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Manuel Antonio Martínez Murguía

Biografía

Martínez Murguía, Manuel Antonio. Froxel-Arteixo (La Coruña), 17.V.1833 – La Coruña, 2.II.1923. Archivero, historiador y polígrafo.

Trasladada su familia a Santiago de Compostela cuando era niño, cursó allí el bachillerato y el preparatorio de Medicina y Farmacia. En el curso 1951- 1952 estaba ya en Madrid estudiando Farmacia, aunque no acabó la carrera. Llevó una vida bohemia, se movía en un círculo de amigos gallegos y soportaba estrecheces económicas. Interesado en la literatura, en 1855 vio publicada su novela Desde el cielo en el folletín del madrileño La Oliva. Trabó amistad con el futuro historiador Benito Vicetto, con quien luego se enemistaría. Acudió a diversas tertulias y colaboró en El Museo Universal. En 1858 se casó con Rosalía de Castro, la que fue la gran figura de la poesía gallega del siglo xix. Regresó a Santiago de Compostela y residió también en Vigo y en Madrid. Colaboró en La Oliva, La Crónica y La Iberia de Madrid, y en El Miño de Vigo. Trabajó largo tiempo en su Diccionario de escritores gallegos, del que sólo vio la luz un único tomo en 1865. A este respecto, la Real Academia de la Historia emitió un positivo dictamen sobre la obra y en 1866 nombró al autor académico correspondiente.

Frustrado por aquel trabajo inconcluso, dio un giro hacia los estudios históricos del pasado de Galicia y, en el mismo año 1865, inició su obra más ambiciosa, Historia de Galicia, de la que se publicaron cinco tomos (1865-1913), y que quedó también incompleta.

En 1868 fue nombrado secretario de la Junta Revolucionaria de Santiago y fue destinado al Archivo de Simancas como jefe de tercer grado. Dos años después pasó al Archivo General de Galicia en La Coruña, mientras proseguía con su Historia de Galicia: investigó, atendió a sus informantes, recogió documentos, analizó bibliografía, pidió subvenciones constantemente y acabó retrasando la obra una y otra vez por razones económicas. En 1872 fue vocal de la Comisión Española para la Exposición Universal de Viena.

Se le declaró cesante en 1875 del Archivo General de Galicia, pero pasado un año se le repuso en su puesto como director de Bibliotecas con destino en Valencia. Meses después fue declarado de nuevo cesante al no presentarse en plazo en dicho puesto.

Tiempo después dirigió la prestigiosa publicación La Ilustración Gallega y Asturiana de Madrid. Colaboró en la prensa gallega de Cuba (El Eco de Galicia, Follas Novas, Galicia, Galicia Moderna) y Argentina (El Gallego, El Heraldo Gallego). En 1885 fue nombrado cronista de Galicia a instancias de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago y al año siguiente presidió el Certamen Literario Musical de Pontevedra, de hondo simbolismo para el movimiento regionalista gallego. Presidió también la Asociación Regionalista Gallega de Santiago un año más tarde, con Alfredo Brañas y Salvador Cabeza de León como directores. En 1890 visitó Barcelona, invitado al Consistori dels Jocs Florals, y volvió a la ciudad al año siguiente para asistir a la Asamblea de Delegados de Unión Catalanista.

En 1891 se integró en la Comisión para la participación de Galicia en la Exposición Histórico-Americana de Madrid y pronunció un significativo discurso en los Xogos Florais de Tui. Destinado a la Biblioteca de la Universidad de Santiago, fue sancionado por el rector y trasladado a Gerona, pero no viajó a su destino y, en cambio, tomó posesión en el Archivo Provincial de Hacienda de La Coruña. En 1896, invitado por Joaquín Costa, habló en el Ateneo madrileño. En 1906 fue nombrado presidente de la Real Academia Gallega. En 1909 era oficial del Archivo y Biblioteca de la Diputación de La Coruña.

Consagrada figura institucional, sus últimos años transcurrieron en trabajos para la Real Academia —respondiendo a críticas y ataques contra aquella institución— y en reuniones en la llamada Cova Céltica, local de la librería coruñesa de Carré Aldao, donde los regionalistas tenían su tertulia.

Fue Murguía persona de genio vivo, irritable, y de espíritu polémico. Vivió entre estrecheces y urgencias económicas. Mantuvo numerosas polémicas, algunas de ellas con Pardo Bazán, Juan Valera, Sánchez Moguel, García de la Riega, Lamas Carvajal y otros. Colaboró en la obra de Rosalía interviniendo en algunas ediciones de su poesía en los terrenos idiomático y de selección de los poemas. Dejó centenares de trabajos de prensa de muy variada temática. En el plano de la creación literaria —era un buen conocedor de la literatura romántica— no pasó de un muy discreto nivel tanto en la narrativa como en la lírica. Como político fue figura del Regionalismo, movimiento que no superó el plano teórico en el ámbito de la acción política, circunscribiéndose a los terrenos de la prensa, de la actividad cultural, de las proclamas entusiastas para redimir y dignificar y asentar la identidad de Galicia.

Murguía pasó a ser la más emblemática figura institucional del Regionalismo.

Como funcionario público fue problemático y conflictivo; sufrió sanciones y suspensiones. Fue, por fin, un destacado historiador —seguidor de la obra de Amadeo Thierry—, forjó el discurso teórico de la nación gallega e introdujo el concepto de etnia o raza como clave de la nación —pero también la historia, el idioma, el territorio y la conciencia de la identidad propia—, enfatizando el pasado celta como fundamento racial. Su método de análisis fue el historicismo —en contra del idealismo filosófico— basado en el estudio de la documentación, la consulta de información archivística y la sistematización de datos.

El resultado es una formulación histórica que quiere ser científica, sólidamente documentada e interesada en seguir la evolución de la nacionalidad gallega. Fue, en fin, un intelectual liberal que hizo de su vida —entre luces y sombras personales e intelectuales— un servicio constante a Galicia.

 

Obras de ~: Desde el cielo, Vigo, Imprenta La Oliva, 1856; Mientras duerme, Madrid, Imprenta La Iberia, 1857; El ángel de la muerte, Madrid, Imprenta de La Crónica, 1857; La primera luz, Vigo, Imprenta de Juan Compañel, 1859; Diccionario de escritores gallegos, t. I, Vigo, Imprenta de Juan Compañel, 1865; Historia de Galicia, ts. I y II, Lugo, Imprenta de Soto Freire, 1866 y 1867 (t. III, La Coruña, Librería de Andrés Martínez, 1888; t. IV, La Coruña, Imprenta y librería de Carré, 1891; t. V, La Coruña, Ferrer, 1913); El foro (sus orígenes, su historia, sus condiciones), Madrid, Librería Bailly Baillière, 1882; Los Precursores, La Coruña, Imprenta de La Voz de Galicia, Latorre y Martínez editores, 1885; Galicia, Barcelona, Tipografía de Daniel Cortezo y Cía., 1888; El Regionalismo Gallego, La Habana, Imprenta La Universal, 1889; En Prosa, La Coruña, Imprenta y librería de Carré, 1895; Don Diego Gelmírez, La Coruña, Imprenta y Librería de Carré, 1898; La mujer de fuego (novela), s. l., s. f. [ed. en Las Novedades (folletín), Madrid, 1859].

 

Bibl.: V. Risco, Manuel Murguía, Vigo, Editorial Galaxia, 1976; A. Fraguas Fraguas, Manuel Murguía, o Patriarca, Vigo, Banco del Noroeste, 1979; J. Estrada Nérida, Páginas de una biografía. Manuel Murguía, director del Archivo de Simancas (1868-1870), Sada, Castro, 1983; R. Maíz, O Rexionalismo galego. Organización e ideoloxía (1886-1907), Sada, Castro, 1984; J. González Beramendi, Manuel Murguía, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1998; H. Rabuñal Corgo, Manuel Murguía, Santiago de Compostela, Laiovento, 1999; X. R. Barreiro Fernández y X. L. Axeitos, Manuel Murguía. Vida e obra, Vigo, Xerais, 2000; Manuel Murguía (1833-1923). Unha fotobiografía, con F. Fernández del Riego, Vigo, Xerais, 2000.

 

Luis Alonso Girgado