia de hallarse en México, el primer colaborador que tuvo Sessé, director de dicha expedición, y su incorporación se hizo sin mediar en este caso, como ocurrió con los restantes miembros de la expedición, la propuesta de Gómez Ortega, por entonces director del Real Jardín Botánico de Madrid y factótum en cuanto a las expediciones botánicas al Nuevo Mundo.
El 20 de marzo de 1787 se le expidió el Real Título de agregado en calidad de profesor farmacéutico a la expedición, con un sueldo de 1000 pesos moneda de Indias por cada año satisfechas por las casas reales del reino y que en los viajes fuera de la capital sería de doble sueldo. Participó en las dos primeras excursiones, tiempo suficiente para demostrar que tenía excelente voluntad pero, a pesar de ello, le faltaban aptitudes para desempeñar debidamente su cargo. Por tal motivo, Sessé le encomendó labores mecánicas como diseccionar y clasificar los especímenes que se obtenían en las expediciones y el arreglo de listados de plantas y otros manuscritos, y para el desempeño de sus anteriores funciones se incorporó oficialmente, el 24 de marzo de 1790, el médico José Mariano Mociño.
Esto molestó a Senseve, que recurrió al Rey y éste al virrey, pues por dicha resolución se le privaba de salir de viaje de expedición y por tanto de cobrar doble. Los escritos entre ilustrados científicos y políticos se cruzaron de manera que, aunque se acordó que no fuera sustituido en los viajes por Mociño y se le ordenaba incorporarse a donde se encontraban los compañeros realizando la tercera excursión, Senseve partió hacia la Baja California acompañando a Longinos Martínez, quien por sus desavenencias con Sessé se había independizado de los demás compañeros encontrando en Senseve un aliado, aunque sólo estuvo con él de 1791 a 1792, pues también acabaron teniendo serias diferencias.
Gracias a la prórroga concedida por el rey Carlos IV a la Real Expedición, con el fin de inventariar las islas de Barlovento, partió el 22 de abril de 1795 acompañando a Sessé y al pintor Atanasio Echevarría desde México capital hacia el Puerto de Veracruz y de allí a Cuba y Puerto Rico hasta 1797. En La Habana se incorporó al grupo expedicionario el médico José Estévez, aunque más tarde pasó a formar parte de la Comisión Real de Guantánamo. Finalmente, en 1803 volvió a España con Sessé, y fue el que se encargó de que los veintiséis cajones de producciones naturales de la Real Expedición y que llevaban como equipaje llegaran desde Cádiz hasta la Real Aduana de Madrid, el 12 de junio de 1804. Murió al año siguiente, fue sepultado el 13 de marzo de 1805.
Sus abundantes escritos se hallan en el Archivo General de la Nación en México (Historia), Archivo del Real Jardín Botánico de Madrid y Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. En ellos demuestra su peculiar costumbre de anteponer a todo acto los beneficios económicos, entre otros, expresando su disconformidad por haberse agregado a la expedición, primero Mociño y luego el médico cubano José Estévez. Su diligente mujer, María Vicenta Campillo, aparece siempre agilizando en España los expedientes relacionados con el empleo de su esposo, del que permaneció separada por la distancia durante más de veinte años.
Bibl.: A. M. Carreño, Noticias de Nutka de Joseph Mariano Moziño, precedida de una noticia acerca del Br. Moziño y de la Expedición Científica del Siglo xviii, México, Secretaría de Fomento, 1913; H. W. Rickett, “The Royal Botanical Expedition to New Spain 1788-1820”, en The Chronica Botanica (Waltham, Massachusetts), XI (1) (1947), págs. 1-86; J. C. Arias Divito, Las Expediciones científicas españolas durante el siglo xviii. Expedición Botánica de Nueva España, Madrid, Cultura Hispánica, 1968, pág. 43; R. McVaugh, “Botanical Results of the Sessé & Mociño Expedition (1787-1803). I. Summary of excursions and travels”, en Contributions from the University of Michigan Herbarium, 11 (3) (1977), págs. 97- 195; I. H. W. Engstrand, Spanish Scientists in the New World. The eighteenth-century expeditions, Seattle, University of Washington Press, 1981; X. Lozoya, Plantas y luces en México. La Real Expedición Científica a Nueva España (1787-1803), Barcelona, Serbal, 1984; B. Sánchez, M. A. Puig-Samper y J. de la Sota (eds.), La Real Expedición Botánica a Nueva España (1787-1803), Madrid, V Centenario-Real Jardín Botánico, 1987; P. Blanco Fernández de Caleya, M. A. Puig-Samper Mulero, G. Z amudio Varela, M. Valero González y L. Maldonado Polo, Exploración Botánica de las Islas de Barlovento: Cuba y Puerto Rico. Siglo xviii. La obra de Martín Sessé y José Estévez, Aranjuez-Madrid, Doce Calles-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 2000 (col. Theatrum Naturae, Serie Textos Clásicos); M. P. San Pío y M. A. Puig-Samper (eds.), El águila y el nopal. La Expedición de Sessé y Mociño a Nueva España, Madrid, CSIC-Lunwerg- Caja Madrid, 2000.
Paloma Blanco Fernández de Caleya
