O’Crouley y O’Donnell, Pedro, Cádiz, 20.II.1740 – 8.II.1817. Coleccionista de arte, numismático.
De antigua familia irlandesa, su padre Dermot O’Crowley se estableció en Cádiz hacia 1731. Se educó en el Colegio de los jesuitas en Cádiz y, desde los nueve años, en Francia en el Colegio de agustinos de Sensils, en los que recibió una sólida formación humanística, para después dedicarse a la carrera del Comercio en Cádiz. Obtuvo licencia para comerciar en Veracruz y en 1764 realizó su primer viaje a México. Estuvo ocupado en estos negocios durante diez años aproximadamente, que le reportaron una importante fortuna. De todos estos años de relaciones comerciales con el entonces Reino de Nueva España, que recorrió ampliamente, dejó una obra manuscrita titulada Idea Compendiosa del Reyno de Nueva España (1774), una interesante descripción de estas regiones en el reinado de Carlos III.
En 1784 contrajo matrimonio con María Power Gil, de origen irlandés como él, y tuvieron nueve hijos. Por esta época comenzó a reunir una importante colección de antigüedades, pintura e historia natural. Aunque él mismo indicó que era antigua esta afición, dijo que la formó en seis o siete años. La colección fue elogiada por Alexander Laborde, el conde de Maule y, especialmente, por Antonio Ponz, quien la mencionó en su Viaje de España, como una de las más destacadas de Cádiz, junto a las de Sebastián Martínez y José Murcia. En efecto, la colección formada por O’Crouley contaba con más de cuatro mil monedas, varios centenares de camafeos e importantes pinturas de Alonso Cano, Zurbarán, Murillo, Velázquez, Ribera, Pantoja de la Cruz, Claudio Coello, Juan de Sevilla, Roelas, Van Dyck, Rubens, Snyders, Vandermeer, Tiziano, Veronés, los Carracci, Lucas Jordán, Simón Vouet y Durero, entre otros. También contaba con una nutrida serie de minerales, muchos de ellos recogidos en sus estancias en Nueva España. La colección numismática la formó con la adquisición, en parte o en todo, de las colecciones de Juan Adrián de San Luis, mercedario descalzo, de Patricio Gutiérrez Bravo, más conocido como El cura de Arahal, de Antonio Herrera, administrador del duque de Osuna, del doctor Juan de Rivera, de Ronda, y del intendente Bernardo de Estrada. Para la formación de su colección de pintura, además de sus conocimientos, contó con la ayuda del académico de San Fernando, Fernando Marín. También adquirió la colección de grabados y estampas de Guillermo Tirry, marqués de la Cañada.
En 1794, publicó el catálogo de las principales piezas de sus distintas y ricas colecciones, que apareció encuadernado con la traducción de la obra de Joseph Addison, Dialogue on Medals (1794), lo que indica su predilección por el estudio de la numismática. No obstante, para la catalogación y descripción de su monetario fue auxiliado por Cándido María Trigueros, Sebastián Sánchez Sobrino y Juan Domingo de Gironda y para sus pinturas por Antonio Ponz y Fernando Marín. La obra fue dedicada a la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, a la que pertenecía, como otros gaditanos, en calidad de socio de mérito por la donación a su gabinete numismático de ciento cincuenta y una monedas. Estas obras y su reconocida afición por el arte y la numismática, le abrieron las puertas de la Real Academia de la Historia, que le nombró académico correspondiente el 28 de agosto de 1795, así como de otras de las más prestigiosas corporaciones eruditas de su tiempo como la Real Sociedad Económica Matritense. También lo fue de la Sociedad de Anticuarios de Edimburgo y teniente cuadrillero de la Santa y Real Hermandad Vieja de Toledo.
En septiembre de 1803 ofreció a la Real Academia de la Historia su colección numismática, camafeos y antigüedades y remitió, como así le fue exigido, las nuevas adquisiciones que había efectuado de monedas y otros objetos de antigüedad desde la publicación del catálogo de su colección hasta ese año. Pese a todo, José Antonio Conde, quien fue encargado de informar su ofrecimiento, no consideró conveniente su adquisición. En 1804 fue uno de los académicos llamados por la Real Academia de la Historia a participar en la formación de la Colección de Inscripciones de España, a lo que accedió y puso a disposición de la corporación sus papeles y apuntamientos, aunque dicho proyecto no fue finalmente llevado a cabo.
Como a otros célebres coleccionistas gaditanos del siglo xviii, los reveses de la fortuna le obligaron a vender sus colecciones. Nada se sabe sobre la suerte que corrió su magnífica colección, de la que el conde de Maule dijo en 1813 que se había desprendido de algunos cuadros.
Obras de ~: Idea compendiosa del Reino de Nueva España, 1774, ms. en Biblioteca Nacional de España (BNE), sign. MSS/4532 (ed. y trad. de S. Galvin, con el tít., A Description of The New Kingdom of New Spain, Dublin, 1972; ed. facs. del ms. de la BNE, Ciudad de México, 1975); Diálogos sobre la utilidad de las monedas antiguas principalmente por la conexión que tienen con los poetas griegos y latinos, Madrid, 1794; Musaei O-croulianei compendiari descriptio o Catálogo de medallas, camafeos, monumentos, etc., Madrid, 1794; Monedas y otros Monumentos antiguos adquiridos por D. Pedro Alonso Ocrouley desde la publicación de su obra de Dialogos hasta la presente fecha de 1803, Cádiz, 11 de noviembre de 1803, ms. en Archivo de la Real Academia de la Historia, sign. GN/1803-1804/1(4).
Bibl.: P. A. Solé, “El anticuario gaditano Pedro Alonso O’Crouley”, en Archivo Hispalense, 44, n.º 1, 136 (1966), págs. 151-166; S. Galvin, “Editor’s Introduction”, en P. O’Crouley, A Description of The New Kingdom of New Spain, op. cit., 1972, págs. vii-xi .
Jorge Maier Allende