Dalmases y Ros, Pablo Ignacio de. Marqués de Vilallonga (I). Barcelona, 8.IX.1670 ant. – 10.VI.1718. Humanista y político.
Era hijo de Pablo Dalmases, acaudalado comerciante barcelonés y señor de la villa de Pierola, con jurisdicción en la comarca de Vilallonga, y de Catalina Ros. Desde muy joven mostró gran amor al estudio y sus padres lo fomentaron con una esmerada educación. El 22 de abril de 1688 ganó el grado de doctor en Artes y Filosofía y el 17 de septiembre de 1690 casó con María Marta de Vilana y de Cordellas, de familia no menos distinguida en Cataluña. El 25 de enero de 1692, el rey Carlos II le concedió privilegio militar. Poco después emprendió un viaje por Castilla y Francia en cuyo decurso visitó los centros de cultura y cultivó la amistad de relevantes figuras políticas e intelectuales. En su estudio sobre La patria de Paulo Orosio, impreso en 1702 y que dedicó a Felipe V, en tono que parece denotar intimidad con la vida madrileña, declara que se encontraba inmerso en ella en 1696, no se sabe si tras haber ido y vuelto de Barcelona o continuadamente desde su llegada.
El 3 de junio de 1700 constituyó en su casa barcelonesa la Acadèmia dels Desconfiats, reuniendo a lo más florido de la nobleza barcelonesa, y situándose como archivero de la corporación. De ésta fue elegido presidente el conde de Zavallá y secretario el marqués de Rubí. Mientras tanto, Dalmases formaba una importante biblioteca, adquiriendo los libros más significativos del momento mediante pedidos a toda Europa.
Cuando Felipe V reunió Cortes en Barcelona, éstas concedieron a Dalmases el título de cronista de Cataluña; preparó una historia de la misma que la Generalitat proyectaba publicar y a la que subvencionó en 1709 con 2.000 doblas, sin que el proyecto llegase a buen fin por los altibajos de la época.
Al concretarse en mayo de 1704 el propósito de la Armada aliada de atacar Barcelona para instaurar allí al pretendiente archiduque Carlos de Austria, comenzó una torpe represión del virrey borbónico Francisco de Velasco que encarceló al conseller en cap del año anterior y a otros próceres barceloneses. La ciudad deliberó enviar a Madrid, en petición de gracia, a una figura prestigiosa y bienquista en los dos ambientes, que fue Pablo Ignacio de Dalmases, el cual emprendió viaje junto con su cuñado Joseph Fausto de Potau y de Ferran, marqués de Vallcabra. Pocas horas después de llegar a Madrid, ambos fueron encarcelados, aunque fuese con las mayores cortesías y comodidades.
La prisión no le privó de enviar repetidas cartas a Barcelona y cuidar de sus asuntos y estudios.
La ciudad de Barcelona escribió también a la Reina y a diversos personajes para que intercedieran en favor de los arrestados. Después de haber sido brevemente trasladado Dalmases a Ávila y Potau a Burgos, fueron canjeados por otros presos y regresaron a Barcelona dispuestos a colaborar con las nuevas autoridades del archiduque Carlos.
En los años en que éste reinó en Cataluña y otras partes de la Monarquía, Dalmases fue encargado por el pretendiente de incesantes misiones administrativas y militares. El archiduque le nombró marqués de Vilallonga.
En 1713 fue enviado a Inglaterra como embajador de las Cortes de Cataluña y la ciudad de Barcelona, y presentó a la reina Ana una memoria en que le solicitaba en su nombre que protegiese los intereses de los catalanes, aplicando el capítulo IX del Tratado de Utrecht. Las denodadas gestiones de Dalmases en Londres no condujeron a resultado alguno y, al producirse la capitulación de Barcelona ante Felipe V, en 1714, Dalmases se trasladó a París, desde donde escribió a Felipe V para ofrecerle su sumisión.
De modo singular en aquellos días de represión, el Rey ordenó concederle pasaporte para volver a Barcelona, excepción debida sin duda a la estima que le profesaba. El prócer regresó a su casa de Barcelona y recobró sus tareas literarias y, señaladamente, escribió una biografía de santa Eulalia que no ha sido muy aplaudida por la posteridad, amén de otros opúsculos y apuntes, muchos de los cuales se conservan. Vivieron con él en su casa de la calle de Montcada su hijo Ramón de Dalmases y Vilana, casado con María de Terré y de Tamarit, padres de cinco hijos, así como otro hijo de Pablo Ignacio, canónigo de la catedral.
Tras la pausa de la posguerra, la Acadèmia dels Desconfiats renació en 1729 bajo el título de Real Academia de Buenas Letras de Barcelona.
Obras de ~: Dissertacion historica por la patria de Pavlo Orosio [...] que fue Tarragona en Cataluña, y no Braga en Portugal, en qve se satisfacen las razones, qve en contra escrivió el [...] Marqués de Mondejar, Barcelona, Rafael Figueró, 1702.
Bibl.: N. Feliu de la Peña, Anales de Cataluña y epílogo breve de los progressos y famosos hechos de la nacion catalana [...], Barcelona, Joseph Llopis, 1709, 3 vols. (ed. facs., Barcelona, Base, 1999); J. R. Carreras Bulbena, “Constitució i actes conservades de la Academia Desconfiada, anomenada també Escola i Acadèmia dels Desconfiats”, en Boletín de la Real Academia de Buenas Letras, X (1921), págs. 225 y ss.; 281 y ss. y 379 y ss.; F. Soldevila, Història de Catalunya, Barcelona, Alpha, 1934-1935, 3 vols.; “La presó de Pau Ignasi de Dalmases i Ros, enviat de la ciutat de Barcelona a Felip V”, en VV. AA., Homenatge a Rubió i Lluch: Miscellánia d’estudis literaris, historics i lingüistics, t. III, Barcelona, Imprenta de la Casa de Caritat Atenes A. G., 1937, págs. 481-498; P. Voltes Bou, Pau Ignasi de Dalmases i el seu temps, Barcelona, Rafael Dalmau, 1962; Barcelona durante el gobierno del Archiduque Carlos de Austria (1705-1714), Barcelona, Instituto Municipal de Historia, 1963-1970, 3 vols.
Pedro Voltes Bou